Los demócratas de la Cámara de Representantes que llevan a cabo el juicio político a Donald Trump dijeron el jueves que la turba que invadió el Capitolio actuó por “órdenes del presidente” de asaltar el edificio y detener la sesión del Congreso que certificaría el triunfo electoral del demócrata Joe Biden.
Los representantes seguían con la exposición de argumentos de por qué Trump debería ser condenado por incitar al asalto recito legislativo, luego de exhibir escalofriantes videos del suceso que dejó cinco personas muertas.
“Nos invitaron a venir”, se escucha decir a uno de los intrusos. “Trump nos envió”, dice otro. “Él estaría feliz. Estamos peleando por Trump”.
“Ellos realmente creían que toda la invasión era por órdenes del presidente”, dijo la congresista de Colorado, Diana DeGette. “El presidente les dijo que estuvieran allí”.
Los abogados de Trump lanzarán su defensa el fin de semana.
Los videos captados por cámaras de seguridad muestran a una turba que acechaba a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al vicepresidente Mike Pence y las imágenes se han convertido en una exhibición clave en el juicio.
Los demócratas planean usar las horas restantes de argumentos para exponer el daño físico y mental causado por el ataque, discutir la falta de acción de Trump a medida que éste se desarrollaba y hacer una presentación final sobre los problemas legales involucrados, según personas al tanto del proceso, quienes hablaron a condición de no dar su nombre.
En declaraciones a los periodistas en la Oficina Oval, el presidente Joe Biden dijo el jueves que “algunas mentes pueden cambiar” después de ver los videos testimoniales del asalto.
Biden dijo que no vio ninguno de los procedimientos del miércoles en vivo, aunque luego vio las noticias.
El mandatario se ha negado a opinar sobre el juicio y hoy jueves repitió que está enfocado en cumplir su promesa de campaña de combatir la pandemia de coronavirus.
Este segundo juicio político a Trump, por el cargo de incitación a la insurrección, tiene ecos del juicio político del año pasado sobre el asunto de Ucrania, dado que los fiscales han advertido a los senadores que dejar sin control a Trump representa un peligro para el orden cívico. Incluso sin estar en el cargo, el expresidente tiene influencia sobre grandes franjas de votantes.
El jueves, los fiscales trazaron una línea directa entre diversas instancias en que Trump celebra o acepta la violencia: elogió a “ambos lados” en un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en 2017, e instó a la multitud de simpatizantes el mes pasado a ir al Capitolio y pelear por su presidencia.
“Hay un patrón mirándonos a la cara”, dijo el representante Jamie Raskin, demócrata por Maryland, el fiscal principal.
“Cuando Donald Trump le dice a la multitud como lo hizo el 6 de enero que ‘peleen con furia o ya no tendrán país’, quería que pelearan con furia”.
Los abogados de Trump argumentarán en unos días que el discurso de su representado está amparado por la primera enmienda de la Constitución y solo era una forma de hablar.
Las imágenes mostradas en el juicio, muchas de ellas nunca antes vistas, incluyen un video de la turba entrando al recinto legislativo, miembros angustiados del Congreso recibiendo consuelo, manifestantes enfrentados cuerpo a cuerpo con la policía y audios de los oficiales del Capitolio suplicando por apoyo. El video subraya cuán peligrosamente se acercaron los alborotadores a los líderes de la nación el 6 de enero.
Los videos del asedio han circulado desde el día de los disturbios, pero la compilación gráfica que se mostró a los senadores el miércoles equivalía a una narrativa más completa, un recuento momento a momento de uno de los días más alarmantes de la nación. Ofreció nuevos detalles sobre los atacantes, escenas de heroísmo policial y susurros de desesperación del personal.
Las imágenes incluían una turba deambulando por los pasillos coreando “Ahorquen a Mike Pence”, algunos ataviados con equipo de combate. Afuera, la turba había instalado una horca improvisada. Y en un momento desgarrador, se ve a un policía matando a tiros a una mujer de San Diego, Ashli Babbitt, mientras la turba trataba de entrar a la sala de la Cámara de Representantes.
Se mostró que Pence, quien presidía una sesión para certificar la victoria electoral de Biden, fue llevado a un lugar seguro, donde se refugió en una oficina con su familia a solo 30 metros (100 pies) de los alborotadores. Pelosi fue vista siendo evacuada del complejo mientras su personal se escondía en las oficinas.