Después de los años 90 se han presentado en la sociedad cubana fenómenos que hacen pensar que la población en riesgo de pobreza tiende a incrementarse. Esto se origina en una elevada desigualdad de los ingresos, la desigualdad de oportunidades y de su aprovechamiento por una parte de la sociedad ante cambios que no han incluido a la totalidad de la población.
En el caso cubano están presentes un conjunto de características que lo diferencian de la noción de pobreza propia de otras latitudes, sobre todo debido a la existencia de programas sociales de acceso universal sin costo directo para el beneficiario –educación, salud, cultura, deporte, entre otros– y subsidios universales a una pequeña parte de la alimentación racionada. Se trata de políticas públicas que limitan el impacto de la pobreza y de la desigualdad, aunque por sí mismas no las evitan.
¿Es la pobreza en Cuba una causa olvidada? Ciertamente no, pero parece distar mucho de resolverse en el corto plazo. ¿Existe un programa específico para erradicarla? No queda claro. Hasta el momento hay políticas puntuales para aliviarla, pero no para erradicarla.
La pobreza no es un accidente
Por la propia política que se implementa y las restricciones existentes, en las condiciones actuales no existe acumulación de capital nacional a escala significativa que enfrente al grupo de ganadores con otros grupos sociales en la pobreza. Diferenciar a un grupo de otro solo pudiera hacerse analizando los ingresos de la población.
Un área importante deberían ser las relaciones laborales, sobre todo el análisis de los salarios o de los ingresos por el peso de los trabajadores que laboran para el Estado cubano, pero pudieran ser otras las dimensiones del proceso, incluyendo las que no son de índole económica.
Para trabajar en la erradicación de la pobreza habría que modificar determinadas relaciones sociales de manera que se permitiese la reinserción de los grupos sociales hoy aquejados por aquella. Esto no es, simplemente, un problema de carencia material sino también un síntoma del funcionamiento de las relaciones sociales. La pobreza no es un accidente. “Algo” tuvo que ocurrir en la sociedad para que determinadas personas fuesen colocadas en ese lugar, y no en otro.
El trabajo es la vía fundamental de subsistencia. La situación del empleo y los salarios constituye la primera causa de desigualdad de ingresos en cualquier sociedad. En Cuba, el 70% de los ocupados son trabajadores estatales que reciben un salario. Por eso los bajos salarios representan la principal causa de la existencia de personas en riesgo de pobreza.
El Artículo 31 de la recién aprobada Constitución plantea claramente el papel de los salarios: “El trabajo remunerado debe ser la fuente principal de ingresos que sustenta condiciones de vida dignas, permite elevar el bienestar material y espiritual y la realización de los proyectos individuales, colectivos y sociales. La remuneración con arreglo al trabajo aportado se complementa con la satisfacción equitativa y gratuita de servicios sociales universales y otras prestaciones y beneficios”.
En 1980 se estimó que el 56% del consumo total de bienes y servicios se cubría a cuenta del trabajo. El 44% restante se obtenía por vías redistributivas; esto es, por transferencias del Estado a la población en forma de subsidios, seguridad social o gratuidades. Los bajos salarios, unidos a las garantías y protecciones estatales al empleo y el consumo, homogenizaban la sociedad cubana.
El Estado agigantado
En los años 80 se emprendieron estudios académicos para calcular el coeficiente Gini en Cuba. En 1986 lo situaban entre 0,22 y 0,25, una de las sociedades más equitativas de la época. En la actualidad ha ascendido a más de 0,40, denotando una sociedad muy desigual. El país tuvo que tomar medidas para enfrentar la crisis de los 90, pero no hizo un trabajo con la seriedad necesaria para resolver las causas internas que propiciaron el Período Especial. Se postergaron muchas decisiones, más por política que por economía.
El Estado se mantuvo agigantado, con poca oferta productiva y elevada centralización. Muchas medidas que estimulaban el incremento del trabajo y mejoraban la eficiencia empresarial se eliminaron pasando a la cuenta única del Estado. Esto afectó a la empresa estatal cubana desde entonces hasta la actualidad.
