El presidente de gobierno español Pedro Sánchez descartó el martes conformar un gobierno con el partido de centro-derecha Ciudadanos en caso de que los Socialistas ganen la elección, despejando una de las principales dudas de cara a los disputados comicios generales del domingo.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) aventaja en los sondeos, pero incluso en el escenario más optimista, Sánchez necesitaría formar una coalición o, por lo menos, recibir el respaldo de otros grupos parlamentarios para permanecer en el poder.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha descartado en repetidas ocasiones una alianza con el PSOE debido a que Sánchez fue electo hace 10 meses con la ayuda de los votos de separatistas catalanes.
Sánchez respondió el martes al inicio del último debate televisado. “No está en mis planes pactar con un partido que ha puesto un cordón sanitario al PSOE”, dijo en referencia a la campaña de Ciudadanos en la que llaman a un triunfo de la centro-derecha para evitar que los Socialistas ganen.
Hasta el momento, el líder del PSOE ha ignorado una oferta para formar una coalición con el partido de extrema izquierda Unidos Podemos, que también respaldó a Sánchez en el parlamento durante un voto de censura que sacó al gobierno conservador anterior y lo colocó en el poder.
Durante el debate en la cadena Antena 3, Sánchez repitió que su objetivo es obtener los votos suficientes para encabezar un gabinete con miembros Socialistas e independientes.
El debate del martes, el segundo en noches consecutivas, fue una importante oportunidad para que los líderes de los cuatro partidos principales llegaran a la casi tercera parte de los votantes que, según los sondeos, continúan indecisos. Esos votos podrían cambiar el balance entre el centro-izquierda y centro-derecha mientras cada uno intenta obtener la mayoría de 176 escaños de las 350 bancas en el Congreso de los Diputados.
El PSOE y Unidos Podemos, por la izquierda, mantienen una ligera ventaja entre las dos terceras partes de votantes que ya tomaron una decisión, pero posiblemente terminen buscando el respaldo de partidos de menor tamaño, incluyendo separatistas de la región de Cataluña.
Del otro lado del espectro político, los alguna vez conservadores del Partido Popular compiten por votos de la derecha con Ciudadanos y el nacional populista Vox.
Vox, que según los sondeos obtendría alrededor del 10% de los escaños del Congreso de los Diputados, no fue invitado a los debates televisivos después de que el organismo electoral español dictaminó que también habrían tenido que participar otros partidos de menor tamaño. En su lugar, Vox sostuvo un evento de campaña en un suburbio de clase alta de Madrid.