Hasta los años 90 el plátano burro era comida para animales en Cuba. Pero en esa época si algo se podía masticar sin peligro para la vida, entonces era alimento. Las bajas en el mundo felino fueron las más grandes de la historia cubana, hubo decesos caninos, innovaciones culinarias con (grandes) roedores, y los más atrevidos bajaron alguna que otra aura tiñosa de los celajes.
Pero por encima de toda invención, el plátano burro fue ara y pedestal, sirvió y fue servido. Después de tópicos como la necesidad de aumentar los salarios a todos y de bajar los precios a todo, no hay consenso mayor que en la utilidad del plátano burro. Heroico, sirvió para lo diverso: Plátano maduro frito, chicharrita, puré, hervido para potajes y caldos… Desde entonces se adueñó de platos característicos de regiones como Camagüey, y ahí sigue en el matajíbaro o el ajiaco.
Claro, la gente necesitada de tanto en aquellos tiempos quiso más y más. Ahora se nos quedó de costumbre. El caso es que el plátano burro sirvió para los usos más impensados, y con ellos los cubanos bateamos con average difícil de igualar en todo el mundo.
Carne vegetal
El cubano es gente de bistec. Y de no rendirse: Si no hay perro, se montea con gato. Para nada extraña entonces que el plátano burro con cáscaras y todo sirviera para fabricar bisteces de mentirita, parecidos a los de cerdo. Y aquella carne vegetal bien sazonada y con un poco de aire en las tripas hasta sabía igual que un pernil. El amor es ciego y el hambre también. Hubo unos cuantos engañados que fueron felices comiendo cáscaras.
Mermelada
¿Por qué no hacer mermelada de un fruto tratado hasta entonces como una vianda? Total, para obtener el novedoso alimento el proceso de cocción no cambiaba en nada con respecto al mango o la guayaba. Así que, niños, ¡a tomar mermelada de plátano burro!
Compota
¿Quién no sabe que la compota palmó la calavera? Ah, pues no hubo que hacerle funeral. A base de “burro” creció un pueblo. Quien no se conformó con mermelada se las ingenió para obtener la compota. Deberían hacerle unos muñes a este plátano. Hay tela por donde cortar para hacerle competencia al mismísimo Elpidio Valdés.
Batido de plátano y guayaba
Esta iniciativa se popularizó enseguida. Y aunque a esta dispareja pareja la han examinado los mejores genetistas y bioquímicos aún se desconoce quién lleva allí los genes predominantes y quién los recesivos, pues la mezcla se da tan bien que nadie sabe a qué sabe, si a guayaba o a plátano. Lo cierto es que se tomó en grandes cantidades, y aún hay quien defiende el brebaje a capa y espada.
Concentrado de Cañandonga
Este uso quizás no fue popular, pero no deja de ser tremendo. No tengo que cerrar los ojos para ver a los vecinos del fondo de mi casa comiendo plátano burro maduro batido a mano con cañandonga o cañafístula. Rodeando las semillas de este árbol hay una sustancia oscura con una peste a sicote “que sabe a chocolate”, según aseguraban ellos. Desayuno, almuerzo, comida… Aquella dieta casi única los sostuvo por años.
Cruzado con plátano de fruta
No bastó el esplendor con la siembra a través del sistema extradenso, más plantas por surco, menos hijos y racimos más grandes. La ciencia quiso más y lo ligó con el plátano de fruta. Nacieron unos híbridos que parecían “burro”, pero sabían a fruta. No hubo bandeja escolar en la que no coincidieran los “burros” en el potaje, en el puré y acompañando al picadillo de…
Comida para las gallinas
¿Quién podía comprar pienso para las gallinas, cuando apenas podía adquirir arroz para la casa? Las hojas, el pseudotallo y las cáscaras sirvieron para alimentar los pollos más heroicos que hubo en Cuba. Eran molinos de piedra emplumados. Un patio de gallinas en aprietos era capaz de digerir hasta las mismísimas cepas.
