Recuerdo una noticia que llamó mi atención hace unos años. En la prensa se hablaba de una situación crítica con la producción de cerdos en una provincia del país. El problema, se decía, era que la capacidad de sacrificio era menor que la producción de cerdos en pie. Esto obligaba a los productores a extender, por más tiempo del aconsejable, la alimentación de los animales, lo cual les ocasionaba pérdidas y no solo perjudicaba a los productores, sino también a toda la cadena de producción.
Sin embargo, aquella noticia era alentadora para mí, significaba que la producción era tal que las capacidades “industriales” de beneficio[1] en aquella provincia quedaban cortas. No son muchas las veces que algo así ocurre en nuestro país. Confirmaba lo atinado de un programa de desarrollo productivo exitoso implementado por el Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) para incentivar la producción de tan importante proteína, que combinaba las fortalezas de la organización estatal encargada del fomento de la producción porcina y las del sector no estatal. Ese programa se basaba, además, en convenios (contratos) en los cuales la parte estatal entregaba pre cebas (cerdos pequeños de entre 10 y 12 kg) a un precio determinado y una parte del alimento a los productores no estatales y estos últimos entregaban, meses después, una cantidad de animales listos para el sacrificio.
Ese programa al parecer funcionó tan bien que el llamado “mamífero nacional” llegó a ser casi asequible para todos, incluso en los llamados mercados de oferta y demanda, donde sus precios oscilaban entre 25 y 30 pesos la libra de lomo, pierna y paleta y alrededor de 15 pesos la libra de costillas. ¡Vaya tiempos aquellos en que siempre había puerco en la tarima!
Hoy la presencia de la carne de cerdo en las tarimas resulta esporádica y su precio (oficialmente topado) está muy por encima de aquellos tiempos en que la libra de pierna con hueso a 25 CUP nos parecía un precio exagerado. Lamentablemente hoy, no sé por qué razón, la Oficina Nacional de Estadística no publica (antes sí) el boletín de precios del mercado informal, donde aparecían los precios de los productos agropecuarios. Aquel era un magnifico instrumento para conocer mejor la evolución de este factor y la relación oferta-demanda de diferentes productos.
Es cierto que han concurrido circunstancias muy especiales que han disparado la demanda del producto, la mayoría asociadas a dos factores: crecientes dificultades financieras para adquirir alimentos y otros productos necesarios para la producción de carne de cerdo (en buena parte agravadas por la administración Trump) y la actual pandemia por COVID 19 que ha incrementado la demanda sobre todos los productos alimenticios. Esta situación se combina con una oferta débil e inestable de otros productos como el pollo, el perro caliente, y otros embutidos, así como la ausencia perenne del pescado, lo cual ha generado comportamientos fuera de lo “normal” en los consumidores, caldo de cultivo para esa figura que nos acompaña desde hace tanto: los revendedores.
Sigamos la pista al mamífero nacional. Vayamos a los datos públicos[2].
La existencia de ganado porcino experimentó incrementos sistemáticos desde el año 2013 hasta el 2018, último año con datos disponibles. Para el 2018, las existencias eran de 2 289 100 cabezas, de las cuales 820 600 pertenecían a empresas estatales (35%). Entonces puede afirmarse que la mayor parte de la existencia de ganado porcino descansa en el sector no estatal.
Hay que tener en cuenta, además, que el estado cubano subsidia una parte de la producción a través del subsidio a los precios de los alimentos necesarios que entrega a las empresas porcinas.
La entrega de ganado porcino a sacrificio se comportó como muestra la tabla siguiente:
Varias cuestiones a notar hasta el 2018, lamentablemente no tenemos cifras del 2019 aún:
- Las entregas a sacrificios han mantenido un comportamiento moderado al alza, aunque con un ligero decremento en 2018 respecto a 2017. De mantenerse ese comportamiento en el 2019 las entregas a sacrificio también habrán disminuido.
