Son muchas las buenas nuevas a pesar de la COVID-19 y del regreso de la capital a la fase epidémica. Casi todos los días nos sorprende una nueva medida para impulsar/ recuperar /dinamizar nuestra economía. Esas buenas nuevas en forma de medidas largamente esperadas se “agolpan unas con otras” como dice la canción.
Es bueno, sin dudas, notar que esta vez, parece que el pie que acelera nuestra reforma/ actualización o como se le quiera calificar a este proceso que nos ocupa en los últimos diez años, no va a abandonar el pedal del acelerador. Pero ojo: el orden en la secuencia es importante.
Aunque me ocuparé básicamente de las exportaciones de nuevo y creo que en esta columna por más de cuatro o cinco veces, quisiera apuntar que luego de la intervención de la Ministra del Trabajo anunciando que al fin, y gracias en parte a la COVID-19, se ha decidido eliminar la lista positiva que autoriza poco más de un centenar de oficios que pueden ser ejercidos por cuenta propia y crear una lista negativa de empleos que no podrán ser ejercidos, y a la vez, terminar con el carácter de “experimento” de las cooperativas industriales y de servicios y facilitar su creación como un actor más de nuestra economía, resultan de los mejores anuncios que podamos recibir. Para muchos de los economistas que durante años hemos defendido esa idea es una muy buena noticia. Cuando ello se concrete, ojalá más temprano que tarde, nuestro mayor deseo es que también contribuyan a incrementar y diversificar nuestras exportaciones.
En el foro debate dedicado a este asunto, al de las exportaciones, varias cosas me llamaron la atención, a continuación las enumero:
1. Existe una cierta confusión entre aquella primera medida que permite importar a cualquier ciudadano a través de las tiendas del grupo GAESA y esta otra medida que busca estimular las exportaciones, facilitando las importaciones de aquellos insumos que sean necesarios.
La primera, sin dudas, tiene fines recaudatorios e intenta recolectar los dólares y euros que andan por ahí, dentro o fuera de Cuba, estimulando el gasto de consumo de aquellos que puedan hacerlo.
Tener personas que puedan consumir, o sea, ser “demandantes efectivos” en tiempos en que los mercados se reducen y se ponen tan flacos como las vacas de la provincia de Las Tunas que murieron de inanición este año, es MUY bueno. La demanda efectiva es un factor dinamizador de cualquier economía, ese no es para nada un descubrimiento reciente.
La segunda, supongo tiene como objetivo principal estimular que muchos actores económicos logren exportar y contribuyan así a crear un flujo relativamente sostenido de divisas hacia nuestro país. En esta otra, entiendo yo, el propósito, más que recaudar por la operación, es estimular el gasto de inversión para facilitar las exportaciones futuras o el incremento de la producción y la oferta interna.
Si aplicáramos lo que conocemos acerca de la dependencia de las exportaciones cubanas de las importaciones y asumiéramos que el comportamiento en este sector será parecido, entonces hay que esperar que, al menos en los primeros momentos, la propensión a importar (para exportar después) sea muy alta.
Subrayo esto último ya que no tiene por qué haber una relación directa e inmediata entre lo que se importa y el incremento de las exportaciones, ni siquiera entre aquella y el incremento sustancial de la producción de bienes y servicios, aunque sin dudas la habrá, con el tiempo.
2. El interés de muchos trabajadores por cuenta propia (TCP) por poder hacer uso de esas facilidades.
Reacción esperada si tenemos en cuenta las restricciones de oferta de nuestro país. Existen en Cuba 600 000 trabajadores por cuenta propia, pero la cantidad de personas empleadas en el sector no estatal, que es mucho más que el TCP, rebasa el millón trescientas mil, ahí se incluyen también los artesanos, campesinos individuales y cooperativistas, que también padecen casi los mismos problemas de acceso a insumos.
Si suponemos que el uno por ciento de todas esas personas desea acceder a la importación o exportación y lograran concretar negocios de exportación, entonces tendríamos que nuestras 36 empresas de comercio exterior bendecidas tendrían unos nuevos 13 000 clientes, todo un regalo de mercado que nuestro gobierno les ha hecho. Si cada uno de esos nuevos clientes hiciera un par de operaciones de exportación y la misma cantidad de operaciones de importación, pues nuestras 36 escogidas estarían realizando unas 52 000 operaciones de comercio exterior al año. ¡Vaya que tendrán que cambiar para lograrlo!
