American Airlines continuará en Cuba, aseguran directivos de la aerolínea estadounidense que este miércoles inauguró su oficina comercial en La Habana, a pesar de las interrogantes que genera la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
“No podemos especular sobre cuál será el próximo paso [del presidente], pero puedo asegurar que nosotros estamos con nuestra máquina hacia adelante”, comentó a la prensa Galo Beltrán, gerente de la compañía para la Isla.
American Airlines apuesta por Cuba, pese a Trump. Por @ARodriguezAP https://t.co/9LTjChWJNt pic.twitter.com/dyeo0KNzl2
— AP Noticias (@AP_Noticias) 2 de febrero de 2017
La apertura de la oficina, ubicada en el Centro de Negocios de la barriada de Miramar, se realizó a doce días de realizada la investidura de Trump y a cuatro meses del inicio de sus viajes regulares hacia Cuba. A la ceremonia asistió Jeffrey DeLaurentis, encargado de negocios de la embajada estadounidense.
American Airlines había comenzado a volar a diferentes destinos cubanos en septiembre de 2016, y a fines de noviembre se convirtió en la primera aerolínea norteamericana en aterrizar un vuelo regular en La Habana en más de medio siglo.
Entonces, la Casa Blanca saludó lo ocurrido en su perfil en Facebook como un acontecimiento que abría “nuevos horizontes de oportunidades tanto para el pueblo estadounidense y el pueblo de Cuba”.
La Habana recibe primeros vuelos regulares de los Estados Unidos
En aquella ocasión, Alfredo González, director comercial de American Airlines para las Américas, confirmó las intenciones de la compañía de aumentar su presencia en la Isla pese a las declaraciones de campaña de Donald Trump que amenazaban con congelar las relaciones entre los dos países.
Sin embargo, poco después se anunció un posible recorte de sus vuelos hacia Cuba a partir de este mes de febrero, debido a una demanda menor de la esperada. Pero la apertura de su oficina en La Habana, en la cual se podrán adquirir boletos aéreos de manera directa, confirma que, pese a ello, la compañía mantiene su interés por crecer en la Isla.
“Nuestro objetivo es comenzar a llenar los vuelos, llenar los aviones… queremos desarrollar el comercio para establecer un mercado. Todo se ha ido desarrollando muy bien. Hemos ido aprendiendo y conociendo el potencial del mercado, que es mucho”, afirmó Christine Vals, directora regional de Ventas de American para el Caribe y América Latina.
Por su parte, Galo Beltrán destacó que la aerolínea está realizando trece vuelos diarios a seis destinos en Cuba, procedentes de Miami y Charlotte, y reafirmó el compromiso de su empresa con la nación antillana.
“American cumple 26 años de volar a Cuba sin interrupciones en abril próximo. Nunca dejamos de hacerlo, pues siempre volamos con aviones fletados. Se hacían ocho vuelos diarios”, explicó.
American Airlines es una de las ocho compañías aéreas estadounidenses autorizadas a realizar vuelos regulares a la Isla por la administración Obama. Aunque los estadounidenses no pueden viajar a la Isla como turistas debido a las restricciones del embargo, se calcula que cerca de 285 mil norteamericanos visitaron Cuba en 2016.
En crucero de Miami a La Habana: un trayecto cada vez más cercano
Esta cifra, que representa un incremento del 74 por ciento con respecto al año anterior, pudiera disminuir en 2017 si el presidente Trump cambia la política hacia la Isla alentada por su predecesor. Por tal razón, fuentes citadas por el portal digital The Hill, especializado en temas legislativos, opinan que las aerolíneas estadounidenses continuarán abogando ante el Congreso de su país por preservar el servicio aéreo regular establecido por Obama.
John Kavulich, presidente de Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, piensa que las compañías aéreas no cesarán sus actividades de promoción relacionadas con la Isla, pero cambiarán su estrategia de buscar más concesiones para concentrarse en preservar lo que ya logrado.
Por su parte, James Williams, presidente de la organización Engage Cuba, espera que la industria aérea continúe presionando a los legisladores para que eliminen las restricciones de viaje a Cuba, circunscritas hasta hoy a doce categorías específicas aprobadas por Obama. En su opinión, los vuelos regulares entre ambos países han sido clave para promover la normalización de las relaciones bilaterales.