El alcalde demócrata de Tallahassee, Andrey Gillum, fue derrotado por un margen mínimo en la elección para gobernador de Florida, un puesto por el cual se batió ‘mano a mano’ con el candidato republicano, Ron DeSantis.
A Gillum le separó de su rival poco más de 77,000 votos. Al finalizar la noche del martes, la Comisión Estatal de Elecciones anunció que el republicano se alzó con 49,87% de los votos frente al alcalde que hubo de contentarse con 48,91%. Las cifras reflejaron los pronósticos apretados que adelantados en los últimos días por los sondeos de opinión.
Gillum ya aceptó su derrota. “No pudiéramos estar más orgullosos de la forma en que conducimos esta carrera. Esta noche admito que no ganamos esto”, afirmó el alcalde en un discurso cargado de emotividad.
En imágenes captadas por televisión, Gillum se disculpó con los voluntarios de su campaña y demás activistas. “Sinceramente lamento que no puedo (traer esta victoria a casa) para ustedes. (Ahora, mañana) ¿se van a despertar apenados por la derrota? O se van a levantar y asegurarse de la misión que tienen en la mano”, subrayó.
Una campaña divisiva
Esta contienda electoral se caracterizó por un fuerte intercambio de ataques personales entre ambos candidatos. Los dos se prodigaron todo tipo de insultos, intercambiaron acusaciones de racismo y se culparon mutuamente de campañas sucias. Este martes por la noche, DeSantis apenas dijo al inicio de su discurso de aceptación: “Nada mal para un chico que comenzó ganando seis dólares por hora”.
“Como gobernador les prometo que Florida seguirá siendo un estado de impuestos bajos”, afirmó, para después dejar sentado, rodeado de su familia, que tan pronto ingrese a la mansión del gobernador seguirá cumpliendo con los preceptos del presidente Donald Trump, quien le dio un espaldarazo de marca mayor en su aspiración electoral.