- En la estructura de las entregas, contrariamente a lo que pudiera esperarse, es el sector estatal quien más aporta con el 64,8%. Las razones por las cuales ocurre este aparente contrasentido no las conozco, pudiera ser que una parte del cerdo producido en el sector campesino se sacrifica fuera de los lugares oficiales y va directamente a formas de comercialización como los mercados agropecuarios o los restaurantes privados.
- Destaca además la reducción experimentada en las entregas del sector no estatal comparando el año 2013 con el 2018. Ello puede estar determinado por la reducción de los contratos o convenios entre el sector estatal y el sector privado.
La producción industrial de carne de cerdo entre el 2014 y el 2018 se comportó como muestra el gráfico siguiente:
También en este caso la producción creció. Si comparamos el 2014 con el 2018, ese crecimiento fue de mas de 30 000 toneladas. No es posible saber si ese crecimiento se corresponde con el potencialmente posible pero si sabemos que está lejos de satisfacer la demanda y aún menos las necesidades del país.
Una parte importante de la carne de cerdo en Cuba se comercializa en los mercados agropecuarios. De los cinco tipos diferentes de mercados agropecuarios que existen en el país, a los efectos de la comercialización de la carne de cerdo en piezas, tres de ellos son relevantes.
Algunos aspectos a notar:
Los mercados agropecuarios estatales son responsables de más del 90% del total de la carne de cerdo en piezas que se vende en los mercados agropecuarios. La sensibilidad de la demanda ante cualquier variación de la oferta debe impactar de forma directa en los precios, empujándolos hacia arriba.
Las otras dos formas de mercado (ambas estatales) apenas alcanzan entre las dos el 10% del total de ventas.
En el 2019, las ventas de este tipo de producto en los mercados estatales disminuyeron un 8%, mientras que en los llamados mercados de oferta y demanda y en los puntos de venta se incrementaron en 17,7% y 5% respectivamente.
Una parte de las ventas de carne de cerdo en los mercados de oferta y demanda y en los puntos de venta procede de criadores individuales, muchas veces en patios de viviendas o en pequeñas parcelas, por lo general esos animales no están contabilizados dentro del rebaño que la estadística oficial recoge, así que tenemos más puercos que lo que los números dicen.
Sin embargo, el camino del corral a la tarima es como aquella canción que cantaba Farah María: un “camino largo”; o como aquella otra famosa de los Beatles: el largo y tortuoso camino. Incluye a: criadores, parte de los cuales (y no la más pequeña), crían cerdos para sobrevivir; al matadero o losa sanitaria de sacrificio; a los “transportistas privados” ( un tractor particular, un carretón de caballo, un bicitaxi, una carritilla); al propio mercado agropecuario de oferta y demanda y sus regulaciones; y a aquellas otras regulaciones externas a ese mercado (que muchas veces dificultan el abasto desde otras provincias hacia el gran mercado de la Habana, el mayor de todos y el de más poder adquisitivo)[3] y regulaciones de precios.
A diferencia de lo que ocurría dos o tres años atrás, hoy el precio de compra en pie de la carne de cerdo en la Habana y sus alrededores está entre 27 y 30 pesos la libra, el precio de venta a los consumidores ha sido topado a 40 pesos/libra para pierna, paleta y lomo y 25 pesos para las costillas. Los costos del camino largo incluyen el pago del sacrificio y beneficio, de la transportación hacia el matadero y hacia el mercado agropecuario (incluye el pago por la estiba) y el pago de la tarima; todo ello puede generar unos costos fijos de operación que están entre los 300 y 400 pesos. Un puerco merma un 30% más o menos.
Cuando el precio en pie de la carne de cerdo se pagaba a 12 y 13 pesos la libra en pie, hace ya mucho tiempo, en una galaxia lejana, el consumidor pagaba a 25 pesos/ libra pernil y lomo, a 22 pesos/libra paleta y entre 15 y 18 las costillas. Luego, cuando los precios de compra en pie subieron hasta 22 cup los precios de venta en tarima alcanzaron hasta los cuarenta pesos. Hoy, la situación es otra, totalmente distinta, pues los precios en pie han llegado a los 30 cup. Entonces, mantener el tope de precio a 40 cup para pierna y paleta y a 25 para las costillas parece no ser un buen incentivo para que la carne de puerco haga ese camino del corral a la tarima. Parece que debe volver a pensarse este asunto.
