El escritor y periodista Albor Ruiz, figura relevante de la emigración cubana en EE.UU. y del acercamiento de esta con la Isla, falleció este viernes en la noche en el Hospital Homestead, en Florida. Tenía 80 años de edad al momento de su deceso, cuya causa fue una neumonía severa.
Miembro del Salón de la Fama de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos en EE.UU., Ruiz emigró de Cuba con apenas 20 años en noviembre de 1961, según recuerda el sitio cubano Nación y Emigración, que, además, evoca sus estudios de Ciencias Políticas y Filosofía en la Florida.
Trabajó como columnista en el Daily News y El Diario de Nueva York, donde escribió sobre temas relacionados con la comunidad latina en territorio estadounidense, y más recientemente desarrolló su labor periodística en AL DÍA News Media.
Por otro lado, desempeñó un papel destacado en la organización del movimiento de jóvenes cubanos que se nuclearon alrededor de Areito y trabajó arduamente desde los EE.UU. para lograr el Diálogo del 78, hito en las relaciones entre Cuba y su emigración. Por su importante labor en este sentido, su muerte ha sido lamentada a ambos lados del estrecho de la Florida.
En horas de la noche de este viernes, 8 de enero, falleció el periodista y escritor cubano Albor Ruiz Salazar.
Llegue a sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame. pic.twitter.com/ipaHxL4IVs
— Ernesto Soberón. (@SoberonGuzman) January 9, 2021
“Albor Ruiz, luego de un largo proceso de aprendizaje y sanación como emigrado, estuvo entre las personas que trabajaron arduamente desde Estados Unidos para lograr aquel primer diálogo, un espacio que marcó el inicio oficial de una nueva relación con la emigración cubana”, recordaba el pasado año en un artículo el sitio Progreso Semanal.
“Tengo la gran satisfacción, y lo digo sin que me quede nada por dentro, de que el grupo nuestro inició el proceso que ha posibilitado todo lo demás. De eso no se habla mucho. Quizás no se le ha dado el crédito correcto a aquella etapa, y tampoco creo que sea tan importante. Esa no es la cuestión. Sí recuerdo la primera vez que fuimos a la sede diplomática de Cuba y nos miraron como si estuviéramos locos. Pero fuimos abriendo un espacio y ganándonos un poco de confianza, haciéndoles ver que era real lo que estábamos diciendo, y que estábamos dispuestos no solo a hablar, sino a actuar en consecuencia”, contó Albor en 2016 a la periodista Rachel D. Rojas, en una entrevista citada por esa publicación.
“Regresar a Cuba fue quitarme un peso enorme, gigantesco, que me había estado aplastando todo el tiempo. Fue un cambio brutal. Más cuando, sin darte cuenta, el tipo de propaganda que hacen en Estados Unidos sobre Cuba te va calando, aunque sabes que es mentira, y no estás de acuerdo. Pero cuando llegué y vi que, a pesar de los tremendos problemas, la gente iba al cine, comía helado, se hacían fiestas en las cuadras con los niños, los viejos, los chinos, los negros, etc. Para mí fue un tremendo alivio, no sé muy bien cómo explicarlo. Yo sentía que esa era mi gente”, narró el propio Ruiz en declaraciones también citadas por Progreso Semanal.
De acuerdo con mensajes y evocaciones de amigos y colegas a raíz de su fallecimiento, reunidas en Radio Miami TV, en su testamento Ruiz pidió que sus cenizas fuesen enterradas en Cuba. Tal deseo es consecuente con los versos de su conocido poema “Por si muero mañana”, incluido en su libro homónimo, en el que escribió: “Volver al suelo, tierra cubana / Extranjero soy y ella me llama / Sepan todos que Cuba me reclama / Por si me muero mañana”.