Después de los 90 se produjo en la sociedad una inversión de la pirámide de ingresos. Antes del Período Especial, los profesores, el personal médico, los trabajadores de la administración pública y la cultura, etcétera, se encontraban en la cúspide, una medida de la importancia otorgada a los salarios como fuente de ingreso de la población y a la calificación como un punto determinante en el monto de estos salarios. Hoy los ocupados en el sector no estatal, en cualquiera de sus variantes –remesas familiares o provenientes del comercio informal–, reciben ingresos muy superiores a los de los trabajadores asalariados.
Desde el punto de vista monetario y financiero las remesas constituyen una vía importante para el beneficio de un grupo no despreciable de la población, pero al alto costo de ampliar las brechas de ingresos y desvalorizar el trabajo en cualquiera de sus formas. Y son generalmente “blancas”, lo que conlleva diferencias raciales. Pero tampoco se produjo una efectiva forma de atraer esas remesas por parte del Estado de manera que le permitiera contar con una cantidad de divisas para hacer inversiones u otras actividades.
No se eliminó la mentalidad rentista del Estado cubano de gravar las remesas con altos impuestos en el mercado en divisas, lo que ha permitido que regresen a otros destinos y sirvan como una fuente de insumos tanto al sector privado como a la población en general. Tampoco se le quitó el gravamen estatal al dólar, mientras que en el mercado paralelo de divisas se encuentran tasas de cambio más estimulantes para el poseedor de dólares. Hoy el cambio se puede lograr 1 CUC igual a 1 USD en determinados territorios.
Los salarios
El estancamiento de los salarios hasta junio del 2019 generó un escenario diferente a las tendencias internacionales. Escasamente diferenciados y con lento y bajo crecimiento, no compensaron el incremento de la desigualdad, dada por la brecha entre los dos grupos extremos de ingresos –dígase transferencias sociales y rentas de capital.
La pérdida de participación de los salarios en el total de ingresos de la población y en el acceso al consumo, desembocó en una agudización de la desigualdad de ingresos y el deterioro de la equidad alcanzada durante décadas anteriores, que genera una brecha tendiente a la ampliación entre salarios e ingresos fuera del sector estatal y del trabajo.
Antes de los años 80, los salarios fueron estables, bajos y con poca diferenciación de 1 a 4, entre los que menos ganaban y los que más. Después resultaron muy diversos, con un bajísimo poder adquisitivo y disímiles esquemas que funcionaban en dependencia del sector de que se tratara.
Basado en las resoluciones 16 y 25 del 2019 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social publicadas en la Gaceta Extraordinaria número 13 del 18 de julio de 2019, el nuevo aumento salarial constituye un paso necesario para empezar una mejoría en el poder adquisitivo del sector presupuestado, toda vez que abarca más del 40 % de los trabajadores ocupados del Estado. Las autoridades reconocen que no es una reforma salarial, sino un incremento salarial porque una reforma salarial incluye una reforma en la política de precios, la unificación monetaria y cambiaria, entre otras medidas.
El incremento mitiga el desespero de una parte de los trabajadores cubanos. Es de más de un 68 %, pero aún se está distante del deterioro del poder adquisitivo de la población después de los años 90.
Según las investigadoras Anicia E. García y Betsy Anaya (1), en 2016 el gasto mensual promedio de consumo de un hogar de tres personas era de 2 245 pesos cubanos (CUP). En otros estudios es más elevado, pero la cifra puede considerarse correcta. Aunque para el futuro inmediato debería actualizarse ese estudio, aún no se logra alcanzar el poder adquisitivo de la población cubana en los años 80, algo que sigue instalado en el imaginario popular.
Con este incremento los datos cambiarían, pero desde 2016 los precios también se incrementaron, sobre todo en los mercados agropecuarios, privados, transporte y mercado negro a partir de las insuficiencias de productos en los mercados estatales en divisas o en moneda nacional.
¿Qué es la pobreza y quiénes son pobres?