Me parece inconcebible que en Cuba haya que pagar un kilo de carne de cerdo a precios parecidos a los de España. Todo parece indicar que topar los precios no conduce a estimular el crecimiento de la oferta en estos mercados (de oferta y demanda), que por demás, apenas es el 10% de la oferta total de carne de cerdo. Es cierto que es un precio prohibitivo para muchos cubanos, sin embargo, queda la opción de los mercados agropecuarios estatales, que es el 90% de la oferta y que sería susceptible de ser incrementada directamente desde las producciones estatales a precios más asequibles, de existir producción suficiente.
También es cierto que no es una solución de corto plazo, pero tampoco lo es de muy largo plazo, pues en 120 días se logra cebar un cerdo (85 – 90 kilos) incuso sin el mejor alimento.
Relanzar los programas de cría por convenio entre la Empresa Porcina y los productores privados y poner precios de compra estimulantes pudiera volver a incrementar la producción y las entregas a sacrifico. Tres factores aquí son decisivos:
- Precio de venta de las precebas a los privados
- Precio de compra de los animales listos para sacrificio a los privados.
- Precio de venta del alimento a los privados.
- Cierta garantía en el alimento.
A más largo plazo, sabiendo que el alimento es decisivo y que Cuba lo importa, y aquí es donde está el cuello de botella, sería bueno estudiar la posibilidad de encadenar productores agrícolas a la producción de maíz, soya y miel; además de los nuevos alimentos proteicos, más la posibilidad de recuperar la producción de torula. Otra medida sería que, en vez de subsidiar el pienso importado, se otorguen créditos muy blandos y con períodos de gracia largos, al menos en un inicio, a los productores nacionales de alimentos para la producción de carne de cerdo. El maíz es un cultivo de ciclo corto, hay variedades ya probadas en Cuba, que alcanzan hasta 10 toneladas por hectárea, quedan más de 800 000 hectáreas sin cultivar en Cuba. Es casi kafkiano, no tener carne de cerdo por no tener alimentos teniendo tierra para sembrar incluso alimentos de calidad. Incluso de esa soya tan ansiada, ya en los años treinta, en la Estación Experimental de Santiago de las Vegas se obtuvieron variedades adaptadas a nuestras condiciones que estaban relativamente cercanas al rendimiento mundial de aquella época. Pensemos como país.
Quisiera recalcar que una tonelada de carne de cerdo permite producir 5 toneladas de productos cárnicos.
La producción de carne de cerdo es tan estratégica para Cuba que fue también uno de los objetivos de los ataques de la CIA, cuando introdujo en el país la fiebre porcina, que obligó al sacrificio masivo de las poblaciones de cerdos y casi llevó a cero su producción.
Así pues, recuperar la capacidad de producción de carne de cerdo, lograr prácticamente el autoabastecimiento, fue más que un logro productivo, un símbolo de la capacidad de Cuba para resistir y vencer los ataques del gobierno norteamericano contra nuestro país. La recuperación de esa producción fue también histórica.
Garantizar “el puerco nuestro de cada día” es, sin lugar a dudas, estratégico y no solo ahora en estos tiempos de COVID. Existen personas con experiencia en este tipo de producción y todos los días se prueban, e incluso innovan para suplir carencias. Hombres y mujeres para producir hay, tierras hay, necesidad hay y demanda también hay, es más que suficiente.
Sin dudas los gobiernos locales pueden tener un papel mucho más activo en este asunto, incentivando también esa cría cuasi artesanal que puede hoy ser de muchísima ayuda.
Mejoremos incentivos, actualicemos regulaciones, facilitemos el camino. “No podemos seguir haciendo las cosas de la misma manera”.
Notas:
[1] Procesamiento del animal para la venta de la carne.
[2] Tenemos dos fuentes de datos para ello, los capítulos 9 y 11 Del Anuario Estadístico Cuba 2018 y la publicación de Ventas de Productos Agropecuarios 2019, todos de la ONEI.
