Un tribunal federal de apelaciones en el estado de Georgia dictaminó que la prohibición casi total del aborto en el estado puede entrar en vigencia de inmediato.
La ley, aprobada en 2019, prohíbe los abortos una vez que se puede detectar el latido del feto.
Esta legislación también cambia la definición de “persona natural” e incluye en ella a fetos o embriones que se han formado en el útero a pocas semanas de la fertilización, antes de que muchas mujeres se den cuenta de que están embarazadas.
La legislación establece excepciones limitadas en casos de violación e incesto, pero para ello las víctimas deben presentar un informe policial. Asimismo, también permite algunas excepciones en casos de emergencias médicas.
La Unión Estadounidense para las Libertades Civiles, el Centro de Derechos Reproductivos y la organización de planificación familiar Planned Parenthood declararon en un comunicado: “Esta es una medida muy poco ortodoxa que inmediatamente hará que las pacientes no puedan acceder a los servicios de aborto más allá de las primeras etapas del embarazo. Los proveedores [de servicios de aborto] de todo el estado se verán obligados ahora a rechazar a las pacientes que pensaban que podrían acceder a esos servicios, lo cual cambiará de inmediato el curso de sus vidas y su futuro”.