Claro que no va pasar, pero bien vale la pena sacar esa cuenta de bodeguero para entender lo que pudiera ser la magnitud del mercado.
3. El desconocimiento de muchos sobre las “reglas de juego” que se definieron para este tipo de actividad.
Esto era muy esperado. A hacer comercio, por más cursos que se reciban, se aprende haciendo y quien nunca ha exportado e importado, no porque no haya querido hacerlo sino porque jamás se lo permitieron, pues no puede saber cómo se hace.
Es cierto que hoy tenemos en Cuba, gracias a esas mismas prohibiciones, miles de cubanos gestores de comercio exterior. Ellos son los fenicios del Caribe. Nadie, excepto la vida, la necesidad y su afán de mejora, le dio ningún curso. Todos encontraron una oportunidad en el desabastecimiento, la pobreza del surtido de nuestras tiendas de GAESA, en los precios exorbitantes de algunos productos, en la inestabilidad de la oferta. Ellos han movido miles de millones en ese comercio de hormiga y lograron competir y hasta ganar. Pero no es lo mismo, aunque lo parezca.
Tampoco la mayoría de nuestras empresas estatales de bienes y servicios saben exportar, también por una sencilla razón, porque nunca le dejamos hacerlo. Al centralizar y concentrar la actividad de comercio exterior en unas cuantas empresas bendecidas por no se sabe quién, le quitamos a la inmensa mayoría de nuestras empresas productivas, a sus empresarios y a sus empleados, la posibilidad de aprender y entrenarse en algo que, para Cuba, por su condición de isla, es esencial: saber hacer comercio exterior.
4. El encasillamiento de algunas respuestas para justificar / argumentar por qué toda la actividad tiene que hacerse a través de empresas estatales especializadas en esa actividad.
La más frecuente de todas esas respuestas es aquella que afirma que la actividad de comercio exterior es muy compleja, que requiere de conocimientos específicos, de estudios y análisis, de conocer el mercado y de que las empresas cubanas de comercio exterior tienen elevada experticia, y suficientes habilidades para “facilitar” la operación a costos y tarifas mínimas.
La evidencia, sin embargo, parece decir lo contrario. De una parte, tenemos a nuestros fenicios que realizan esa actividad todos los días sin apenas cursos, y lograron mover y colocar en este mercado un volumen tal de productos que puso en mala posición a las empresas estatales cubanas del sector. Aprendieron a comprar, a identificar productos, proveedores y clientes y a adecuarse a las reglas de la aduana del país. No tuvo el estado que gastar un centavo en capacitación, ni dietas y viajes a “comparadores” con decenas de cursos aprobados que frecuentemente compran lo que no se vende.
De otra, está el hecho real de que tener “bajo control” del estado el comercio exterior todavía hoy parece fundamental para “planificar” la economía. También desprenderse de la cultura de la centralización como base para ejercer un control efectivo sigue siendo un ejercicio muy difícil y esa cultura permanece, aun cuando constantemente se insista en la necesidad de usar métodos indirectos de regulación. Un buen amigo le llama a esa cultura de poner intermediarios estatales en todo “digestión centralizada”.
También hay que oír aquella verdad repetida muchas veces por los empresarios a cargo de empresas mixtas que han invertido en Cuba, acerca del vía crucis de la importación y la exportación y los elevados costos de hacerlo si se comparan con otros países de la región, incluso considerando el bloqueo y las acciones punitivas de la administración Trump.
Cuba: ¿qué necesita el sector privado para importar y exportar?
5. La certeza y la confianza en algunas respuestas provenientes de las empresas Expo-Import de que ellas hacen una gestión eficiente de comercio exterior y de que son muy buenas conocedores del mercado.
Aquí la evidencia nuevamente no acompaña a la aseveración. Como en estadística, en prueba de hipótesis, se parte de aceptar algo que no es cierto.
¿Cómo es posible aceptar que nuestro país tiene un aparato de comercio exterior (ojo no me refiero al Ministerio de Comercio Exterior únicamente) altamente eficiente si el sector externo ha sido una de nuestras grandes rémoras? Si en nuestra prensa oficial reiteradamente se publican noticias sobre la llegada tardía de materias primas, muchas veces decisivas para “exportaciones decisivas” o a la pérdida de mercados, o a la poca diversificación de nuestras exportaciones.
