Los resultados de las elecciones para la alcaldía de Miami-Dade, celebradas ayer, fueron reconocidos por los ocupantes de los dos primeros lugares, excepto por el del tercero.
La demócrata Danielle Levine Cava, quien resultó relecta con el 60 % de los votos, escribió en X: “ ¡Lo logramos! Me siento honrada de haberme ganado la confianza de nuestros residentes para servir otros cuatro años como su alcaldesa. Juntos, logramos una victoria decisiva, demostrando que cuando nos unimos para lograr el progreso, somos imparables. Celebremos esta noche; mañana, continuaremos con el trabajo”.
El ocupante del segundo puesto, el alcalde de Miami Lakes, Manny Cid, republicano (22%), le dijo a sus seguidores: ”Desde el fondo de mi corazón, agradezco a los miles de residentes del 305 que depositaron su confianza en mí. Aunque no fuimos victoriosos esta noche, la esperanza de crear un Miami-Dade que funcione para todos nosotros sigue viva”.
El tercer lugar, ocupado por Alexander Otaola con un 12 % de los votos, impugnó los resultados de los comicios. “No reconocemos los resultados de estas elecciones hasta que no se cuente voto por voto”, dijo el influencer. Y añadió: “Si no hay fraude, reconoceré el resultado, pero si queda una mínima duda de irregularidad, tenemos el derecho legal de exigir”.
En declaraciones a la cadena Univisión, reiteró su derecho a exigir un conteo, y dijo que en la mañana de hoy miércoles procedería en ese sentido.
Calificó de “imposible” que Daniella Levin Cava, de quien dijo que ha hecho “un pésimo trabajo”, obtuviera “más votos que cuando nadie la conocía”.
Y le pidió a todos sus seguidores formar parte de ese recuento, “que estemos presentes en ese recuento y que todos en Miami-Dade no se conformen con la mediocridad política que los gobierna”.
Analistas políticos locales coinciden en señalar que esa derrota tan gruesa de Otaola implica un conjunto de preguntas relacionadas con su futuro político, y que las postulaciones para cargos de ese tipo son prácticamente imposibles sin experiencia, recursos y el capital político necesarios.