En sus actos de campaña Trump les ha estado diciendo a sus partidarios que los demócratas “les van a quitar sus armas”. Ha puesto el derecho a las armas como un tema de campaña al decir en un tuit que los demócratas de Virginia “los republicanos ganarán en Virginia en el 2020. ¡Gracias demócratas!”.
El pasado lunes, en un discurso en New Hampshire, Trump dijo que el derecho a portar armas era tan precioso como los derechos a la privacidad, la libre expresión y la libertad religiosa.
Asesores de Trump creen que su apoyo al derecho a portar armas puede ayudarlo en estados como Minnesota, Nuevo México y New Hampshire, donde necesita votos de hombres blancos y de zonas rurales, dos sectores que lo ayudaron en su sorpresiva victoria del 2016.
Esta postura hacia las armas marca un gran contraste con los principales aspirantes a la nominación demócrata, que proponen restringir la venta de armas.
“Los demócratas han demostrado que no respetan la Segunda Enmienda, lo que será uno de varios contrastes que surgirán durante la campaña”, expresó el portavoz de la campaña de Trump Tim Murtaugh, aludiendo a una enmienda de la Constitución que sanciona el derecho a poseer y portar armas.
En realidad la postura pública del presidente sobre este tema está dando un gran giro.
Tras la matanza de una escuela secundaria de Parkland en Florida, de hace dos años, Trump se quejó de que los legisladores republicanos no tomaban medidas para restringir la venta de armas por “temor” a la Asociación Nacional del Rifle.
Tras matanzas contiguas en Ohio y Texas en el 2019, el presidente de Estados Unidos se mostró a favor de “fuertes revisiones de antecedentes” para otorgar licencias de armas.
Pero ahora en campaña Trump defiende a rajatablas el derecho a portar armas.
La Asociación Nacional del Rifle invirtió más de más de 50 millones de dólares en la campaña de Trump en el 2016.
La poderosa organización defensora del uso de armas enfrenta dificultades financieras, luchas internas e investigaciones de la fiscalía de Nueva York por supuestas evasiones fiscales. Algunos consideran que su dinero en esta campaña no será tan importante teniendo en cuenta que ya en diciembre de 2019, Trump y el Partido Republicano tenían 195 millones disponibles para la carrera presidencial.
Al parecer el discurso pro armas está más bien enfocado en persuadir a algunos votantes de sus propias bases, que se muestran desencantados con la política, para que acudan a las urnas y voten por él.
“Su táctica ha sido decir cosas incendiarias sobre las armas para entusiasmar a su base, pero ni él ni la NRA han podido hacer pasar ninguna de las leyes prioritarias para ellos, ni siquiera con un Congreso controlado por los republicanos” en los dos primeros años de su presidencia, señaló Shannon Watts, fundadora de Mom’s Demand Action, que promueve restricciones a la venta de armas.
(AP/OnCuba)