¿Cuantas nuevas oportunidades de exportación nuestras empresas de Export-Import encuentran al año? ¿Cuántas de aquellas “oportunidades” logran convertirse en nuevos negocios? Es muy probable que todos sean magníficos compañeros y compañeras, altamente capacitados, con decenas de cursos especializados en su haber, todos revolucionarios y honestos, pero el resultado no avala aquella afirmación y Cuba sigue padeciendo de un sector externo débil, concentrado, mal gestionado y con escasa capacidad de respuesta. No es un problema de los hombres y las mujeres que trabajan en esas empresas, al menos no únicamente, es un problema de concepto.
6. La necesidad que tienen todas nuestras empresas de la PUBLICIDAD en este nuevo mercado, en este, el cubano, en el cual deberían competir por esos nuevos clientes.
Sé que usar el vocablo publicidad ya es un problema. En Cuba la palabra publicidad tiene espinas. Defender la publicidad como un instrumento necesario de la modernización /actualización / reforma de la economía nacional es casi estéril ante los tremendos argumentos que se han esgrimido en contra de ella durante tantos años.
Pero necesitamos de la publicidad, si queremos que nuestro país avance y crezca y conquiste nuevos mercados y sobre todo que nuestras empresas puedan complementarse mejor con sus productos nacionales y disminuir las “importaciones por desconocimiento” que son esas que se producen cuando existe en el país el producto o el servicio con la calidad requerida pero el demandante no lo sabe. Pasa hoy, ha pasado y puede seguir pasando, excepto que logremos tener la publicidad que necesitamos.
Triste que en nuestros estadios de pelota no haya un cartel anunciando a nuestra empresa de servicios médicos, ni vallas en la carretera del aeropuerto de Holguín a la ciudad con el logo de la empresa del níquel, o de la cerveza Cristal, etc., etc.
Un buen amigo me reveló un día los tres frijoles mágicos de la exportación:
- Acceso automático a financiamiento para el que encuentra un mercado externo y logra cerrar un negocio. ¿Lo tenemos en Cuba como parte de las reglas de juego?
- Apoyo al ejercicio de exportar a través del Seguro a las exportaciones. ¿Existe en Cuba dicha institución?
- Incentivos fiscales al exportador. ¿Son suficientes los que hemos definido ya?
Algo más que tendríamos que pensar es en la desigualdad de los exportadores. No puede tratarse igual a lo que es intrínsecamente desigual. Exportar commodities es un asunto bien distinto a exportar software, o frutos frescos, o artesanías, o servicios de diseño. ¿Y si las intermediarias Export- Import son tan buenas por qué entonces no lo han podido hacer antes? ¿Por qué Cuba sigue teniendo más del 80% de sus exportaciones concentradas en apenas seis productos? ¿Por qué están a su vez concentradas en más de un 85% en productos de baja y media tecnología?
Los esfuerzos por fomentar y diversificar nuestras exportaciones durante estos últimos más de sesenta años no han dado los resultados esperados acorde al capital y el esfuerzo invertido en ello, no creamos que los TCP, nuestros campesinos y las pequeñas y medianas empresas, cuando por fin las dejemos ser, podrán contribuir significativamente si los apoyos no son suficientes, alineados y sistemáticos.
Bienvenidas las medidas, que se agolpen unas con otras es casi mejor que no tenerlas. Si existen se pueden mejorar, tomémoslo como lo que es, un ejercicio en el cual todos debemos aprender y desaprender.
Y entonces hagamos algo distinto, permitamos, ahora que en algún momento saldrá esa lista negativa, la creación de cooperativas de exportación e importación.
Muy buen articulo como ya nos tiene acostumbrados Doctor Triana. Muy bueno el comienzo del parrafo: “Los esfuerzos por fomentar y diversificar nuestras exportaciones durante estos ultimos mas de sesenta anos…” Es como repetir una y otra vez una misma forma de hacer las cosas aunque la terquedad de la economia se empene en demostrar que no funciona. Por que el estado no se concentra en un numero limitado de empresas fundamentales y se dedica a cobrar impuestos al resto de los otros actores economicos que han demostrado habilidad suficiente para hacer marchar la economia y a la vez que crean empleos crean riqueza material para el pais. Por que no solo el comercio exterior, sino ademas el interior no se pone en manos de alguien que sepa lo que esta haciendo? Por ejemplo ya que no Walmart, porque no Carrefour, Mercadona, o Aldi por solo citar algunos de ellos?