[3] Un día hojeando los libros de recortes de noticias de Carlos Rafael Rodríguez, por suerte conservados en el Centro de Estudios de la Economía Cubana, descubrí que al Mercado de Cuatro Caminos llegaban camiones cargados de plátanos machos desde Manzanillo, pescado fresco capturado en la Bahía Nipe y trasladado a la Habana, por tren, desde el puerto de Antillas y, por cierto, todo llegaba mayoritariamente en buenas condiciones.
Soy de Placetas Villa Clara, nuesto municipio producia mas Toneladas que varias provincias juntas, el mayor productor de Cuba, El pollo del arroz con pollo esta en las deudas de Pienso que tienen con los productores que muchas pasan del año, Si bien es necesario dejar de importar la Soya y el Maiz la sustitucion debia ser escalonada, para evitar la existente afectacion, cuando tengas en la mano el nacional dejas de traer del exterior asi de sensillo, y pagar bien al productor, si firmas un cheque por millones para un barco se soya, no puedes pensar que un productor nacional va a producir por unos cientos, asi todos se venefician….es mi opinion…gracias…
Claro que el profesor tiene razón. Yo no soy ciego ni digo que el injusto bloque norteamericano sea una de las causas tangibles y presentes en el difícil camino a un desarrollo. Solo también soy capaz de ver de igual manera que también existe el llamado bloqueo interno, que no es más que ese inmenso miedo de soltar a las fuerzas productivas de este país. Todo se reduce a ese temor “holocaustico” de productores y servicios privados con legalidad , derechos y garantías.
En el momento en que eso se despoje, sea en el 2021 o 2060, ya entonces veremos cuantitativamente cuanto porcentaje representa el bloqueo interno con respecto al total. Sí, este pueblo es la croqueta entre 2 panes, esa es la mayor verdad. Un pan trata de gritar alto para que la croqueta lo ame y odie al otro pan, pero al final, este pueblo es quien pierde en todo.
Sigo sin entender, después que pude ver muchos de sus videos en instituciones estatales, entre ellas del MININT, por qué no se publican sus comentarios en la prensa o aparece en espacios sobre el tema económico.
De todos modos, en cuanto al tema que propone, además de las afectaciones que han disminuido el apoyo estatal del pienso en los convenios, que nunca fue suficiente y siempre los criadores han debido buscar sus alternativas, adquiriendo “por la izquierda” pescado para hacer pienso, además de otros alimentos y piensos de otros programas pecuarios, como la cría intensiva toros de ceba.
Además, entre las afectaciones está que, en las ciudades, existían muchos criadores aislados, casi unitarios,que criaban para levantar su economía particular; un objetivo determinado (por ejemplo comprar un equipo electrodoméstico, etc.) Que incrementaba la oferta, y que hoy se ha eliminado por el peligro de propagación de la epidemia del dengue o el cólera.
Y también entra las excesivas y prolongadas deudas por impago de los encargados de este programa por la agricultura y los mercados estatales.
Por ellos se hace necesario, una vez más, y ahora mas apremiante, lograr incrementar la cría de cerdos, dependiendo en gran medida de alimentos que se cosechan para eso, pues el llamado pienso líquido va a tener afectaciones, por la baja del turismo, el momento de reabrir escuelas, centros de trabajo donde se pueda recolectar, etc.
También debe estimularse la cría de conejos, con muchas exigencias pero posible; la cría de pollos, recordar aquellos programas del plan turquino o similares; la cría de ocas, que en su momento las llamaron obreras agrícolas, porque dejaban en la tierra los lugares donde pastaban. También estimular la cría de peces, pues durante el periodo especial muchos conocimos la tenca, hoy desaparecida prácticamente, y ya ni se ve tampoco la vilipendiada claria.
Todas estas actividades deben hacerse respetando los elementos que antes dieron resultado, sobre todo en las garantias de la alimentación necesaria para levantar los pies de cría, los medicamentos, las condiciones de mantenimiento de los rebaños. Adaptar lo que de positivo se ha obtenido con la producción lechera, etc.
