Una jueza federal dictó el viernes una orden de silencio en el proceso criminal contra Roger Stone, un añejo confidente de Donald Trump, con la que prohíbe que Stone y sus abogados hagan comentarios que puedan influenciar al jurado. Los cargos contra Stone fueron presentados por el fiscal especial de la pesquisa sobre Rusia.
La jueza Amy Berman Jackson dijo que la orden era necesaria para asegurar el derecho a un juicio justo para Stone y “mantener la dignidad y seriedad del tribunal y estos procedimientos”. La orden está limitada a comentarios sobre el proceso en curso y no prohíbe que Stone hable de otros temas públicamente.
El fallo, que aplica a ambas partes en el caso, se emitió después de una serie de apariciones en los medios del extrovertido asesor político desde que fue arrestado y encausado el mes pasado. En varias de esas entrevistas, Stone afirmó que la investigación del fiscal especial Robert Mueller estaba motivada políticamente y afirmó que el caso solo involucra “delitos procesales”.
Jackson mencionó esas apariciones en los medios para indicar que podría dictar la orden de silencio y advirtió a Stone en una audiencia que no tratara su caso como una “gira”.
Los abogados de Stone argumentaron que cualquier límite en sus comentarios públicos infringiría su derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda. Escribieron en un documento del mes pasado que los comentarios de Stone no representaban “un peligro claro y latente a un juicio justo”. Los fiscales de Mueller dijeron que no se opondrían a una orden de silencio.
Stone, de 66 años, fue arrestado por el FBI en su casa de Fort Lauderdale, Florida, el mes pasado. Se declaró inocente a los cargos de mentir al Congreso, obstrucción de la justicia e influenciar a testigos. Los cargos surgen de conversaciones que tuvo durante la elección de 2016 sobre WikiLeaks, que publicó material robado de grupos demócratas, incluida la campaña de Hillary Clinton.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos dijeron que Rusia fue la fuente del material hackeado y el año pasado Mueller acusó a 12 agentes de inteligencia por el hackeo. Sin embargo, Stone no está acusado de coordinarse directamente con WikiLeaks.