Yo pienso que son muchos cambios que vienen, lentos pero vienen, sobre todo el trabajo con la descentralización de las finanzas, eso a nivel estatal y privado, es un nuevo país, es casi una economía mixta. Lo que pudiera pasar con la empresas que exportan y importan no se, pero esta tarea tiene que ser de alguien que sienta que gana por su trabajo, y que si logra cerrar un buen negocio pues se llevara un buen salario, sea estatal o privado, lo que determina la calidad es el salario, si hay una raíz que cortar sería el lento movimiento del salario.
Por otra parte creo que se ha dejado casi afuera al productor interno, ejemplo el que produce no para exportar sino para la industria nacional, como los que cultivan maiz, frijol, arroz, todos ellos necesitan recursos y acceder a tiendas MLC… Entonces Cuba gasta millones comprando maiz y arroz, es decir si hay dinero para gastar en eso etc…. Entonces creo que el enfoque de exportar y exportar a toda costa a dejado fuera sectores internos que sustituyen importaciones pues no queda claro si el Mariel compra todo eso, fue la única empresa nacional que mencionaron que hace compras internas en mlc.
Saludos
El carácter triunfalista de los medios en Cuba desvirtualizan nuestra realidad dando una imagen que realmente no tenemos.
Estimado profe: un gusto como siempre leer vuestros comentarios. Muy justificados y con un basamento tan real, pues son el resultado de una realidad demostrada desde hace muchos años. Pero en todo este análisis hay factores importantes que el estado ha tenido en cuenta a su favor; que las operaciones se hagan a través de las empresas export-import, les da muchas facilidades; una de ellas es por desgracia transmitir la ineficiencia de estas empresas en los procesos, lo cual puede convertirse en una barrera tanto para importar como para exportar. Aún no dicen las reglas del juego, los % a cobrar por los servicios, cuales serán??? Servirán de insentivos??? deben aún plantear los mecanismos claros y transparentes, pues en estos casos serán ahora los intereses de empresas privadas, cooperativas y otros que ya algunos están acostumbrados a hacer los procesos de concurrencias ellos mismos en el exterior. El reto es muy grande y no dudo de la valía de muchos compradores y exportadores, pero queda mucho por aprender. Al menos ya se ha dado un paso de intensión muy grande, esperemos que solo no se quede en el deseo y que una vez más no le den la espalda a la academia, pues el costo de hacer esto ha sido enorme en nuestra economía. Habrá que trabajar fuerte para crear de manera correcta una estructura viable y que realmente funcione, lo cual hoy solo se puede lograr eliminando antiguos dogmas y ojalá los dirigentes del comercio exterior estén a la altura para este nuevo reto. Tengo mis dudas, pero el tiempo dará la última palabra. Saludos!!!
Otro excelente artículo. Aprecio que lo que existe es cierta reticencia a acabar de “soltar”, liberar el desarrollo de las fuerzas productivas. Queremos diversificar las exportaciones, ue todos los actores exporten, pero los obligamos a hacerlo bajos los mismos esquemas que no han funcionado. Alguien proponía que por qué no se deficaba el dinero que hoy se invierte en nuevos hoteles a la agricultura. Es como dice el profe Triana, es un problema de concepto, yo diría que de sistema: todo el dinero que se ha invertido en la construcción de hoteles no podría sacar adelante nuestra agricultura, porque el sistema no está diseñado para que sea exitosa. Esto de las exportaciones es lo mismo. Se están dando grandes pasos, pero siguen las mismas reglas del juego que no han demostrado su efectividad.
Creo que lo mejor del artículo es lo de “digestión centralizada”. Sobre todo por el resultado final de la digestión. Un manto de ineficiencia cubrirá esas empresas de exportación e importación.
Cuando alguien se diferencia de los demás , la manada lo elimina (Ver film “The painted bird”).
La corrupción estatal es un freno a considerar, así como el “clientelismo”. Son castas generacionales enquistadas en todo el sistema de COMEX.