En años recientes se ha producido un debate acerca de los enfoques para establecer una línea de pobreza. El tradicional permite establecer un monto de dinero determinado que serviría como rasero para diferenciar quién es “pobre” o a quién le falta ingresos respecto al que no le hace falta.
¿Cuál debe ser el nivel de ingreso para considerar que un ciudadano cubano es “pobre”, es decir, que no le alcanzan sus ingresos? Una respuesta simple pudiera ser la siguiente: vivir en un núcleo familiar donde o ingresen menos de 2 245 CUP mensuales. Serían pobres de ingresos los ciudadanos en cuyos hogares entren menos de tres salarios medios mensuales. Entonces, ¿cuántas personas en riesgo de pobreza hay en Cuba?
El reciente aumento salarial resulta significativo. Aunque los trabajadores ubicados por debajo del Grupo XI, que ganarían unos 790 pesos mensuales, se mantendrían en una situación aún apretada, los comprendidos del grupo XII al XXXII, que están en el rango de 865 a 3 000 pesos al mes, mejorarían su situación.
Lo que no se ha divulgado es el porcentaje de trabajadores que estarían ubicados en los distintos grupos, lo cual permitiría un análisis más fino. En uno de sus trabajos recientes el profesor Lázaro González Rodríguez exponía que el salario medio debía operar de acuerdo con los precios existentes de 4 725 pesos. Esto nos lleva a otros resultados, pero las conclusiones son válidas: existe en Cuba una masa significativa de personas con riesgo de pobreza de ingresos.
Las probabilidades relativamente altas de tener problemas de ingresos en Cuba es el 41,7% de la fuerza de trabajo estatal de Cuba (1343 800 trabajadores), que en 2016 laboraba en actividades con un salario promedio inferior al salario medio nacional. Asumiendo que un núcleo familiar está compuesto por 2,9 personas, eso daría un total de 3 897 020 individuos que vivirían en hogares con riesgo de ser pobres de ingresos.
Pedro Monreal agrega otros dos grupos relativamente grandes: los pensionados (1 676 988 personas), que reciben una pensión media de apenas el 37% del salario medio en 2016, y los 179 796 beneficiarios de la asistencia social, quienes por definición clasificarían como “pobres”. Sumadas las tres categorías, serían 5 753 804 personas. Y equivaldría, aproximadamente, al 51% de la población cubana.
Definir quién es pobre y quién no mediante la adopción de una “línea de pobreza” es, sin dudas, un criterio limitado. La pobreza tiene muchas dimensiones que rebasan una determinada cuantificación de las carencias materiales. Sin embargo, ninguna política pública contra la pobreza opera sin una cuantificación. Hay que considerar datos como los siguientes:
- Los precios son muy altos en el sector estatal, con una tasa sobre el costo de un producto entre 250 al 320 % en el mercado en divisas. En el no estatal presentan un incremento exagerado, mantienen un crecimiento superior a 30 veces con respecto a 1990.
- El salario promedio nacional ascendió en 2018 a 777 CUP –es decir, se incrementó en cuatro veces el salario nominal respecto a 1990.
- El salario mínimo asciende a 225 CUP.
- La pensión mínima fue fijada en 242 CUP.
- Para equiparar el salario nominal con los precios actuales, el salario mínimo sería 2 334,75 CUP, y el medio 4 725 CUP.
La desigualdad es también un concepto relativo. Desde una perspectiva económica, en esencia compara el nivel de bienestar material de distintos grupos sociales. Por esa razón no es posible entenderla de manera adecuada si se presta atención desproporcionada a uno de sus componentes –el aumento de la concentración de la riqueza e ingresos de unos– sin atender su otro componente clave: la posible amplificación de la pobreza de otros. O si no se atienden los cambios en la distribución del ingreso dentro del propio segmento de quienes no son “ricos”.
Cuba conserva un mecanismo que incluye un componente de racionamiento. La libreta, las tarifas eléctricas (en determinados niveles de consumo), consumo de agua, constituyen ejemplos clásicos de “inflación reprimida”. Mantener precios artificialmente bajos es una manera de otorgar subsidios al consumo popular.