Por último, desterrar los prejuicios y trabas que impiden el desarrollo de la masa ganadera, olvidando planes y programas de antaño, permitiendo el consumo de alguna cabeza por cantidad de crías llevadas a un peso comercial y tabulación, o su comercialización al turismo, restaurantes privados o estatales, convenios entre estos,etc.
También está la propuesta hecha por Ud. en anteriores artículos, inversión extranjera, donde pueden entrar emigrados con suficiente capital y hasta mercado.
La crisis alimentaria va a perdurar en el tiempo, Cuba está muy lejos de lograr su autoabastecimiento, también esa demanda se incrementará, los países del Caribe serán afectados por el turismo, o el NO turismo, muchos países poderosos tratarán de protegerse y pelearemos en muy desiguales condiciones, el bloqueo cual el dinosaurio, estará ahí, como he dicho anteriormente en otros comentarios acerca de estos temas que involucran a Cuba.
Espero que tal como dijo Einstein, de las grandes crisis, para Cuba otra más, deben salir grandes soluciones.
Cuba tendrá como importante moneda de cambio en este mercado su ciencia, que incluye a los médicos, esa será una de sus fortalezas.
Muchas gracias por la publicación ante todo…Considero que la producción de carne de cerdo depende de muchos factores, comenzando por la carencias de materias primas (Piensos y medicamentos) las cuales como opinamos muchos no está garantizada, si el costo de alimentación es alto, todo lo que continua se eleva. Soy un pequeño productor privado que decidió abandonar esta actividad hasta que mejoren las circunstancias…Pero me alegra que existan personas analizando y comentando sobre la actividad…es una manera de evaluar las dificultades y las posible soluciones…Gracias a todos.
El bloqueo existe desde hace 60 anos, los precios de los alimentos siguen subiendo cada ano…y sun asi insistimos en seguir comprando afuera….la respuesta esta en el propio articulo, pensar como pais….pero amigo Triana, eso no va a pasar mientras la economia este atada a lineamientos, muy poco economicos, racionales y logicos….para muchos es mejor o mas politicamente correcto, tener a los cubanos haciendo maromas para comer todos los dias,(maromas que los que dirigen no hacen, lo tienen todo en la mesa), en vez de liberar, (palabra a la que le tienen miedo) las fuerzas productivas……mientras los dirigentes vivant diferente al pueblos, nada va a cambiar….Viva el Che!…por que fue el unico que vivio como el pueblo..
Un abrazo
Antonio
Muy bueno su comentario. No puede ser casualidad que todos los dirigentes, provincia X provincia estén obesos. Dirigentes, de Municipio para arriba. Todos están “cebados”. Y es porque tienen sus problemas de alimentación resueltos, por tanto, no saben la realidad que viven los cubanos para hacer una comida digna y alimenticia, diariamente. Y mientras esos que dirigen no “sientan como pueblo” será imposible que el pueblo “piense como pais”
Muy interesante e instructivo el artículo pero hay un aspecto que no se trató y es el relacionado con el cobro de impuestos a los productores agropecuarios a partir del 2019 y que ha desestimulado la producción de carne de cerdo.
saludos, Rodolfo
Importante lo que planteas. Esos impuestos progresivos solo desestimular al productor. El año pasado un productor me lo dijo, que este año se verían horrores con la carne de puerco, y así fue.
Mi abuelo fue campesino privado toda su vida y me cuenta que alimentaba sus crías con palmiche, maíz y yuca que a su vez eran de su propiedad. En ese momento había 3 millones de campesino que cuidaban cada palma. No hacía falta importar ningún alimento, así que la falta de alimento no es la razón.
Cada vez que el Estado se involucra en un precio, el producto desaparece por arte de magia.
En esta semana un amigo fue a San José a traer un puerco para La Habana y lo metieron preso el día entero porque está prohibido, al parecer entrar esa carne para la ciudad. Creo que el bloqueo interno es lo que no deja desarrollarnos.
Excelente profesor.
