El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó este martes el uso de la coerción económica o militar para conseguir que Estados Unidos recupere el control del Canal de Panamá y adquiera Groenlandia, que es parte de Dinamarca.
En rueda de prensa efectuada en su residencia de Mar-a-Lago, dijo que utilizaría la “fuerza económica” para unir a Canadá y Estados Unidos. “Eso sería algo grande y te deshaces de esa frontera artificial. También sería mucho mejor para la seguridad nacional. No olviden que, básicamente, protegemos a Canadá. Me encanta el pueblo canadiense. Son geniales. Pero nos gastamos miles de millones de dólares al año para protegerlo”.
“Los necesitamos por seguridad económica”, afirmó sobre Groenlandia y el Canal de Panamá. Y no descartó utilizar medidas militares o económicas para tomar el control de ambos lugares estratégicos.
Recordó que el Canal fue construido por Estados Unidos. “Puede ser que se tenga que hacer algo”, afirmó. “El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Está siendo operado por China y se lo dimos a Panamá. No se lo dimos a China”.
Asimismo, dijo que quiere cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos, al tiempo que se lamentó de que México se estuviera aprovechando de Estados Unidos en materia de comercio e inmigración.
“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos”, dijo. “Qué nombre tan bonito. Y es apropiado. Es apropiado. México tiene que dejar de permitir que millones de personas ingresen a nuestro país”.
La representante Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) dijo que presentaría rápidamente un proyecto de ley para cambiar el nombre del Golfo de México, poco después de los comentarios de Trump.
“El segundo mandato del presidente Trump ha tenido un GRAN comienzo”, escribió en la plataforma social X. “¡Presentaré una legislación lo antes posible para cambiar oficialmente el nombre del Golfo de México a su nombre legítimo, el Golfo de Estados Unidos!”.
Trump hizo estos comentarios mientras se quejaba de que Estados Unidos tenía un gran déficit comercial con México y Canadá. Ha planteado preocupaciones similares desde que ganó las elecciones de noviembre y prometió imponer aranceles elevados a ambos países vecinos.
Y dijo que México era un “lugar muy peligroso” que estaba “esencialmente dirigido por los cárteles”.