En un contexto en el que líderes antisistema y por fuera de la política tradicional proliferan, los líderes tradicionales van perdiendo protagonismo. Los movimientos en Alemania se dan después de que la coalición gobernante perdiera nuevamente unas elecciones estatales, esta vez en Hess el domingo.
La imagen de Merkel cae cada vez más. En este contexto, aseguró que, tras 18 años, no buscará una reelección como presidenta del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) en diciembre. El anuncio inicia la carrera para reemplazarla como candidata en las elecciones.
A pesar de que Angela Merkel dijo más de una vez que “el cargo de canciller y de jefe del partido debe ser ocupado por la misma persona” se especula con que siga como canciller hasta 2021.
Merkel, de 64 años, ha sido presidenta de la CDU desde 2000 y canciller desde 2005. El sucesor favorito de Merkel es el secretario general del partido CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer. Aunque Jens Spahn y Friedrich Merz, son otros dos ex líderes parlamentarios de la alianza CDU / CSU que se unieron rápidamente a la carrera para la sucesión.
El euro cayó levemente tras el anuncio. El nuevo rol de Merkel en Alemania puede limitarle la capacidad de liderar la Unión Europea en el contexto del Brexit, la crisis presupuestaria de Italia y la posibilidad de que los partidos populistas obtengan victorias en las elecciones al Parlamento comunitario del próximo mes de mayo.