Un juez de Nueva York declaró este lunes en desacato civil a Donald Trump, después de que la oficina del fiscal general del estado dijera que este no cumplió con una citación de documentos como parte de su investigación sobre la compañía del expresidente.
El juez Arthur Engoron dijo, al anunciar verbalmente su decisión, que Trump no cumplió la orden de citación de la fiscalía y que sus abogados no detallaron cómo se llevó a cabo una búsqueda de materiales en poder del exmandatario. Engoron precisó que Trump sería multado con 10.000 dólares por día, hasta que cumpla, a partir de este martes.
Los abogados del magnate afirmaron, en respuesta a la solicitud de la fiscalía, que procedieron a la búsqueda de los documentos, pero que estos no fueron localizados.
“Señor Trump, sé que se toma su negocio en serio y yo me tomo el mío en serio. Por la presente, lo declaro en desacato civil y lo multo con 10.000 por día hasta que elimine ese desacato”, apuntó Engoron en una audiencia el lunes. Se espera una decisión por escrito, con una fecha de inicio para las multas el martes.
Trump planea apelar la decisión, dijo a los periodistas su abogada Alina Habba. “Respetuosamente no estamos de acuerdo con la decisión de hoy del tribunal”, enfatizó Habba. “Todos los documentos, como expliqué, que respondían a la citación ya se presentaron al fiscal general hace meses”.
La oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha estado investigando a la Organización Trump durante más de dos años y anteriormente dijo que su oficina encontró múltiples declaraciones erróneas y omisiones engañosas o fraudulentas en los estados financieros de la entidad, que se proporcionaron a prestamistas y aseguradoras, entre otros.
Andrew Amer, de la oficina del fiscal general, comentó que Trump no ha presentado “ni un solo documento de respuesta” desde que fueran solicitados en diciembre. “Nuestros esfuerzos por tener una comprensión completa se ven obstaculizados porque no tenemos evidencia de la persona que se sienta en la parte superior de la organización”, dijo.
Kevin Wallace, también de la oficina del fiscal general, agregó que en algunos casos ha sido “como arrancarse los dientes” para obtener los documentos necesarios para la investigación, y describió a la Organización Trump como una empresa familiar cerrada, con 500 subsidiarias y miles de millones de dólares en movimiento.
Ante el tribunal, Habba dijo que el expresidente no cree que esté por encima de la ley, sino que simplemente no tiene los tipos de comunicaciones escritas que buscaba la citación, sino que produjo cientos de miles de documentos a través de sus asistentes. La abogada apuntó que ella misma buscó en los calendarios impresos y las ubicaciones de los archivos físicos de Trump, e, incluso, entrevistó a su cliente en Florida.
“El presidente Trump no envía correos electrónicos. No envía mensajes de texto. Y no tiene una computadora de trabajo en casa ni en ningún otro lugar”, reveló. “Me encargué de subirme a un avión y volé (a Florida) y le pregunté si había algo que tuviese que no me había dado, me haría falta. Y no lo hizo”, dijo.
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El juez se interesó en el por qué Trump no firmó nunca una declaración jurada afianzando que cumplió con la citación. Habba dijo que lo haría. “Mi cliente es una persona honesta, para consternación de ciertas personas en esta sala”, puntualizó la abogada.
La oficina de la fiscal general James ha dicho en documentos judiciales que la Organización Trump está bajo investigación por participar en una conducta fraudulenta o engañosa en relación con las tasaciones y los estados financieros. La oficina ha citado tanto al exmandatario como a su empresa por documentos relacionados con su investigación.
Habba argumentó que la investigación del fiscal general “aparentemente ha perdido el rumbo”, y dijo que desde que comenzó hace tres años, la Organización Trump recibió seis citaciones separadas, produjo más de 6 millones de páginas de documentos y 13 testigos de la Organización Trump han sido escuchados.
“El alcance (de la investigación) parece cambiar continuamente para adaptarse a las necesidades del fiscal general”, dijo Habba al juez. “Cuando no están satisfechos con la evidencia que han obtenido, cambian y buscan algo nuevo”.