Cerca para pollitos
Las balizas de marabú atajan un poco a los ladrones. Aunque no se le puede pedir tanto al marabú de tan mala fama. Pero a los que si no para en absoluto el cerco es a los pollitos, que después de sortear la empalizada de marabú suele entrarles unas ganas irrefrenables de no regresar a casa. ¿Solución? “Troncos” de plátanos burros parapetando el perímetro, y se acabó el relajo.
Pienso para cerdos
“Pienso, luego existo”. La frase célebre del filósofo francés Descartes parecía ser el eslogan de los puercos cubanos en la década de los ´80. Pero “la vida te da sorpresas”, como canta Rubén Blades. Unos años más tarde ya nadie pensaba en el pienso de fábrica, el importado. Y entonces el plátano burro otra vez dio la talla. Con boniato, yuca, maíz, caña… Los ingredientes cambiaban en dependencia de lo que pudiera resolver el fabricante: el burro daba un pienso de chuparse las pesuñas. Se salvó el mamífero nacional.
¿Qué me dicen, eh? No cabe duda, este plátano es la más redentora de todas nuestras viandas. Después de todo el “burro” entre nosotros se ha vuelto “inteligente”.
Vamos a reírnos para no llorar. Siempre decimos que el cubano se burla de sus propias desgracias, pero esto es una verguenza aunque querramos verlo del lado humorístico.
Para esos cubanos que an vivido en la imnoracia del pasado el plátano Buró fue siempre parte de la dieta cubana nunca parte de (comida de puercos) en especial en los años 90 cuándo se atravesó una cricis difícil que dijeras eso es algo que me da señales que tú as vivido fuera de Cuba y por alguna razón la información que tienes es información heronia (a los puercos siempre se les alimentaban con las sobras en una época con palmiche es propio cuándo se da información de personas de nuestro país ho de otros países esa información debe ser correcta para no ofender ola que tenemos este medio de información qué nos alluda a conocer y darnos conocimientos de otros países y costumbres usarla con inteligencia y cordura .
En qué idioma escribe Rosa E. Pla, la del comentario anterior?
Los años 90 siempre quedarán en la memoria de los cubanos, años tristes y de desesperación. Buen trabajo, no coincido con la Sra. Rosa E Pla en relación a que el plátano no fue comida para cerdos, cada cual tiene su propia experiencia dependiendo de la provincia, del poder adquisitivo, etc.
jaja el plátano burro es un sello en las mesas cubanas sobre todo dspués de los 90. Me gustó mucho el artículo, inteligente, jajaj
Justo hoy, un amigo venezolano me comentaba lo rico que los cubanos hacemos las chicharritas, dice que siempre que visita Miami, los come. Aqui se llaman chifles, a las chicharritas de Camaguey, y a mi manera de ver, tambien son sabrosas… Saludos desde Ecuador…
Jeje, y dicen, incluso los de paladares más exquisitos, que las chicharritas de plátano burro son más ricas. Ya ves, a la fuerza nos acostumbramos, y ahora hasta lo preferimos sobre el plátano macho. Yo me quedo con este último, jaja, soy chapada a la antigua.
Estimada Rosa, por lo visto el plátano burro fue parte de su dieta diaria desde muy pequeña….
Saludos.
Muy bueno el artículo, inteligente y con mucho sentido del humor.Vamos Rogelio!!!, a por más. ..!!!jajaja.
La señorita Rosa EPla Gómez necesita plátano inteligente, pues de burro está harta. Fíjense en lo que escribe y con la ortografía que lo hace. Jajaja
Conversando con Rogelio, me pide les comparta esta otra experiencia. Y es que en San Fernando de Apure, Venezuela. Por las afueras de la ciudad se consigue facilmente un racimo de topocho jojoto (platano burro verde). Lo dificil es que alguien te lo venda, pero cualquiera te lo regala sin mas…. jajajajajaja
Yanet tiene razón, en muchos paladares cubanos el plátano burro se usa mucho, y algunos hasta lo prefieren por encima del plátano macho. Saludos.
