El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reiteró este viernes la existencia de una “intensificación mediática” que considera parte de una “estrategia imperial” en sus intentos de destruir a la Revolución, en el poder desde 1959. “Han tratado de construir sucesos mediante fechas desde el 11 de julio hasta ahora el 15 de noviembre, pero eso no nos quita el sueño”, aseguró durante una comparecencia especial trasmitida por la radio y la televisión estatal.
Díaz-Canel se refirió así a las protestas antigubernamentales que sucedieron el 11 de julio, cuando miles de personas salieron a las calles en el país caribeño para reclamar mejores condiciones de vida. Pero, también aludió la marcha opositora convocada por la plataforma virtual Archipiélago para el próximo lunes 15 de noviembre -en demanda de derechos y por la liberación de los presos políticos y la no violencia-, al tiempo que acusó a EEUU de apoyar su organización y financiamiento.
“Estamos atentos y preparados para defenderla (la Revolución) y enfrentar cualquier acción injerencista que altere nuestro orden constitucional”, afirmó el también líder del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), quien recalcó que la Isla es “una nación de paz, solidaridad y amistad, que defiende el proyecto de una Revolución socialista y genuina que no está clandestina en el poder”.
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Sostuvo que su gobierno está abierto “al diálogo, al debate y al perfeccionamiento de la sociedad, queremos seguir ampliando nuestra democracia y los espacios de intercambio, pero somos una sociedad cerrada a la presión, el chantaje y la injerencia extranjera”.
Pero, el centro de su intervención fue el regreso a la normalidad y la reapertura de Cuba al turismo internacional el próximo lunes, que señaló ocurre cuando el país ha conseguido un decrecimiento sostenido de los contagios de la COVID-19 y el control de la pandemia, aunque advirtió que ahora se debe aprender a convivir con la enfermedad.
“La única garantía de mantener la situación bajo control”, dijo, “es cuidar nuestro comportamiento, y la responsabilidad de que seamos capaces de compartir, en lo individual, lo familiar, lo social, lo institucional y lo colectivo; que sepamos estar a la altura del desafío que significa pasar a la nueva normalidad que nos permita retomar la vida del país con seguridad, con sostenibilidad”.
En relación al desarrollo de las vacunas cubanas y a la reapertura al turismo dijo que si un turista quiere vacunarse en la Isla, podrá hacerlo, y aseguró que, para ello, están previstos todos los diseños. Precisó que incluso para quienes no pueden completar la vacunación se les aplicaría la primera dósis y las restantes se las llevará, con todas las indicaciones y metodología requeridas.
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El mandatario cubano ratificó al turismo como la locomotora que impulsa la economía cubana, se manifestó confiado en que habrá un comienzo con “buenas expectativas” y será creciente el arribo de viajeros a la Isla, pero reconoció que el sector no se recuperará de manera inmediata.
Con la reapertura de fronteras, Cuba intenta recuperar el sector, su segunda fuente oficial de ingreso de divisas -por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior- después la drástica reducción de visitantes provocada por el impacto de la pandemia. Antes de la COVID-19, el turismo representaba la segunda fuente oficial de ingreso de divisas y aportaba en torno al 10 % del producto interior bruto.
De este modo, el gobernante cubano recordó que el impacto del coronavirus provocó la disminución de ingresos por el decrecimiento en el sector, la contracción de exportaciones, importaciones y la inversión extranjera, así como dificultades en las producciones, que condujeron a la ralentización de los procesos y servicios cotidianos del país.
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Díaz-Canel indicó que en el último año y medio Cuba dejó de recibir más de 3000 millones de dólares y los pocos ingresos percibidos se destinaron a cubrir los gastos del enfrentamiento a la pandemia. Cuba aspira a crecer un 2.2 % en 2021 pese al complejo panorama económico que enfrenta, tras el desplome del 11 % del producto interior bruto (PIB) registrado en 2020, atribuido al golpe de la pandemia, la escasez de oferta, la galopante inflación y al recrudecimiento de las sanciones del embargo de Estados Unidos.
“Es por eso que, independientemente de que el bloqueo exista, estamos obligados a saltar por encima de él con nuestras propias fuerzas”, dijo.
Efe/OnCuba