Al menos 34 cadáveres han sido recuperados y otras 30 personas siguen desaparecidas luego de que un deslizamiento de tierra causado por el tifón Mangkhut haya sepultado una mina en el norte de Filipinas, donde decenas de personas se habían refugiado.
El deslizamiento de tierra golpeó este sábado la remota ciudad de Itogon, en la provincia montañosa de Benguet, unos 200 kilómetros al norte de la capital Manila. Benguet fue una de las zonas más afectadas del sudeste asiático por un tifón que genera pánico en China y Hong Kong. El supertifón Mangkhutde categoría cinco ya barrió además la región filipina de Luzón el sábado, causando destrucción en casas y cultivos, y causando inundaciones masivas: registró vientos de 305 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y olas de hasta 6 metros.
En Itogon, cuando golpeó la tormenta, parte de la montaña se derrumbó en la parte superior envolviendo en barro la mina que había debajo y atrapando a los que estaban dentro. Los primeros equipos de rescate fueron civiles y bastante precarios: usaron palas y sus manos desnudas para quitar los montículos de suelo rocoso. Cientos de rescatistas en filas formaron una cadena humana para remover rocas, escombros y troncos de árboles en el área de búsqueda. El domingo llegaron los equipos de rescate nacioanles.
Voces oficiales
Según el portavoz presidencial, Harry Roque, al menos 43 cuerpos han sido sacados del barro. Ricardo Jalad, el jefe de defensa civil de Filipinas, dijo que tan pronto como pudieron los rescatistas del Estado corrieron para tratar de encontrar sobrevivientes en el barro. El ejército y la policía fueron apoyados por equipos de ingenieros y geólogos.
El secretario de Medio Ambiente filipino, Roy Cimatu, sobrevoló al área hoy lunes para investigar qué había pasado: “No nos detendremos hasta que recuperemos a todas las personas, esperemos vivas”, dijo.
El alcalde de Itogon, Victorio Palangdan, dijo que la policía había tratado de hacer que los mineros, que estaban trabajando ilegalmente en la mina de oro en desuso, abandonaran el barracón antes del golpe del tifón, pero que estos se habían negado. “Pensaron que estaban realmente seguros allí”, dijo el alcalde el domingo. El lunes, Palangdan, habló con agencias de prensa y les dijo: “Creemos que esas personas allí atrapadas, quizás el 99%, ya están muertas”.