Consumo reprimido; consumo postergado
El Estado está pretendiendo incrementar por la vía de los salarios el poder de compra familiar. Pero en paralelo, habría que evaluar la posibilidad de subir el salario real mediante una reducción de los precios del consumo. El mismo Estado los tiene muy altos en los mercados liberados o de divisas.
En general, la mayor distorsión existente es lo que implica para un trabajador no poder solventar los gastos esenciales para la reproducción de su fuerza de trabajo y sostener a su familia con el bajo poder adquisitivo de los salarios de hoy.
Antes de hablar de ricos y pobres como conceptos absolutos, el Estado cubano tiene que implementar medidas concretas para sacar adelante a la mitad de los trabajadores en riesgo de pobreza, ya que sus ingresos no les alcanzan para mantener el consumo reprimido de una familia cubana. Y me refiero a consumo reprimido porque hoy sus aspiraciones son, en primer lugar, la alimentación, el vestuario y el transporte. No artículos suntuarios, el ocio, la recreación o la mejoría de la climatización de los hogares, entre otros.
En Cuba hay un consumo postergado, oculto en las posibilidades económicas de un grupo importante de trabajadores. Se sabe que es fruto de la crisis económica de los 90, pero estamos a tres décadas de esa fecha. Hay 3 953 712 cubanos con menos de 30 años que desde que nacieron han vivido con un conjunto de restricciones.
Y lo que se necesita no es no solo aumento de salarios. Eso debe venir con una oferta de bienes y servicios adecuados para que la inflación no nuble el incremento de los salarios nominales. ¿Cómo lograrlo? Primero, que el Estado se haga eco de verdad de lo aprobado en los documentos del VII Congreso del Partido, donde hay un abanico de opciones, entre ellas potenciar el desarrollo de las fuerzas productivas, aprobar las pequeñas y medianas empresas privadas, destrabar la aprobación de nuevas cooperativas urbanas, dar facilidades al comercio mayorista que incluya la posibilidad de importar a los trabajadores no estatales, autorizar la compra de maquinaria agrícola a los campesinos, permitir la empresa mixta entre una entidad jurídica o natural extranjera con una nacional, ampliar el número de profesiones en el trabajo por cuenta propia, entre otras acciones.
No es ocioso repetir lo que otros colegas han dicho recientemente. En Cuba hay resistencia al cambio, viejas mentalidades derivadas de demasiado tiempo pensando de una cierta forma el manejo de la economía. Los tiempos actuales y por venir necesitan otras mentalidades, si es que es real la aspiración de ser un país en camino al desarrollo dentro de apenas diez años. Dicho de otra manera: hay que tomar medidas en el menor tiempo posible, aunque no sean agradables para todos. Buena parte ya están refrendadas en los principales documentos aprobados por el Partido Comunista de Cuba y el gobierno. ¿Qué esperan entonces las autoridades para concretarlas?
Nota
(1) Anicia E. García Álvarez y Betsy Anaya Cruz: “Gastos básicos de familias cubanas urbanas dependientes de salarios y pensiones: dinámicas recientes”, Centro de Estudios de la Economía Cubana, La Habana, 15-16 de marzo de 2018.
Excelente articulo , muy completo, que toca todas las aristas de un tema taboo en Cuba, la pobreza.
El autor menciona un estudio donde se calcula que el salario necesario debia ser de 4700 pesos, por ende la mayoriai de la poblacion cubana es pobre, no es indigente , no esta pidiendo en las esquinas, pero tiene una fragilidad economica comparable con el vidrio, cualquier evento domestico , rotura de refrigerador, televisor o el simple hecho de tener que comprar un par de zapatos saca de paso cualquier hogar.
Muchas familias complementan sus ingresos con remesas familiares , que aunque a veces sean pequenas (eg 30 o 50 dolares) significan un mundo.
