José Ramón Pelier Córdova, un chico de solo 18 años con escasa experiencia internacional al más alto nivel, es la nueva sensación del deporte cubano, luego de lograr el título en la final del C-1 a mil metros en la Copa del Mundo de canotaje en Poznan, Polonia, donde dio una gran demostración de remate y potencia.
Pelier ganó con crono de 3:45.142 minutos, pero lo más impresionante es la estela de rivales que dejó detrás. Campeones olímpicos y mundiales, medallistas del orbe, asiduos participantes en citas estivales y multipremiados en los Campeonatos Europeos no pudieron con el empuje del juvenil cubano.
Por el carril uno, el antillano, si bien se mantuvo en los puestos delanteros, avanzó desapercibido durante buena parte de la carrera, hasta que a falta de 400 metros todos comenzaron a dejar sus asientos atrás para ver si el joven podía sostener el ritmo y derrotar al checo Martin Fuksa y al local Tomasz Kaczor, sus únicos retadores a esa altura.
Y Pelier no solo mantuvo el paso, sino que aceleró en los últimos 250 metros y marcó territorio de por medio con sus más cercanos perseguidores, un tanto desconcertados por el poderío del cubanito, quien vistió totalmente de rojo, con una cinta azul en la cabeza.
Por detrás quedó Fuksa, olímpico en 2016, ocho veces monarca europeo, doble campeón mundial (2015 y 2017) en el C-1 a 500 metros y ahora subtitular, por cuarta ocasión consecutiva, en el C-1 a mil metros.
La tercera plaza correspondió al anfitrión Tomasz Kaczor, otro de abultado palmarés y notable experiencia en circuitos globales. El polaco, olímpico desde Londres 2012, ha ganado hasta cuatro preseas en lides del Viejo Continente.
Para la cuarta posición, fuera del podio, quedó el estelar alemán Sebastian Brendel, tres veces campeón olímpico (dos de ellas en el C-1 a mil metros) y dueño de diez coronas mundiales, un verdadero monstruo de la canoa que ahora no pudo emular al sorprendente Pelier.
El joven antillano, subcampeón mundial juvenil del C-2 a mil metros en Plovdiv 2018, también desbancó al germano Conrad Scheibner, rey global en el C-4 hace dos años, y a Isaquias Queiroz, triple medallista en Río 2016, cinco veces campeón mundial y primer brasileño en subir al podio del orbe en esta disciplina.
La carrera la cerraron el chino Hao Wang, medallista en las Copas del Mundo del pasado año en Szeged, Hungría y Duisburg, Alemania, y el bielorruso Maksim Piatrou, bronce en la cita del orbe del y el Europeo del 2015, poco tiempo antes de ser suspendido por dopaje.
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Como vemos, los rivales fueron todos de primer nivel, lo cual engrandece todavía más el rendimiento de Pelier, quien ahora es que comienza a dar sus primeros pasos en competencias de primer nivel. Tras este resultado, pasará inmediatamente a engrosar la lista de deportistas con aspiraciones serias de medallas en los próximos Juegos Panamericanos de Lima, principal compromiso del movimiento atlético cubano en el 2019.
El otro cubano de la final de Poznan, Fernando Dayán Jorge, comenzó lento y tuvo que remontar posiciones, pues llegó a tener hasta siete botes por delante. El cienfueguero reaccionó y escaló hasta la quinta plaza, resultado que está un tanto por debajo de las expectativas.
De cualquier manera, no sería descabellado pensar que Dayán no puso toda la carne en el asador, teniendo en cuenta que le quedan dos finales fortísimas este domingo. Al filo del mediodía en Polonia, Dayán estará junto a Serguey Torres en la embarcación insignia del canotaje cubano, el C2 a mil metros, y alrededor de cuatro horas después afrontará en solitario la dura prueba de los cinco kilómetros.
La otra embarcación cubana clasificada a una final A es la del C-2 femenino a 500 metros, modalidad en la que competirán de Mayvihanet Borges y Liliana Naranjo.