Gracias Triana por este nuevo puntillazo a nuestra realidad. Al pan pan, y al vino vino, como siempore nos tienes acostumbrados. Los cubanos somos dignos de un buen y profundo estudio sociológico. Siempre asentimos cuando nos dicen estas cosas y hasta pensamos. Ahora si se van a resolver las cosas. ¿Por qué lo que es sencillo para el mundo entero tiene que ser complicado parfa los cuabnos?. Bloqueos aparte, esta es la triste realidad. Nos llenamos de eufemismos y queremos que las cosas se llamen de otro modo. Descubrimos que las PYMES se llaman UEBs, que el sector privado es el sector no estatal, que la publicidad no existe ni el mercado tampoco. Asi no haremos realidad la doctrina socialista, marxista leninista ni haremos realidad el socialismo ni una sociedad más justa y prospera.
Gracias Profesor, usted como siempre tan agudo en sus planteamientos. Creo que sus ideas tan bien recibidas por sus acostumbrados lectores- seguidores deberían verse hechas realidad desde su propia mano, desde su propia “mano” no desde su verbo que es mucho más fácil…digo desde un buró, como les toca a otros, pensar cuál es la solución que más se acomoda a la Cuba de hoy, pero ejecutarla también y llegar hasta el final, hasta los tan ansiados resultados, nos gustaría verlas hechas realidad. Supongo que a casi todos los que han tenido que trabajar duro por estas y otras medidas, que han perdido minutos, horas, días y sueños trabajando para encontrar salidas que busquen la mayor salisfacción y bienestar, dienero para que al menos desde una larga cola haya comida….y así…supongo que a todos ellos les encantaría ver resultados. Con respeto total a la academia justa y revolucionaria, a sus amplísimos conocimientos y a su larga experiencia, no es justo demeritar el trabajo de cubanos que como usted tratan de hacer lo que a su alcance para que, desde nuestra gran diferencia del resto del mundo, podamos darle más oportunidades a todos.
Hola Profe: me había prometido yo mismo no intentar siquiera participar en estos intercambios lamentablemente estériles que sin dudas Ud. con su sapiencia estimula y surgen luego de sus acostumbrados y excelentes artículos pero no he podido resistirme luego de leer el de hoy. Cuba es el país de los eufemismos. En mi empresa no se puede – como dice Ud. – hablar de publicidad; debemos decir “información” (je, je). No podemos referirnos al mercado sino a la “economía” (otra vez, je, je). Y, a nivel estatal y de los (así llamados) medios, ya sabe; “formas productivas” por aquí, etc, y pudiera enumerar otros mil ejemplos, ad infinitum. Y guiándome siempre por lo que dijo tan sabia y oportunamente nuestro bienamado Lenin y que nunca olvido en el sentido de que sólo la PRÁCTICA es el criterio de la VERDAD ¿qué hemos visto en tantos años? Pues que cuatro cubanos con 8 maletas han inundado en un plazo cortísimo, por ejemplo, el mercado informal de piezas de autos y repuestos de todo tipo que tantos hemos agradecido porque juro que prefiero sean caras pero tenerlas a la mano. Y es lo que nunca ha podido hacer el estado (ni podrá esta vez) con sus infladas plantillas de “especialistas” de todo tipo y que hace mucho que hubiera podido vender todo eso antes como proclama que quiere hacer ahora precisamente con esa misma retahíla de gente encorbatada en oficinas climatizadas que ahora de nuevo se afilan los dientes para, dicen, traer en breve tras nuevos viajecitos los insumos que tanto necesitan nuestros aguerridos y emprendedores compatriotas para aprovechar en su beneficio las mil cosas que saben hacer (aparte de forrar botones por supuesto). Y como hay creciente demanda para, por ejemplo, los servicios informáticos, ya exportan al primer mundo por la izquierda y lo seguirán haciendo porque los extranjeros no son bobos y saben detectar a las menos cuarto dónde hay talento y creatividad en tanto otros lamentablemente sólo esperan a que pase (si pasa) la actual pandemia para perderse del Morro como muchos antes ya lo hicieron. Luego, ¿qué (censurado) están esperando? ¿No dijo el mismísimo Fidel que hay que cambiar lo que deba ser cambiado para salvar este país? ¿Cuántos años hace que lo dijo? Por favor . . . .