El cubano ha vivido toda su vida en un marasmo economico inducido por el estado cubano como forma de control
“El cubano ha vivido toda su vida en un marasmo economico inducido por el estado cubano como forma de control”…….exacto
Muy buen artículo. Muchas gracias.
La mentalidad rentista del Estado ha sido una espada de doble filo. Los precios inflados en las TRD llevaron a la aparicion de un sector informal de importadores que a contrapelo de regulaciones aduanales, le hacen una competencia silenciosa a la red minorista del Estado El gravamen injustificado del USD ha llevado a que exista un mercado cambiario no oficial que lleva las de ganar. Estos son dos ejemplos de la lentitud del Estado en modificar decisiones de caracter financiero y economico que obviamente son obsoletas. Ante las propuestas que hace Omar, uno podria preguntarse como es posible que no hagan nada si es tan evidente? Porque han habido varias voces, incluso dentro del oficialismo, que estan alertando de estas situaciones y que mas o menos, llegan a conclusiones similares. Y entonces?
A río revuelto ganancia de pescadores
Everleny: salga de paseo por la cuba profunda y vera donde quedan esos “analisis de escritorio desde la habana”….los cubanos son pobres hace mucho,mucho tiempo…alguna vez lograron igualdad en la pobreza,pero siempre pobres….la subsistencia al pelete es pobreza …..
Everleny:
En su pase de revista a la pobreza en Cuba no se menciona el bloqueo de los EEUU. Las pérdidas que ha generado y genera el bloqueo de los Estados Unidos a la economía cubana son grandiosas, ningún gobierno latinoamericano hubiera podido sostenerse con castigo semejante que implica una persecución a los activos de Cuba en todo el mundo. Con todos esos recursos hace rato la economía cubana hubiera salido de su estancamiento y con ello muchas personas que en Cuba están en el límite de la pobreza tendrían una mejor situación. Eso no significa que exista también lo que en Cuba se ha dado en llamar “el bloqueo interno” por la acción de personas con mentalidades estrechas. Y para colmo compara los estándares de consumo de los años 80 con los actuales sin ni siquiera mencionar el efecto traumático que tuvo la caída del campo socialista sobre nuestra economía. ¿Cuál será la razón de esta omisión tan evidente?. Es muy fácil juzgar cuando se apartan del análisis realidades obvias pero a usted que vive en Cuba al parecer eso ni le afecta ni le molesta.
Hay otras imprecisiones en su artículo cuando dice que el Estado otorga “subsidios universales a una pequeña parte de la alimentación racionada” lo cual es falso. Salvo las bolsas de café todo lo otro es subsidiado por el Estado: pollo,leche,picadillo de soya, etc. El Estado cubano invierte cifras elevadas de sus ingresos para importar alimentos y petróleo y casi todo esto lo ofrece subsidiado. Cierto que lo racionado no cubre las necesidades de un mes pero es una ayuda. Por otro lado, existen las TRD y la venta liberada de combustible por los CUPET cuyas recaudaciones también son utilizadas para la redistribución de los ingresos. Por eso también es cuestionable su afirmación de que “tampoco se produjo una efectiva forma de atraer esas remesas por parte del Estado de manera que le permitiera contar con una cantidad de divisas para hacer inversiones u otras actividades”. Vamos, son cosas evidentes que usted oculta.
Por otro lado, no todos sectores que usted considera que se encuentran en la pobreza lo son. Muchos jubilados, beneficiados por la asistencia social y los que gana salarios bajos se recontratan o se buscan trabajos extra para tener mayores ingresos y no todos son registrados como “cuenta propia”. Además muchos de ellos reciben remesas del exterior así que de ese 51 % de la población cubana que usted refiere que están en la pobreza hay muchos que se pueden descontar. Tampoco informa del trabajo del Estado a la atención de casos de pobreza por medio de los trabajadores sociales.