Y cuando autorizamos (ni siquiera hablamos) que se pueda criar, matar y vender ganado vacuno? Vaya, que tengamos el mismo derecho que el del porcino. Eso sería un complemento serio para resolver el problema del abastecimiento de la carne a los cubanos, y con eso casi somos felices…!!!
Y por favor sobreponerse a cualquier argumento de tipo “No es estratégico porque no se garantizaría la leche de los niños” o similar.
Delegados de la Asamblea, favor apoyen
Esas estadísticas muestra la distorsión que hay en Cuba con los datos. Es un contrasentido si, que estén en manos del sector privado más cabezas de ganado porcino que en el sector estatal, y sea este último el que mayor animales entregue a sacrificio. ¿Será que como los convenios entregan a la empresa porcina, está se apropia esos números?
Creo que en el 2018 salió en una Mesa Redonda que ese año se logró un pico histórico, de niveles similares a antes del periodo especial. Increíble que ya al año próximo el panorama era otro. ¿Habrá sido por eso que para el 2019 impusieron los impuestos progresivos que lo único que hacen es desmotivar, desestimular?
Sencillamente las trabas burocráticas obstaculizan el “mercado”. El productor no puede acceder directamente a insumos, a importaciones de los materiales que necesite. Para colmo le pagan a destiempo. ¿Cómo es posible que existan impagos de meses, a ese productor que entregó en tiempo sus animales listos para el sacrificio?
Este es un ejemplo específico de los estorbos que causan la burocracia al no “dejar ser” al sector privado. Los productores privados tienen mejores números que el sector estatal, y aún así le ponen todo un manto burocrático alrededor. Y ni hablar lo que han hecho con varios grandes productores porcinos que los han metido hasta preso. ¿Cómo no caer en delito si nada se puede comprar legalmente?
Intenté comercializar un software para la gestión de granjas porcinas, al final no se concretó su implantación. Al día de hoy seguro estoy de que siguen anotando los datos manualmente, en libretas, apuntes, archivo Excel. El papel lo aguanta todo. Con un software todo es distinto, habría control. Quizás por esto no lo aceptaron, más el hecho de haberlo desarrollado un grupo privado de desarrollo de software. Ha río revuelto, ganancia de pescadores…
Salu2
Juan Triana Cordovi= Redacción de Oncuba: Cobardes, le tienen miedo al debate??? dejen mi opinio entoces.
Ustedes son hiprocritas y cobardes, el pueblo de Cuba necesita Libertad, Respeto, Derechos Civiles, Dignidad…….. ustedes se venden por la miseria que les pagan en OnCuba y no hacen análisis que valgan la pena, si se dedicaran a Youtubers serian mas honestos y emplearían mejor sus tiempo y energías.
Susdiscursos y retóricas son totalmente demagógicos e hipocritas , denotan ser Cubanos indignos y de baja calaña. Ya basta de justificar a un gobierno tiranico, abusador, parasito , ineficiente, inepto, fracasado, mediocre……
Los gobiernos que reamente se respeten deben velar por el bienestar economico y desarrollo social de sus ciudanos, preocuparse porque sus ciudadanos tengan accesso a tener necesidades básicas cubiertas como agua potable, y alimentacion, preocuoarse de que los viales esten en buenas condiciones…… preocuparse porque los servicios comunales funcionen.
Lo que se debe denunciar en sus articulos es a ese gobierno socialista bananero, que se ha ROBADO y USURPADO la palabra PATRIA, gobierno que se ha hecho dueño de todoooo!!!, hasta de lo mas simple!!!!!, ese gobierno es el unico culpable de todos los males del pueblo Cubano. No solo de la produccion porcina, desaparecieron de una ISLA el pescado fresco, las frutas, los vegetales, el ganado vacuno, los productos lacteos, el cafe, las miniestras, los cereales,…… Por favor si les quedan algo de dignidad respeten a sus familias que son parte de ese pueblo.
Hola Dr. como siempre muy atinados sus comentarios, lo que me llamo la atención que no menciona sobre los impuestos que según creo unido a las calamidades que usted menciona en su artículo fue también un detonante en las carencias de la carne de cerdo.