El ex presidente francés Nicolás Sarkozy fue declarado culpable y sentenciado a un año de arresto domiciliario por financiamiento ilegal de su fallida candidatura a la reelección de 2012. El acusado no estuvo presente en la corte de París para escuchar el fallo.
Se le acusa de haber gastado casi el doble de la cantidad máxima legal de 22,5 millones de euros (27,5 millones de dólares) en la reelección, que perdió ante el socialista François Hollande.
El tribunal concluyó que Sarkozy sabía que estaba en juego el límite legal y que voluntariamente no supervisó los gastos adicionales.
El veredicto de hoy jueves se produjo después de que Sarkozy, de 66 años, fuera declarado culpable el 1 de marzo de corrupción y tráfico de influencias en otro caso. Le dieron un año de prisión y dos años de suspensión, pero está en libertad pendiente de apelación.
Es la primera vez en la historia moderna de Francia que un expresidente ha sido condenado y sentenciado a prisión por acciones durante su mandato.
El predecesor de Sarkozy, Jacques Chirac, fue declarado culpable en 2011 de malversación de fondos públicos durante su mandato como alcalde de París. Recibió una sentencia de prisión condicional de dos años.
En el caso de financiamiento de campaña, los fiscales concluyeron que Sarkozy sabía semanas antes de las elecciones de 2012 que sus gastos, estrictamente limitados según la ley francesa, se estaban acercando al máximo legal. Lo acusaron de haber ignorado dos notas de sus contadores advirtiendo sobre el tema del dinero.
El jueves, la corte dijo que a pesar de ser consciente del riesgo de exceder el límite, el ex mandatario optó por organizar muchos mítines, incluidos los gigantes. “Estos mítines fueron aprobados por Nicolas Sarkozy y se aprovechó de ellos”, dijo el tribunal.
Durante el juicio, Sarkozy le dijo al tribunal que el dinero extra no se destinó a su campaña, sino que ayudó a enriquecer a otras personas. Negó cualquier intento fraudulento. También insistió en que no manejaba la organización del día a día porque tenía un equipo para hacer hacelo y, por lo tanto, no se le podía culpar por el exceso de gastos.
Además del expresidente, otras 13 personas fueron juzgadas, entre ellas miembros de su partido republicano conservador, contables y jefes del grupo de comunicación encargado de organizar los mítines.
Todos han sido declarados culpables, con sentencias que van desde una pena de prisión suspendida hasta dos años de arresto domiciliario con brazalete electrónico. Varios cargos incluyen falsificación, fraude y complicidad en el financiamiento de campañas ilegales. Algunos han reconocido irregularidades y detallado el sistema de facturas falsas que pretendía encubrir el gasto excesivo.
Sarkozy se retiró de la política activa en 2017, pero sigue desempeñando un papel en ella tras bambalinas. Varios medios franceses han informado que está involucrado en el proceso de elección de un candidato conservador para las elecciones presidenciales de Francia el próximo año.