Dos pequeños satélites han dejado de comunicarse a millones de kilómetros de la Tierra, después de ensayar una tecnología nueva en Marte.
Los satélites gemelos CubeSat, apodados WALL-E e EVE, siguieron a la sonda InSight de la NASA cuando descendió en Marte en noviembre del año pasado. Después del descenso, los satélites del tamaño de un maletín siguieron de largo mientras enviaban actualizaciones en tiempo real a los controladores en la Tierra sobre este experimento, que fue el primero de su tipo.
La NASA dijo esta semana que no tiene noticias de ellos desde hace más de un mes y que le parece difícil que alguna vez vuelva a tenerlas.
WALL-E, que había tenido filtraciones de combustible desde el lanzamiento en mayo, envió su último mensaje el 29 de diciembre. Se encuentra ahora a 1,6 millones de kilómetros más allá de Marte. EVE calló el 4 de enero y se encuentra a casi 3,2 millones de kilómetros del planeta rojo.
Ambos satélites fueron los primeros en aventurarse al espacio profundo, como parte de un experimento de 18,5 millones de dólares para ver si aparatos tan compactos y baratos podrían servir de retransmisores de radio desde mundos lejanos.
“Estos pequeños paquetes tienen un gran potencial”, dijo en un comunicado el gerente del programa, John Baker.
El ingeniero en jefe, Andy Klesh, dijo que el objetivo de la misión era extender los límites de la tecnología miniaturizada.
En tanto, la NASA aún no consigue comunicarse con la sonda Opportunity, que descendió en Marte y que está muda desde junio debido a que una tormenta de polvo impide que la luz solar llegue a sus paneles. Los directivos consideran que es la última oportunidad de contactarse con Opportunity, que hace poco cumplió 15 años en Marte.