La Biblioteca de Casa de las Américas llevará desde hoy el nombre del poeta e intelectual cubano Roberto Fernández Retamar (1930-2019) en homenaje a quien fuera presidente de la institución desde 1986 hasta su fallecimiento, en la fecha de su 90 cumpleaños.
RFR fue el lector más fiel de esta Biblioteca y quien más fondos le donó durante más de cincuenta años. Dejó textos esenciales sobre José Martí y en torno a la descolonización cultural de nuestra América y de todo el Sur, e hizo de la revista Casa de las Américas una de las más importantes del ámbito hispanoamericano.
Además de poner su nombre a esa biblioteca, que tiene su sede en Línea y G, en Vedado, la Casa ha organizado, en coordinación con otras entidades y espacios culturales, varias jornadas de actividades dedicadas al Premio Nacional de Literatura 1989.
La Casa tenía previsto realizar el Coloquio Internacional “El regreso de Caliban: presencia de Roberto Fernández Retamar”, pero debido a la pandemia del coronavirus, no podrá hacerse como se había diseñado.
El homenaje llegará entonces a través de los medios y el espacio virtual, por ello quedará habilitada desde hoy, en el sitio web de la Casa una sección especializada donde se verán publicados los trabajos inéditos enviados al Coloquio y se podrá acceder a la exposición bibliográfica y fotográfica Roberto en Casa.
De su trayectoria intelectual destacan la colaboración con la reconocida revista Orígenes y su tiempo como secretario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Allí fundó la revista Unión en 1962 junto a Nicolás Guillén, Alejo Carpentier y José Rodríguez Feo.
También fundó y dirigió el Centro de Estudios Martianos y su Anuario de 1977 a 1986, fecha en que comienza a dirigir la Casa de las Américas, cuya revista ya lideraba desde 1965.
En 2008 fue elegido director de la Academia Cubana de la Lengua, institución de la que fue miembro desde el 17 de septiembre de 1995 y contó con una extensa labor docente en la Universidad de La Habana y recibió el título de doctor honoris causa de las universidades de Sofía (1989), Buenos Aires (1993) y la Marta Abreu de Las Villas (2011).