Esta semana el presidente de Estados Unidos volvió a condenar a Irán en la ONU, además de proponer nuevos boicots. Sin embargo, la Unión Europea, China y Rusia han establecido un plan para eludir las sanciones unilaterales de Estados Unidos destinadas a paralizar la economía persa y obligar a los iraníes a renegociar el acuerdo nuclear firmado en 2015.
Según Simon Tidall, columnista internacional del diario inglés The Guardian, “la ignorancia fatal del presidente podría resultar en un conflicto mucho más grande que cualquier crisis conveniente fabricada para los exámenes de mitad de período”. Y frente a eso, y a los negocios perdidos, intentan reaccionar europeos, rusos y chinos.
Los diplomáticos europeos esperan que la medida propuesta, conocida como “Vehículo de Propósito Especial (SPV por su sigla en inglés)”, ayude a persuadir a un Irán cada vez más reacio a permanecer dentro del acuerdo.
El SPV ideado por la Unión Europea en consenso con Rusia y China, sería algo así como un sistema de trueque que pueda evitar sanciones del Tesoro de los Estados Unidos. Por ejemplo, Irán podría enviar petróleo crudo a una empresa francesa, acumulando créditos que luego podrían utilizarse para pagarle a un fabricante italiano por los bienes enviados por otro lado, sin que ningún fondo atraviese las manos iraníes o el sistema bancario ni iraní ni norteamericano.
Se establecería un intermediario financiero multinacional respaldado por el Estado europeo y con el ok ruso-chino, para manejar tratos con compañías interesadas en transacciones con Irán y con contrapartes iraníes. Cualquiera de esas transacciones involucraría euros y libras esterlinas en lugar de dólares por lo que haría salir de la cadena a los Estados Unidos.
En el marco de la asamblea general de la ONU en Nueva York, Federica Mogherini, jefe de asuntos exteriores de la UE, dijo que el SPV estaba diseñado para facilitar los pagos relacionados con las exportaciones iraníes, incluido el petróleo, y las importaciones, siempre que las firmas involucradas estén llevando a cabo un negocio legítimo según la legislación de la UE.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Irán, Hassan Rouhani, destacó el compromiso continuo de Teherán con el acuerdo y acusó a Estados Unidos de presionar a otros países para que violen el acuerdo nuclear. “Confrontar el multilateralismo no es un signo de fortaleza”, dijo. “Más bien, es un síntoma de la debilidad del intelecto. Traiciona la incapacidad de comprender un mundo complejo e interconectado “, concluyó Rouhani.
El secretario de Estado del presidente estadounidense Donald Trump, Mike Pompeo, al dirigirse a un grupo de presión anti-Irán, dijo que estaba “perturbado y profundamente decepcionado” por el plan de la UE. “Esta es una de las medidas más contraproducentes que se pueda imaginar para la paz y la seguridad regionales y globales”, dijo Pompeo.
La propuesta de SPV es adicional a un estatuto de bloqueo aprobado por la UE en agosto que teóricamente hace que las empresas de la UE sean inmunes a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Richard Nephew, un ex funcionario de Barack Obama y autor de un libro sobre la historia de las sanciones norteamericanas a terceros países (“The Art of Sanctions”), expresó su escepticismo en Twitter, diciendo que para que la SPV sea viable las firmas europeas, muchas de ellas con empleados estadounidenses o subsidiarias de EE. UU, deben estar preparadas para tomar el riesgo de ser sancionadas por los Estados Unidos. Nephew opina “que pocas empresas tomarían ese riesgo, fuera de algunas PYME -pequeñas y medianas empresas- que dependen fuertemente de Irán para sus ingresos”.
Jarrett Blanc, otro ex asesor de Obama para el acuerdo con Irán, no cree que eso sean tan así y hasta advirtió que el plan de Trump puede devaluar el poder norteamericano: “Este tipo de mecanismos de pago como el que propone la UE abre la puerta a una degradación a largo plazo del poder de sanciones de Estados Unidos”.
Trump anunció en la ONU nuevas sanciones a Irán que incluyen a las exportaciones petroleras de ese país: el corazón de la tambaleante economía iraní. Sin embargo, países como India y Rusia, continuarán comerciando con Irán y desafiando a los EE. UU. Ambas diplomacias ya han afirmado que en realidad es Estados Unidos, rompiendo el acuerdo multilateral con Irán y no ellos, quién está violando Resoluciones de la ONU. En Bruselas, la diplomacia europea opina parecido.