El gobernador de Florida, Ron DeSantis, tiene planes legislativos para que el congreso estatal, de mayoría republicana, los apruebe en las próximas semanas. El más importante de ellos es una ley que terminaría con la forma más popular de voto en el estado: el sufragio por correo.
La cuestión estriba en que históricamente los demócratas suelen imponerse en esa forma de voto, diseñada para facilitar la vida a los ancianos o ciudadanos que se encuentren fuera de su casa en los días de elecciones, pero que en el último ciclo electoral fue muy popular debido a la pandemia del COVID-19.
DeSantis es un político muy afín al expresidente Donald Trump, quien es un fuerte crítico del voto por correo, al cual atribuyó su fracaso en reelegirse en noviembre pasado. El gobernador aspira a renovar su puesto el año entrante, pero sabe que uno de sus rivales pudiera ser el actual senador republicano y cubanoamericano, Marco Rubio, cuya base electoral se encuentra en el sur de Florida, vota mayormente por correo, y es reacia a votar por un candidato anglo y del norte del estado.
El fin de semana pasado, DeSantis viajó a West Palm Beach y aseguró a la prensa que sus planes legislativos aumentarán la confianza de los residentes en las elecciones de Florida, fortalecerán la seguridad electoral y la transparencia del proceso. El político estima que hubo un fraude electoral generalizado en las pasadas elecciones presidenciales y legislativas.
El gobernador no dio grandes detalles sobre el contenido de sus otras propuestas legislativas, pero varias personas de su entorno dijero a la cadena CNN que cada elector que solicite una boleta recibirán una. Según la iniciativa, los votantes tendrían que solicitar una boleta de voto ausente, o por correo, cada año electoral.
Otra medida propuesta “abordaría el uso de urnas”, lo que DeSantis calificó como “un gran problema” y argumentó que los residentes deberían enviar por correo su boleta de voto ausente o dejarla en una oficina electoral. El gobernador también quiere que los legisladores, cuando se reúnan en marzo, refuercen el proceso de verificación de firmas de voto por correo y no “excluyan” a los partidos políticos y candidatos de observar el proceso de comparación de firmas de votantes, así como espera que la legislatura “aborde el tema de la recolección de boletas” en el estado para no permitir que las personas envíen las boletas de votación por correo de otras personas, a menos que sean familiares directos.
En los comicios del 2012, cuando Barack Obama fue reelegido, en el sur de Florida hubo un gran escándalo con la recogida de boletas ausentes. Entonces, varios electores se quejaron a la prensa local de que trabajadores de las campañas para los cargos políticos locales los indujeron a votar por determinado candidato y se ofrecieron para depositar las boletas por su cuenta o falsificaron las firmas de los electores. Estos trabajadores de las campañas son principalmente mujeres de verbo fácil, que engañan a los electores más ancianos. En Miami se les conoce como “boleteras”.
“Necesitamos asegurarnos de que continuamos a la vanguardia, de que nuestros ciudadanos tengan confianza en las elecciones, que tengan la capacidad de votar. Queremos, obviamente, que todos voten. Pero no queremos que nadie haga trampas. Y queremos asegurarnos de que lograr ese equilibrio adecuado”, dijo el gobernador durante una rueda de prensa.
Los líderes republicanos de la legislatura estatal dijeron el lunes que aceptan las propuestas de DeSantis y se unen al gobernador en sus esfuerzos para continuar haciendo de Florida el líder nacional en “integridad electoral” y esperan trabajar con él en este “importante tema”.
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Al menos 28 estados han presentado previamente o están impulsando 106 proyectos de ley restrictivos para la sesión legislativa de 2021, según un informe del Centro Brennan para la Justicia.
Eliza Sweren-Becker, asesora electoral y de derechos electorales del Centro Brennan, dijo a la CNN que los legisladores estatales están utilizando “mentiras sobre el fraude electoral para justificar propuestas de políticas que limitarán el acceso a las boletas”.
Las propuestas de DeSantis son “lamentablemente consistentes con una serie de políticas que se han ofrecido para restringir el acceso de los votantes”, enfatizó Sweren-Becker, y agregó que algunas de las propuestas del gobernador parecen estar basadas en la “premisa defectuosa” y mentiras refutadas sobre el presunto fraude electoral del 2020.