La administración de Donald Trump generó otra oleada de críticas en su contra tras los recientes despidos masivos en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), una agencia clave para el monitoreo climático y oceánico de Estados Unidos y del mundo.
Los recortes, que han afectado a más de 1000 empleados, llegan en un momento crítico para el planeta, con océanos que alcanzan temperaturas récord y fenómenos climáticos extremos en aumento, refirió un despacho de la cadena CNN publicado en su portal web.
When tornadoes strike, NOAA scientists are key to keeping people safe. But with recent layoffs, former NOAA scientist Tom Di Liberto worries vital warnings might come too late. Is cutting science worth the risk? #CNNThisMorning pic.twitter.com/j1cFL8wi8u
— CNN This Morning with Audie Cornish (@CNNThisMorning) March 18, 2025
Entre las víctimas de la ola de cesantías se halla Heather Welch, una ecóloga marina con casi una década de experiencia en la NOAA, quien fue despedida junto con cientos de colegas mediante un correo electrónico que le dio apenas 90 minutos para abandonar su puesto.
Su trabajo era crucial: mapear los movimientos de animales marinos para evitar colisiones entre barcos y ballenas, además de optimizar las capturas pesqueras sin dañar otras especies. Ahora, ese tipo de investigación está en peligro.
Los despidos han dejado “agujeros por toda la NOAA”, según Sarah Cooley, científica climática.
La agencia, que ya estaba escasa de personal antes de los recortes, enfrenta ahora serias limitaciones para cumplir su misión.
Entre sus funciones más importantes está el monitoreo de los océanos, cuyos cambios extremos —como temperaturas récord durante 450 días consecutivos entre 2023 y 2024— tienen profundas repercusiones para la vida silvestre, las economías y la seguridad humana.
Impactos globales: desde huracanes hasta la salud pública
El debilitamiento de la NOAA podría tener consecuencias catastróficas, dado que sin datos precisos sobre fenómenos como El Niño y La Niña, que afectan patrones climáticos globales, las comunidades costeras y las economías mundiales quedan expuestas a riesgos mayores.
Además, el aumento de las temperaturas oceánicas alimenta tormentas más intensas, como el huracán Helene en 2024, que dejó decenas de muertos e inundaciones históricas en Carolina del Norte.
A su vez, el exceso de calor está matando la vida marina y causando un blanqueamiento catastrófico de los arrecifes de coral.
Por su parte, un sistema clave de corrientes oceánicas está mostrando signos de inestabilidad, y los investigadores se esfuerzan por entender si podría colapsar y cuándo, un evento potencialmente catastrófico que cambiaría el clima en el hemisferio norte, observó el despacho de la CNN.
Otro riesgo creciente es el auge de bacterias carnívoras como Vibrio, que prosperan en aguas más cálidas.
Sin capacidad para monitorear esas condiciones, las comunidades costeras enfrentan una amenaza directa a la salud pública. Según Cooley, “sin previsiones precisas… vamos a tener más gente en peligro”.
Torpeza estratégica: China viene detrás del liderazgo abandonado
Mientras Estados Unidos desmantela su capacidad científica y tecnológica en áreas críticas como la investigación oceánica, otros países avanzan rápidamente.
China, por ejemplo, está invirtiendo fuertemente en ciencias oceánicas, lo que podría consolidar su posición como líder global en esta área estratégica. “Con estos recortes… estamos cediendo ese poder”, advirtió Douglas McCauley, profesor de Ciencias Oceánicas.
Además del impacto científico y económico, estas decisiones tienen implicaciones geopolíticas. La retirada estadounidense deja un vacío que otras naciones están ansiosas por llenar.
El costo humano: ciencia perdida y vidas en peligro
Los despidos masivos no solo afectan a los científicos actuales; también representan una pérdida incalculable para futuras generaciones.
Jóvenes investigadores como Allison Cluett han visto truncadas sus carreras antes siquiera de despegar. Esto es especialmente preocupante dado el potencial económico y ambiental que ofrece la “economía azul”, desde energías limpias hasta pesca sostenible.
La administración Trump ha sido criticada por tomar decisiones que no solo debilitan a Estados Unidos, sino que también aumentan los riesgos globales.
Desde recortes científicos hasta políticas exteriores agresivas e impredecibles, estas acciones están configurando un mundo más inseguro para todos.
“Todos los datos meteorológicos que usas, ya sea en una aplicación de tu teléfono o en la televisión, provienen en gran parte del Servicio Meteorológico Nacional y la NOAA: los satélites, los radares y el modelado”, explicó uno de los despedidos, Andy Hazelton, meteorólogo federal especializado en modelado de huracanes.
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En palabras del científico Tom Di Liberto, “debido a estos despidos, estamos menos seguros que ayer”.
Pese a su juventud y con quince años de experiencia profesional, Di Liberto está considerado un gurú en los pronósticos climáticos y ha intervenido en numerosas investigaciones en África, América Central y la isla La Española, que comparten Haití y República Dominicana.
“Estos recortes innecesarios, justo antes de la temporada de tornados y huracanes, no tienen otro propósito que reducir nuestra preparación ante fenómenos climáticos extremos, sin generar ningún ahorro. La NOAA siempre ha sido fiel a su misión de servir al público estadounidense. Estos despidos hacen lo contrario”, remató el experto.