En su larga lista de problemas para que avance la economía ciertamente coincido con usted en algunos pero al propio tiempo no debemos reconocer que a la empresa socialista se le ha dado mayor autonomía aunque no toda, también hay que contar los salarios que se otorgan por el pago por resultados en las empresas que usted no los tiene en cuenta, las propinas en los centros de servicio, entre otras. En cuanto a los problemas de la familia cubana usted menciona a la alimentación, el vestuario y el transporte pero pasa por alto el problema de la vivienda.
Debí decir que: No debemos dejar de reconocer que a la empresa socialista se le ha dado mayor autonomía , aunque no toda.
Y agrego algo más de paso: Una de las mayores fortalezas contra el bloqueo de los Estados Unidos y la pobreza ha sido y es la solidaridad entre cubanos, no solo los que envian remesas. La familia cubana se distribuye entre sí los ingresos y todos comen parejo, salvo pocos casos. La mujer cubana ha hecho magias en la cocina y en otras muchas cosas para sostener la familia. Los amigos y los vecinos se apoyan entre sí, no existe lo que en otros países que cada cual vive de se casa hacia dentro. Siga descontando por ahí la cifra de cubanos pobres.
Jorge R 09
Así como cambio el canal cada vez que escucho la misma muela de siempre, deje de leer toda la … que reproduces en este espacio. Yo te entiendo, yo se lo que es resistirse a aceptar todo lo que ves a tu alrededor. Mendas tremenda pena.
Los problemas existen y son muchos,por lo que no podemos hablar de lo bueno que se hace sin ver todo lo que falta,creo que el bloqueo existe hace 60 años,y se hacen muchas cosas evadiendolo, y nunca ha estado más duro,más los cubanos tienen talento para resolver,y no debemos parar a justificaciones que solo restan el avance,lo importante es generar riqueza,y eso nos hará próspero con o sin bloqueo americano,debemos ver cuánto mejores podemos estar,y 60 años son una gran experiencia,de errores y aciertos,,y nunca se ha visto más pobre nuestro pueblo,y la razón que todos sabemos es que el principio más fundamental no se cumple hace muchos años,que el hombre vive y se sustenta del sudor de su trabajo,es causa de esto la gran corrupción,y el deterioro en la sociedad nuestra,por lo que nuestros jóvenes se arriesgan y emigran, creo es suficiente para centrarnos en nuevos objetivos,sin perder,la esencia de la revolución cubana,creo se puede luchar por,un salario que le dé mejor calidad de vida a todos,y no se hablaría de riesgo de pobreza , tenemos muchas cosas muy buenas,por lo que debemos luchar por lo que se ha deteriorado, los cambios son necesarios,no podemos quedar estancados
Muy buen artículo.
Veo que hasta ahora una mayoría de comentaristas coincidimos en eso. Claro que no falta algún frustrado para justificar la debacle con el bloqueo como siempre, pero es una muy buena foto de la realidad de los cubanos de a pie y me atrevería a decir que ha sido hasta condescendiente.
El por qué de la pobreza?…
En mi opinión porque el sistema está pensado para redistribuir beneficios, pero penalizando la creación de riqueza.
Si constantemente te ocupas de maltratar al que produce, llega el momento que éste no querrá hacerlo mas. Si le das regalías de los que producen a los que no lo hacen, estos últimos tampoco tendrán un incentivo para hacerlo.
Nada señores lo que tenemos en la isla es Rebelión en la Granja de George Orwell, pero amplificado en la vida real. Todavía no he encontrado una predicción mejor que ese libro acerca del Socialismo y eso que la Revolución cubana ni existía cuando se escribió.
Los que usan el bloqueo como excusa nunca saben responder por qué cosas que no tienen nada que ver con eso no funcionan en la isla, ¿Porqué no prosperan la agricultura, Industria pesquera, la ganadería?, ¿Porqué asfixian a todo aquel que recibe un poco más, fruto de su trabajo?, ¿Que pasó con los inmensos subsidios recibidos de la URSS?, ¿Que pasó con la Industria azucarera que fué de exportadora neta a importadora?, ¿Porqué no se fomenta mas el comercio con otros países que no nos bloquean?, ¿Porqué hasta los 90 ni hablábamos del bloqueo? y muchas tantas otras preguntas que los dejan sin argumentos.
