El Senado boliviano aprobó el sábado por unanimidad la convocatoria a nuevas elecciones. Tras un acuerdo consensuado la víspera por todas las fuerzas políticas no figurará Evo Morales como candidato.
Con este paso se busca devolver la paz tras un mes de convulsión social en las calles, que siguió a la contienda electoral del 20 de octubre y llevó a la renuncia de Morales.
Las fuertes protestas de los seguidores de Morales cedían paulatinamente en la jornada horas después de concretarse el acuerdo político para llamar a nuevas elecciones. Al menos 32 personas han fallecido por las protestas originadas inicialmente por opositores que denunciaron fraude en la pasada contienda electoral y luego por los seguidores de Morales, quien se exilió en México.
Los puntos de bloqueos fueron abandonados. En la ciudad de La Paz, sede de gobierno, la más afectada, empezó a abastecer alimentos, los camiones que estaban parados llegaron a los principales mercados. El cerco en la planta de combustible en la vecina ciudad de El Alto fue despejado y se reanudó el suministro de gasolina, diésel y gas.
El consenso entre las tres principales fuerzas políticas que se plasmó con un proyecto de ley para llamar a elecciones, aún sin determinar una fecha. Sin embargo, la oposición informó que prevé que Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera no participen mientras nuevos liderazgos surgen en el país.
El proyecto de ley fue aprobado la medianoche del sábado en la comisión de Constitución y fue enviado al pleno de Senado. Posteriormente deberá ser aprobado en la Cámara de Diputados para luego ser promulgado. En ese proyecto se establece el saneamiento del padrón electoral, además de la sustitución de todas las autoridades del Tribunal Supremo Electoral y la habilitación de nuevos candidatos y alianzas, explicó el senador Oscar Ortiz, de la bancada opositora a Morales.
“Tenemos que generar confianza en la población”, dijo Omar Aguilar, senador por el partido del expresidente.
Mientras tanto, los mediadores de las Naciones Unidas y la Unión Europea celebraron el acuerdo y agradecieron la disposición de todos los sectores.
En el acuerdo, impulsado por la Iglesia Católica, se establece que habrá un monitoreo internacional en las nuevas elecciones, según explicó el enviado de la ONU, Jean Arnault.
Después que en las elecciones se encontraran irregularidades en el conteo de votos –según una auditoria de una misión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA)– Morales, acorralado por protestas a las que se unieron policías y militares, renunció el 10 de noviembre y posteriormente se fue a México, donde ha recibido asilo.
Según las imágenes televisivas, las ciudades como Cochabamba y Santa Cruz tenían tránsito vehicular. El comandante de la policía en Santa Cruz, Miguel Mercado, informó que las carreteras están expeditas.
El sector social afín a Morales se comprometió a replegarse de los bloqueos mientras les den garantías.