Menú de la UO (Univ. de Oriente), entonces solo enclavada en la Sede Quintero en el 1994:
– Arroz con tuvo (alguna vez tuvo algo)
– Dulce de Plátano Burro (Fongo, en el dialecto oriental)
– Fongo Hervido (=Plátano Burro…etc…)
– Sopa (se veia el fondo de la bandeja) con Fongo
y en la cafetería de la Beca de Quintero: Dulce de Fongo..
(lo de las barquillas con mermelada de papa canadiense,Rosada !!, lo cuento otro día).
Pero nadie se rajaba en la UO, nadie pedía licencia en la UO (“porque el curso me lleva tenso”, como dicen ahora)..eran los años donde ser “flojito” (y no me refiero a la posible implicación sexual de la palabra) no era precisamente un elogio.
Y para Tatiana: Para mi los 90 fueron años de aprendizaje y crecimiento. Nunca de tristeza o desesperación. Y hablando en plata, en realidad los años más duros fueron entre 1992 y 1996. Solo 4 años.
Bueno, que conste en acta: prefiero el tostón que se hace con el plátano burro que con el plátano macho. El del “burro” es más crujiente. Ahhhhh, en el servicio militar o en el pre, no recuerdo, yo cogía un plátano burro bien madurito y con azúcar prieta lo metía en una latica de cerveza, vaso obligado para becarios, y le daba vueltas y vueltas y salía un “batido” muy sabroso y sobre todo muy espeso. Te faltó eso, mi querido Rogelio. Buen post.
jajaja En Miami también se come este plátano, y muchos cubanos hemos disfrutado los tachinos que se hacen con él. Buen artículo, muy real y gracioso.
Ah! y les puedo asegurar que antes de los 90 había quien comía burro, lo que pasa que en el período especial sí se hizo viral, jaja Pero fueron años de mucho invento, sus cosas buenas también tuvieron.
Parece que que Rosa E. Pla´Gomez se tuvo un empacho de plátano burro y dio clases con un maestro ” emergente ” de los estelares , qué ortografía por dios. Bueno , a lo que voy. Hace muuuuchos años un buen amigo extranjero, de gran poder monetario y residente del primer mundo se volvió loco cuando vio tanto plátano en Cuba para poder deleitarse con su receta favorita..” Cáscara de plátano verde hervida ” , ripiada en tiritas y sazonada como si fuera ” Ropa Vieja ” . Me dijo que era una receta ” vegetariana “, muy antigua que todos los vegetarianos del mundo conocen y es de las más ricas ,igual me habló del famoso ” bistec de cáscara de toronja ” y de otras barbaridades más ( para nosotros ) que son muy degustadas en la comunidad vegetariana de muchos lugares del mundo..Arriba, quién se atreve…?
´´Para mí los 90 fueron años de aprendizaje y crecimiento. Nunca de tristeza o desesperación. Y hablando en plata, en realidad los años más duros fueron entre 1992 y 1996. Solo 4 años´´. Felicidades mi hermano es usted el único de los que paso trabajo por aquel entonces que lo vio así yo aun veo la desesperación en los rostros de quienes me cuentan cómo fueron y recuerdo muchas cosas que se vivieron pero yo no entendía a cabalidad pues era un niño como usted piensan muy pocos la mayoría en especial los que tenían hijos no dormían pensando en cómo alimentar a los retoños si fue una época negra de la que no nos hemos librado aun y que la mas mínima mención a un volver puso a todos en tención. Cada vez que veo colas de gente quejándose de que la tienda esta vacía y todos preocupados por el periodo especial 2 la verdad que no veo el crecimiento o el aprendizaje en fin cuestión de criterios supongo.
No se si el llamado platano burro sera’ el mismo que llamamos guineo en Colombia . Me encanto’ este articulo con vocabulario tan especial , tan descriptivo : casi que traslada a sus lectores a la ‘epoca mencionada .