Los curas llegaban sin llamar la atención, de día y de noche. Despojados de sus sotanas, se presentaban en pequeñas ciudades del centro del país y eran acompañados a lóbregos depósitos y almacenes. Los vecinos no tenían idea de que algunos podían estar acusados de abusos sexuales.
Durante casi dos décadas, una pequeña organización sin fines de lucro llamada Opus Bono Sacerdotii funcionó desde edificios discretos de localidades rurales de Michigan, ofreciendo dinero, albergue, transporte, asistencia legal y otras formas de ayuda a cientos, tal vez miles, de curas católicos acusados de haber cometido abusos sexuales.
Y mientras que importantes clérigos se comprometieron públicamente a que la iglesia rinda cuentas por los delitos de sus curas y a ayudar a los sobrevivientes, muchos de ellos arreglaban encuentros, bendecían o enviaban cheques a esta organización que apoyaba a los abusadores, según pudo comprobar la Associated Press.
Líderes católicos afirman que la iglesia no tiene relación oficial alguna con esta agrupación. Pero Opus Bono logró forjar redes de conocidos en la jerarquía eclesiástica.
La AP realizó decenas de entrevistas a expertos, abogados, miembros del clero y ex empleados, y revisó cientos de páginas de documentos conseguidos acogiéndose a la Ley de Libertad de Información.
En los últimos meses, dos de los fundadores de la organización, Joe Maher y Peter Ferrara, fueron obligados a irse luego de que el procurador general de Michigan comprobó que Opus Bono había malversado fondos donados y había engañado a los contribuyentes.
Un tercer cofundador, el padre Eduard Perrone, fue retirado abruptamente de su ministerio este mes después de que la AP empezó a hacer preguntas sobre versiones de que había abusado sexualmente de un menor hace varias décadas. Perrone niega esa denuncia.
A lo largo de los años, Opus Bono incorporó como empleados o asesores a tres curas acusados de abusos sexuales y ofreció a sus simpatizantes la posibilidad de hacerles llegar dinero en forma anónima a religiosos acusados de abusos.
Cuando Jason Sigler, un ex cura condenado por abusar de decenas de menores, fue encarcelado, Opus Bono lo apoyó, visitándolo regularmente y dándole dinero, según un ex empleado. Cuando otro cura, Gregory Ingels, fue acusado de abusar de un adolescente, Opus Bono lo contrató como asesor legal.
Ni los conductores actuales de Opus Bono ni los del pasado respondieron a preguntas de la AP.
En el 2003, la organización consiguió el apoyo de influyentes figuras católicas romanas, incluidos el padre Richard John Neahaus, editor de una publicación conservadora católica que fue asesor extraoficial del presidente George W. Bush, y el cardenal Avery Dulles, hijo de un ex secretario de estado. Dulles es un prominente teólogo católico conservador.
Maher se reunió con funcionarios del Vaticano en Roma y también los recibió en las oficinas de su organización en Michigan.
Desde el 2002, sin embargo, Opus Bono se sumó a algunas organizaciones católicas conservadoras que sostienen que el escándalo en torno a los abusos de los curas es exagerado por la prensa y los abogados. Estos grupos dicen que el escándalo difama a los sacerdotes y perjudica la fe católica.
Opus Bono surgió como contrapeso de la Red de Sobrevivientes de Quienes fueron Abusados por Curas y de otras agrupaciones que acusan a la iglesia de tratar de encubrir el escándalo y de no apoyar debidamente a las víctimas de abusos. Opus Bono se enfoca en lo que considera las víctimas olvidadas: los curas y la propia iglesia.
“Todas estas personas que han hecho denuncias están muy bien atendidas”, sostuvo Maher en una entrevista radial, en la que aseguró que muchas denuncias de abusos de curas son falsas. “Los sacerdotes no todos están bien atendidos”.
Como parte de un acuerdo legal de este año con el procurador general del estado, Maher accedió a no volver a dirigir una entidad sin fines de lucro en Michigan. Pero daría la impresión de que ya violó ese acuerdo, en vista de que dirige una organización sin fines de lucro casi idéntica, en otra parte del estado, según comprobó la AP.
La nueva agrupación se llama Los Hombres de Melchizedek, en referencia a una figura del Viejo Testamento que se cree fue rey y sacerdote. Maher figura como su presidente.
En una carta enviada a la procuraduría general de Michigan, el abogado de Maher describió a su cliente como un empleado que trabaja “en tareas de misericordia corporal y espiritual”. La carta decía que la nueva organización ofrecería los mismos servicios que Opus Bono y advertía que “los beneficiarios más vulnerables podrían suicidarse durante la transición”.
Tanto Opus Bono como Los Hombres de Melchizedek tienen el mismo abogado de derecho canónico, el reverendo David L. Deibel, como su presidente.
Deibel, Meher y los abogados de Maher no respondieron a numerosos mensajes de la AP.
En su portal, el nuevo grupo promete ofrecer “apoyo sin emitir juicios y compañía por el resto de su vida a nuestros clientes curas que tanto lo necesitan”.
“No le damos la espalda a ningún sacerdote”, agrega.