El Secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, llegará a Ucrania este domingo 24 de abril, acompañado del Secretario de Defensa Lloyd Austin, según confirmó el presidente ucraniano Vladimir Zelenski en rueda de prensa.
Durante la visita tienen previsto conversar acerca de temas relacionados con el apoyo armamentista de EEUU a la nación europea, en medio de la guerra iniciada por Rusia el pasado 24 de febrero, según refieren agencias como la española Efe.
En conferencia de prensa Zelenski también reafirmó la voluntad de recibir al presidente de los Estados Unidos Joe Biden, cuando mejore la situación de seguridad en territorio ucraniano.
“Nos gustaría tener armas pesadas y potentes”, señaló citado por la fuente el mandatario europeo, quien afirmó que “en tiempos de guerra no podemos rechazar la ayuda militar más poderosa y viene precisamente de Estados Unidos y el Reino Unido”.
También reconoció el apoyo recibido por otras naciones europeas porque “influye en si un determinado Estado europeo u otro puede proporcionarnos las armas que son importantes para nosotros”.
Zelenski calificó a Estados Unidos como un “socio estratégico”, además de reconocer el papel fundamental de esta nación como líder mundial en el campo armamentista, por lo tanto jugará un rol fundamental en lo tiempos de entrega de los equipos, un ritmo de entrega que aún considera por debajo de lo deseado.
Excellent meeting with Prime Minister @Denys_Shmyhal to discuss what Ukraine needs most to defend itself and rebuild. Ukraine’s courage in defense of freedom and democracy inspires all of us. pic.twitter.com/skj81WoqIZ
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) April 22, 2022
La visita de Blinken Lloyd ocurre justo en la semana en la cual Rusia parece haber iniciado una gran ofensiva en territorio ucraniano, luego de los ataques este lunes en la ciudad de Lviv.
Por otra parte, el venidero lunes 25 de abril inicia el programa “Unidos por Ucrania”, propuesto por la administración Biden, gracias al cual los ciudadanos ucranianos que lo soliciten podrán permanecer de manera temporal en territorio estadounidense hasta por dos años, como parte del plan de acogida de refugiados.