Es por un nueva ofensiva dirigida por Arabia Saudita, que se reanuda esta semana en la ciudad portuaria de Hodeida. La situación humanitaria de Yemen empeora tras el fracaso de la conversaciones de paz en la ONU. Al menos 300,000 personas quedaron expuestas a los ataques saudíes y, sobre todo, aisladas de la ayuda humanitaria.
Yemen es un tercer país que Arabia Saudita y Emiratos Árabes por un lado contra Irán y Qatar del otro, han elegido para llevar al terreno su guerra geopolítica. El conflicto estalló en 2015 y ya lleva unas 15 mil víctimas y cientos de miles de desplazados.
Todo va para peor
La coordinadora humanitaria de la ONU, Lise Grande, dijo en un comunicado que “la situación se ha deteriorado dramáticamente en los últimos días. Las familias están absolutamente aterrorizadas por los bombardeos y los ataques aéreos”.
El jueves pasado, la coalición militar liderada por Arabia Saudita que ataca a los rebeldes Houthi se apoderó de la carretera principal del país hacia la estratégica ciudad portuaria de Hodeida, lo que debilitó el control de Houthi sobre el suministro de ayuda humanitaria en el país.
“Los molinos en Hodeida alimentan a millones de personas”, dijo Grande. “Estamos particularmente preocupados por el molino del Mar Rojo, que actualmente tiene 45,000 toneladas de alimentos en el interior, suficiente para alimentar a 3,5 millones de personas durante un mes. Si los molinos están dañados o alterados, el costo humano será incalculable “, dijo.
Regreso de las hostilidades
La coalición que lidera Arabia Saudita reinició su ofensiva en la ciudad el fin de semana pasado después de que las conversaciones patrocinadas por la ONU en Ginebra no pudieron despegar. No está claro si la coalición militar, que incluye fuerzas saudíes, emiratíes y yemeníes locales, planea intentar ingresar a la ciudad.
“La entrada principal de Hodeida que lleva a [la capital] Sana’a se ha cerrado después de que fuerzas respaldadas por los Emiratos Árabes Unidos tomaran el control de la carretera”, dijo la coalición en un comunicado.
Los saudíes argumentan que el puerto es utilizado por hutíes respaldados por Irán como una forma de extraer ingresos y contrabandear armas. El miércoles, el secretario de Estado de los EE.UU., Mike Pompeo, descartó las afirmaciones de que los bombardeos de Arabia Saudí violaban el derecho internacional humanitario. Las exportaciones de armas certificadas a Arabia Saudí podrían continuar.
El departamento de Estado dijo que los sauditas estaban tomando medidas evidentes para proteger las vidas civiles. Pompeo se vio obligado a salir a hablar, después de que el Congreso le exigiera por ley que examinara si los saudíes “seguían las reglas de la guerra”.
El departamento de Estado estadounidense desarrolló su posición: “La administración de Trump ha dejado en claro que poner fin al conflicto en Yemen es una prioridad de seguridad nacional. Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con la coalición liderada por Arabia Saudita para garantizar que ellos y los Emiratos Árabes Unidos mantengan el apoyo a los esfuerzos de la ONU para poner fin a la guerra civil en Yemen, permitir el acceso sin trabas para la prestación de apoyo comercial y humanitario; y emprender acciones que mitiguen el impacto del conflicto en la infraestructura civil”.
Es probable que el respaldo sea visto como una luz verde para que la coalición saudita continúe con su ataque contra los houthis apoyados por Irán. Escribiendo para el Washington Post, Yousef al-Otaiba, el embajador de los EAU en los Estados Unidos, describió la guerra como una batalla para derrotar a Irán y Al Qaeda, y agregó que Qatar había estado respaldando a las fuerzas vinculadas a Al Qaeda. Qatar tuvo un derecho a réplica en el mismo periódico negando todo.