Para esos la causa fundamental es el bloqueo y no el mal manejo de la economía. No digo que no sea una causa que nos afecte, pero a la hora de hacer los números para calcular la afectación del Bloqueo externo, hagamos también los de las afectaciones por el Bloqueo Interno y comparemos. Yo estoy seguro que las afectaciones por el Bloqueo Interno son mayores, porque solo la existencia de los diferentes tipos de cambios originados por la doble moneda harían incompetentes a una buena parte de las empresas nacionales, pero esos daños no se contabilizan, de eso no se habla jamás.
Agradezco mucho este artículo, aunque me parece muy complicado. Mi intelecto no da para tanto, quizás la persona que escribe sobre el tema pueda ilustrarme. Esta es mi ruta para que me ayude a comprender por qué estoy equivocado:
“En diciembre de 2014 Raúl Castro apareció en televisión cambiando en 360 grados las reglas del juego. Fue un paso cojonudo porque de un tirón el país desvencijado, sin futuro, envejecido, que contaba solamente con su retórica y los resortes que utiliza el poder para sostenerse se igualó dignamente con su archienemigo, el país rico, pujante, creciente, donde la gente cree en el milagro de su vida. No conozco muchas personas que quieran regresar a la dignidad de la Plaza de la Revolución o de la Mesa Redonda desde Ocean Drive o la Calle 8. Anotemos que el presidente anterior no le hizo gracia el entendimiento y lo expresó, primero en silencio (un hombre que hablaba tanto) y después por escrito en una de sus reflexiones. Raúl Castro continuó lo que ya había probado en 1958 durante la Operación Antiaérea cuando el secuestro del Cónsul de EU en Santiago de Cuba detuvo los bombardeos contra la población en la Sierra Maestra. A Fidel tampoco le gustó, pero el resultado estuvo a favor del grupo cerrado conque contaba Raúl para mover ideas. Guardo en cámara el testimonio del Comandante que envió Raúl a explicarle a Fidel.
Recuerdo que el día de las elecciones presidenciales en que ganó Obama, me aparecí en el trabajo y me retraté con una gorra con su nombre frente al Partido de La Habana y la puse en fb. Algo me dijo que las relaciones con EU ya estaban en combate. Me llamaron la atención el viaje de Mariela, el lobby que visitó y un artículo social de Max Lesznick. Todo eso lo llevo en un diario que conservo, como casi todo mi archivo, fuera de Cuba. Esos materiales son el único patrimonio real que dejo a mis hijos.
La descendencia de la clase política cubana fue la mejor, por momentos la única, beneficiada con esa apertura. Ya lo había observado años antes en Miami, lugar que visité en 2010 con mi esposa. Los que vivían allá se preparaban, y lo decían, para esa oportunidad económica que posibilitó bares, restaurantes, tiendas, etc, donde mover finanzas que crecieron de un modo acelerado. No voy a entrar en ese detalle que es uno de los fondos del asunto. Lo cierto es que la gran mayoría de los beneficiados con el triunfo revolucionario, los desposeídos, no alcanzaron las bonanzas del acuerdo. Ni los EU ni la clase política cubana, menos sus descendientes, pensaron en ellos. A veces, las grandes ideas quedan en el patrimonio y para el disfrute de los “grandes”. Honestamente, no le veo otra solución, es así el mundo, pero entretener al lector con cifras y análisis que nos sumergen en mayor ignorancia, al menos a mí, que repito, no estoy intelectualmente capacitado para comprenderlas, me parece parte del acuerdo. Hay que hablar menos de la metástasis.
Lo que pasa en cuba se resume en pocas palabras ,(sector privado) ,el gobierno tiene todo monopolizado ,no hay sector privado x tanto no hay generación de buenos empleos ,los pocos cuentapropias que hay están muy limitados ,incluso así viven bastante bien ,imaginemos que Cuba deje tener hospitales privados ,tiendas de comida importada ,hoteles ,ISP ,escuelas etc etc etc…