Las elecciones presidenciales estadounidenses del año entrante tienen una nueva candidata: Jill Stein, una doctora de 73 años, se está postulando de nuevo por el Partido Verde.
En las elecciones de 2012 y 2016 se había propuesto llegar a la Casa Blanca, pero en el primer caso apenas obtuvo el 0.35% de los votos y en el segundo, el 1.06%.
Observadores consideran que esta vez no será diferente porque los verdes en Estados Unidos no tienen mucho arraigo y poca tradición de presentar candidatos presidenciales.
Su idea rectora es ser una alternativa al bipartidismo. Stein anunció su intención de postularse en las redes sociales, prometió abordar el “colapso climático” y promover un Nuevo Acuerdo Verde.
El lanzamiento oficial de su campaña comienza el 21 de noviembre.
“El sistema político está roto, los dos partidos de la guerra y Wall Street están comprados y pagados”, escribió Stein en la red X, antigua twitter. Su consigna de campaña es “Gente. Planeta. Paz”.
“Los partidos gobernantes que nos metieron en este lío no nos están sacando de aquí. Ambos partidos están desperdiciando billones en la interminable máquina de guerra, alimentando conflictos en todo el mundo mientras decenas de millones aquí en casa carecen de alimentos, vivienda y atención médica”, amplió.
Es más, agregó, “necesitamos opciones reales en las urnas porque sin libertad de elección en las elecciones no hay democracia”.
Pero su postulación ya está recibiendo objeciones. En 2016 los demócratas la criticaron por quitarle votos a la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton. Ahora no es diferente. Este viernes algunos periodistas y analistas consideraron que ocurre lo mismo: su candidatura perjudica al presidente Biden y termina favoreciendo, de hecho, al exmandatario Donald Trump.
En diciembre de 2015, la candidata verde participó en una cena con el presidente ruso Vladimir Putin, junto al que fue asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, a quien le pagaron 45 000 dólares por un discurso.
La cena tuvo lugar en el aniversario del canal ruso RT, que en 2016 promovió activamente la candidatura de Stein. “Irónicamente, hace falta una estación de televisión rusa para estar realmente abierta a candidatos independientes en este país, y eso es una vergüenza”, dijo en ese entonces a la cadena NBC.