El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el senador republicano y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., Bob Corker, dialogaron este jueves en La Habana sobre el delicado estado de las relaciones bilaterales.
Corker es la autoridad estadounidense de más alto nivel con la que se ha reunido Díaz-Canel desde que asumió la presidencia en abril en reemplazo de Raúl Castro, en un momento marcado por la falta de entendimiento entre ambos países, debido a la política hostil del presidente Donald Trump y los misteriosos problemas de salud de diplomáticos de EE.UU. en Cuba.
El presidente cubano y el senador por el estado de Tennessee “dialogaron sobre el estado de las relaciones bilaterales” y sobre “temas de interés común”, divulgaron medios de prensa cubanos, sin ofrecer más detalles sobre el encuentro.
El Presidente #Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió el jueves al senador republicano por Tennessee, Robert Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU y dos asistentes legislativos. Trataron sobre relaciones bilaterales y temas de interés común pic.twitter.com/GIlphHTrdo
— Trabajadores.cu (@trabajadorescu) 21 de septiembre de 2018
El encuentro tuvo lugar una semana antes de que Díaz-Canel,viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, en el que será su primer viaje a Estados Unidos como jefe de Estado.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez –quien se reunió previamente con Corker–, y el director general para EE.UU., Carlos Fernández de Cossío, también participaron en la reunión por el lado de Cuba, mientras la encargada de Negocios de la embajada estadounidense en La Habana, Mara Teckach, acompañó al senador norteamericano.
Aunque pertenece al Partido Republicano, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. ha criticado abiertamente y con dureza la gestión del presidente de su país. Además, es uno de los legisladores de su partido que se han desmarcado de la decisión de Trump de dar marcha atrás al acercamiento con Cuba iniciado durante la administración de su antecesor, Barack Obama.
Casi cuatro años después de que Obama y el entonces gobernante cubano, Raúl Castro, anunciaran el “deshielo” diplomático tras casi medio siglo de enfrentamiento, las relaciones se encuentran de nuevo bajo mínimos y con pocos visos de prosperar a corto plazo.
A la nueva política hostil de Washington, que endureció el año pasado las sanciones contra Cuba restringiendo los negocios y los viajes de sus ciudadanos a la Isla, se ha sumado la tensión bilateral a raíz de los misteriosos “incidentes” de salud sufridos por 26 diplomáticos estadounidenses en La Habana.
Pese a que llevan meses investigando, las autoridades de EE.UU no han determinado aún qué o quién causó esos “ataques” –como los denomina el Departamento de Estado–, cuya veracidad pone en duda el gobierno cubano, que ha negado tajantemente cualquier relación con lo sucedido.
Hace una semana, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado se reunió en Washington con expertos cubanos durante una visita de los investigadores de la Isla para intercambiar con su contraparte estadounidense