El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi fue dado de alta este lunes luego de contraer el nuevo coronavirus, que, según él, ha sido el desafío más peligroso que ha enfrentado.
Vestido de traje y sonriendo después de quitarse la mascarilla, Berlusconi, de 83 años, dijo que los médicos del hospital San Raffaele en Milán le informaron que tuvo los niveles más altos de virus que habían visto en las decenas de miles de muestras que habían tomado en los últimos seis meses.
Conmovido, el expremier instó a los italianos a tomar el virus en serio y adherirse “rigurosamente” al uso de cubrebocas, a las normas de distanciamiento social y al lavado de manos frecuente. Hizo un llamado especial a los estudiantes de Italia, millones de los cuales regresaban a la escuela por primera vez el lunes desde principios de marzo, cuando el país se convirtió en el epicentro del brote de coronavirus en Europa y las escuelas cerraron.
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Berlusconi, que ha tenido problemas cardíacos y usa marcapasos, agradeció a sus médicos y reconoció a la mayoría de los italianos de su edad y en su estado no sobrevivieron al virus.
“Superé lo que considero quizás el desafío más peligroso de mi vida”, dijo antes de volver a ponerse el cubrebocas y subirse a un auto que lo esperaba para continuar su recuperación en casa.
Berlusconi dio positivo al virus el 2 de septiembre y fue admitido en San Raffaele el 4 de septiembre con principios de neumonía. No requirió cuidados intensivos, pero su médico Alberto Zangrillo dijo que si Berlusconi se hubiera enfermado en marzo, en el pico del brote en Italia cuando los hospitales estaban desbordados, seguramente habría muerto.
Incluso desde su cama de hospital, Berlusconi siguió haciendo campaña para las próximas elecciones administrativas, convocando a un mitin de su partido Forza Italia e instando a los italianos a votar.
El tres veces primer ministro, un magnate de los medios que llegó a la política en 1994, es conocido por recuperarse de problemas legales, escándalos personales, problemas cardíacos y reveses políticos.
AP/OnCuba