En otra vuelta de tuerca, que eleva aún más las tensiones a nivel planetario, Rusia reiteró que no aceptará una Ucrania como miembro pleno de la OTAN, una hoja de ruta ya establecida en la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada esta semana en Washington.
“Los pasos de la OTAN en la cumbre requerirán que Rusia tome decisiones para contener la alianza”, dijo Dimitry Peskov y remató: “La expansión de la OTAN al territorio de Ucrania es una amenaza inaceptable para la seguridad de Rusia”.
Según el portavoz del Kremlin, la organización atlántica ”ha confirmado una vez más su esencia: es una alianza creada para la confrontación y, de hecho, (demuestra que) está plenamente involucrada en el conflicto en torno a Ucrania”.
El miércoles, en una declaración conjunta, los líderes del bloque occidental afirmaron que “el futuro de Ucrania está en la OTAN” y que su camino es “irreversible”, al tiempo que prometieron apoyo a largo plazo a Kiev.
Aunque no proporcionó un cronograma específico, la determinación atlantista se produce en momentos en que Rusia mantiene su lento avance hacia el occidente ucraniano y consolida sus posiciones conquistadas sobre un territorio en el Dombás que superficialmente representa poco más de 20 % del mapa actual de Ucrania.
Fico advierte
Por su parte, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, advirtió este jueves que la membresía de Ucrania en la OTAN conduciría a una tercera guerra mundial, y adelantó que su partido no apoyará una entrada de Kiev en la Alianza Atlántica en el Parlamento eslovaco.
“Entiendo el deseo de Ucrania. Pero la membresía de Ucrania en la OTAN es solo una garantía de una tercera guerra mundial”, afirmó en una declaración compartida en las redes sociales.
“Francamente, incluso sin la membresía de Ucrania en la OTAN, no estamos lejos de eso, cuando miramos cómo algunas democracias avanzadas están tambaleándose”, subrayó Fico, quien en mayo pasado sufrió un atentado a tiros que lo puso al borde la muerte.
Otro alijo de armas para Ucrania
Entretanto, Estados Unidos enviará un nuevo e importante paquete de armas y equipos para Ucrania valorado en 225 millones de dólares, según anunció este jueves el presidente Joe Biden durante una reunión con su homólogo Vladimir Zelensky.
Reportes de prensa informan que la ayuda incluye una batería de misiles Patriot, municiones para los Sistemas Nacionales Avanzados de Misiles Tierra-Aire; misiles antiaéreos Stinger; municiones para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad; y proyectiles de artillería de 155 mm y 105 mm.
También se suministrarán sistemas antiblindaje Javelin y AT-4; municiones para armas pequeñas; municiones y equipos de demolición, entre otros.
Este es el octavo paquete de su tipo autorizado por Biden para Ucrania desde que se firmó la ley de asignaciones suplementarias de seguridad nacional.
Misiles de largo alcance en Alemania
En paralelo, la Casa Blanca anunció el miércoles que Estados Unidos comenzará a partir de 2026 un despliegue gradual de sus armas de largo alcance en Alemania.
La acción recuerda escenarios semejantes propiciados por Washington durante la Guerra Fría contra la hoy desaparecida Unión Soviética.
Cuando estén completamente desarrolladas, estas unidades de fuego convencionales de largo alcance incluirán SM-6, Tomahawk y armas hipersónicas, que tienen un alcance significativamente mayor que los actuales que se usan en Europa.
Las armas han sido vistas como una amenaza directa contra Rusia, tanto por analistas como por Moscú.
Al respecto, el viceministro ruso de Exteriores Serguéi Riabkov prometió que su país respondería al eventual despliegue con medidas “militares”.
“Sin nervios y sin emociones elaboraremos, sobre todo, una respuesta militar a esta nueva amenaza”, dijo Riabkov, lo que confirma una nueva escalada en la disputa entre Rusia y Occidente.