Cuando fui a buscar la historia de Tania al Centro Médico Psicopedagógico La Castellana en el municipio Arroyo Naranjo, pensaba en lo incómodo que me podría sentir entre tantos pacientes con discapacidades. Imaginaba historias tristes y trataba de prepararme para eso. Sin embargo, me pareció fascinante el cruce de la verja al interior de la institución. El calor y el ruido de la calzada se transformaron en fresco y risas. En el patio, un grupo de muchachos y muchachas jugaban con una pelota. Un paciente revisó el color de mis medias, así se presenta él a los desconocidos. Más allá, otros dos caminaban con útiles de jardinería. Generaban alegría, la mayoría ha logrado realizar sus sueños y otras cosas impensables. Sentí pena entonces por los que estamos de la verja hacia afuera.
Tania es una joven de 30 años que nació con Síndrome de Down. Es la solista del grupo de danza de La Castellana y aquí ha adquirido todas las armas para enfrentarse y disfrutar de la vida. Tiene mirada pícara y es coqueta. Le gustó tomarse fotos aunque en la conversación fue tímida. No deja de reír y dar muestras de afecto. La conoces y comprendes la máxima de que se es feliz cuando se es bueno.
¿Por qué te gusta tanto bailar?
Me enseñaron a bailar y hay muchos bailes. Yo nací chiquitica y me enseñaron a bailar… Hay miles de músicas, hay muchos bailes. Yo bailo “Mi habana”. Yo bailo “Gracias a la vida” con cinco niñas. Yo soy la solista. Bailo “Cuando te encontré” de Pablo Milanés.
¿Te acuerdas cuando llegaste a La Castellana?
Dos años. Yo me escondía detrás de la hierba.
¿Te gusta venir a aquí?
Cantidad. Porque la gente que me rodea me quiere mucho. Ellos son buenos. Yo llego por la mañana y me saludan.
¿Qué trabajo haces?
Aquí hago gusanos de tela, muñequería, ayudo a poner la mesa. Yo sé coser. Hago cantidad de cosas.
También practicas deportes…
Sí, gimnasia, gimnasia artística. Y es muy divertido.
Pero tú no eres una deportista común, tú eres una buena deportista.
Sí, soy una buena deportista y fui a viajar.
¿A dónde viajaste?
A los Estados Unidos. Yo fui noventa y cinco (año 1995), y cogí medalla de bronce pa’ Cuba. Fui a todos los lugares que me llevaron, al Palacio de las Convenciones a ver al jefe Fidel Castro. Fui a Sancti Spíritus y a Las Tunas, y a Pinar del Río, a una mesa sueca.
¿Cómo fue el viaje a los Estados Unidos?
Maravilloso. El avión no se siente. Son cómodos. Allá hay muchos amigos que me regalan cosas, muchos regalos.
¿Dónde prefieres competir? ¿En Cuba o en los Estados Unidos?
En Estados Unidos porque es grande y hay mucho espacio.
Tú tienes a alguien especial ahora mismo en Los Estados Unidos: tu novio…
Que era. Ya lo boté. Estoy libre y soberana. Alejandro ya no está aquí, está allá con su hermana porque ya no tiene mamá, se falleció su mamá.
¿Qué es el amor para ti?
La ternura, el amor, el cariño. El amor es bueno. A mí me quiere todo el mundo. La madre mía me adora.
¿Qué es lo que más te gusta hacer en la vida?
En la vida todo es posible. La vida mía es música.