Estimado
Excelent trabajo
Atinado escrito del profe pero francamente soy creyente de lo que veo y toco y la realidad muestra totalmente lo opuesto incluso a lo que desde el púlpito de la presidencia se dice. El otro día cuando se hablaba de exportaciones de empresas y el reclamo de que el que pueda exporte directo sin las trabas de un intermediario, enseguida leí criterios de que par eso habían empresas muy especializadas con alta experiencia y me pregunte y han resuelto el problema estas empresas?. Basta tomar un ejemplo. las personas naturales sin violar lo que autoriza la aduana han logrado ingresar en el mercado de bienes y servicios un gran numero de partes y piezas de equipos que el estado no lo ha logrado por ademas del bloqueo que existe y nadie lo niega pero siempre carga con lo que le toca y con lo que no, esas personas amen del bloqueo logran traer mercancías necesarias incluso desde las entrañas del monstruo y entran legales al país a través de la aduana. Ahora le cayeron arriba y son perseguidos y decomisados los objetos que se pueden entrar y no dudo que alguien proponga eliminar que entren esas cosas por la aduana. Pregunto no es mas fácil permitir y regular? que prohibir y perseguir? porque esta claro que el necesitado siempre buscara lo que necesita y lo pagara al precio que pueda, sino mirar los mercados con el 2.40 % que nunca bajó. El bloqueo estaba antes de que naciera y estoy seguro me seguirá luego de mi vida, burlarse de ele es nuestra tarea, pues bien flexibilicen este tema. Claro eso implica que el grupo de encumbrados no viajara tanto explorando mercados como hace hoy con pocos éxitos. Deberán facilitarle las cosas a los inversionistas que vienen al país a invertir y correr riesgos aquí y no ha ponérselas difícil con todo, que estar en cuba le genera mas gastos que beneficios. esas son las cosas sobre las que hay que mirar y realmente profe no veo en quienes tienen ese sartén en la mano estén listos para soltarlos. ni a claudicar en sus viajes por el mundo.
Profesor, triana cordovi me gusto mucho verlo en youtube junto con otros economistas cubanos, necesitamos verlos en la television cubana, gracias
Dr. Usted como siempre genial y práctico con sólidos fundamentos. Lastima que no lo oigan oidos necios y sordos. Al final las tan a unuciadas normas para IMPULSAR una vez más estas actividades económicas vuelven a demorarse pues se anunció oficialmente que saldrían a finales de julio o principios de agosto y aún nada, todo ha quedado en el discurso público. Ojalá no suceda como otras veces que el discurso oficialista va por un lado y la realidad por otra. Tenemos que salvar nuestra economía y por ende nuestro socialismo, sino de que valdrían otros logros que enarvolamos y que son reales pero sin respaldo económico sólido que lo pueda sostener.
Muy bueno como siempre ,solo hacer notar que las empresas importadoras tienen dentro de sí algo de corrupción, en muchas operaciones se manejan comisiones por debajo de la mesa para facilitar ya sea operaciones con el cobro o prebendas en ser escondidos .Es por eso la resistencia a soltar ese muy rentable privilegio y en ocasiones se ha sustituido producción nacional rentable y sostenible por importaciones .como dijera MARIO MORENO ,Hay está el detalle .las comisiones en % .Ejemplos tengo .
Prebendas para ser escogidos los proveedores,quise decir.
Exportar siempre q metamos envel medio el sector estatal va a ser in tropiezo a Los privados a quienes tambien le meter en el sacodel bloqueo.
Doctor, muy buen resumen, creo que más que publicidad, necesitamos buen MARKETING (que abarque las 4 P, la publicidad incluida), y en su variante DIGITAL. Le pongo un ejemplo de que esas empresas intermediarias beneficiadas no tienen la noción, que nosostros, los nuevos exportadores potenciales, somos sus clientes; hace varios días me comunique con una de ellas, expresándoles algunas dudas, usted sabe cual fue la respuesta, no me contestaron. Si empiezan así, no haciendonos caso, no considerandonos un cliente potencial, sino como simples ciudanos molestos, ¿a dónde iremos a parar con ellos?. Proximamente CUBADEBATE va a tratar el tema, por supuesto que les daré este ejemplo, a ver si se va creando una conciencia nacional, que la COMPETITIVIDAD no se logra por decreto, sino haciendo lo correcto, eficientemente.