Luego de dos años suspendida por causa de la pandemia, la Feria Internacional de La Habana (FIHAV) volverá a celebrarse en 2022. Lo hará en un momento especialmente difícil para la economía cubana, que acusa el impacto de la COVID-19 y de las sanciones de Estados Unidos, incrementadas a pesar de la situación epidemiológica, así como de ineficiencias y problemas internos que han lastrado, incluso, la marcha de las reformas impulsadas por el gobierno para paliar la crisis y propiciar el despegue económico del país. A ello habría que sumarle el previsible efecto negativo que tendrá ―y, de hecho, ya está teniendo― el conflicto bélico en Ucrania, tanto a nivel global como para Cuba, afectada “de rebote” por las sanciones a Rusia.
Ante un escenario tan poco halagüeño, la Isla necesita mostrar con amplitud su abanico de productos y servicios a la comunidad empresarial, lo mismo para afianzar aquellos ya icónicos y establecidos que para exhibir las potencialidades en otros sectores, incluyendo los de su creciente sector privado. Además, requiere potenciar los vínculos comerciales ya existentes y crear nuevos lazos entre empresarios cubanos e internacionales que permitan multiplicar las exportaciones nacionales y revitalizar la captación de inversiones, hasta ahora lejos de satisfacer las necesidades del país y de los cálculos iniciales de las autoridades cubanas.
Apenas en diciembre pasado, Rodrigo Malmierca, ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, reconocía ante la Asamblea Nacional que “a pesar de las acciones desarrolladas, no se han logrado los resultados deseados” en la aplicación de la Ley sobre la Inversión Extranjera promulgada en 2014, debido a dificultades burocráticas, de preparación y de promoción. Además, informó que en los dos últimos años solo se habían autorizado 47 nuevos negocios, de los que apenas 25 se habían podido constituir. Con ellos, durante los siete años transcurridos desde que se firmó la Ley, se habían aprobado en la Isla 285 nuevos negocios, 49 de ellos ubicados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, mientras que 29 correspondían a reinversiones.
Dos meses después, las cifras no deben ser muy diferentes, a pesar de que hace más de un año está ya en funcionamiento la Ventanilla Única para la Inversión Extranjera (Vuinex), creada para facilitar los trámites a los inversores foráneos y acelerar las gestiones para poner en práctica nuevos negocios en Cuba. Por ello, el regreso de FIHAV abre la posibilidad de dar un imperioso impulso a este aspecto vital para la economía cubana, que según los pronósticos gubernamentales debe crecer en torno al 4 % en 2022, un año en el que, además, se prevé un crecimiento de las exportaciones con respecto al bastante deprimido 2021 ―eso, sí se cumplen los planes internos y el contexto global lo permite―, aunque también una disminución de la capacidad de compra del país, al punto de que el propio gobierno espera importar unas 200 mil toneladas menos de materias primas y productos. Por ello, tampoco extraña que, desde la misma convocatoria de la feria, las autoridades cubanas enfaticen en que el evento está abierto a “empresarios de todos los países”, en un explícito esfuerzo por dejar claro que Cuba sigue estando en disposición de recibir y analizar cuantas propuestas de capital extranjero e iniciativas empresariales toquen a su puerta.
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La feria en sí
La convocatoria de FIHAV 2022 fue lanzada esta semana por el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex). Su titular, Rodrigo Malmierca, explicó en conferencia de prensa realizada con motivo de ese lanzamiento que, tras dos años de ausencia, la organización del evento era posible gracias a la mejoría epidemiológica y la amplia cobertura de la vacunación anticovid en la Isla. El control de la pandemia, dijo, “es una perspectiva real”, y por ello confirmó la celebración de la cita entre el 14 y el 18 de noviembre en su sede tradicional de ExpoCuba.
La bolsa comercial, considerada la más importante de Cuba y el Caribe, llegará entonces a su edición 38, desde que comenzase su andadura en 1983. En opinión de Malmicera, la bolsa “ha sido hasta ahora una excelente plataforma de negocios para las empresas nuevas en el mercado cubano y otras que ya están establecidas, y su magnitud e importancia están dadas por ser un espacio con una muy completa muestra comercial cubana”. Ahora, añadió, “a pesar del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, que se ha recrudecido en estos tiempos de pandemia, contamos como siempre con la confianza de los empresarios de todas partes del mundo en el mercado cubano, por lo que esperamos una amplia participación en esta nueva edición de la feria”.
El ministro, que no brindó detalles sobre intereses de participación foránea que confirmen dicha “confianza” de la comunidad empresarial, precisó que en estos momentos se está “comenzando todo el proceso organizativo del evento, después de dos años sin hacerlo”. “A partir de ahora ―apuntó― comenzaremos a trabajar con la Cámara de Comercio, con ProCuba, con otras instituciones, y vamos a invitar a nuestros amigos de todo el mundo a que nos acompañen en la feria”. Además, reconoció que en estos momentos “es difícil calcular desde ahora cuántos empresarios vendrán”, pero reiteró que las autoridades esperan “una amplia participación”. “La idea ―avanzó― es que, igual que en otras ocasiones, los países con mayor representación puedan tener pabellones nacionales. En ese sentido, ExpoCuba trabajará para tener a punto todo el recinto ferial en el momento adecuado”.
Fue convocada la Feria Internacional de la Habana 2022. Control de #COVID19 gracias a programa vacunación exitoso en #Cuba abre esta perspectiva. Esperamos participación de empresas de todas partes del mundo y presencia de todos actores en economía cubana. @MINCEX_CUBA #CubaVive pic.twitter.com/jCe3EVTwJW
— Rodrigo Malmierca Díaz (@R_Malmierca) March 1, 2022
En cuanto a los participantes y actividades previstas, el titular del Mincex señaló que en FIHAV 2022 “van a converger durante cinco días expositores, empresarios, técnicos, de todos los sectores de la economía cubana y una amplia y variada muestra comercial internacional”. La feria, —dijo—, “volverá a ser un espacio propicio para el desarrollo de encuentros empresariales, rondas de negocios, seminarios y conferencias, entre otras actividades. También vamos a realizar acciones de promoción de los fondos exportables cubanos, que van a incluir producciones de las formas de gestión no estatal, y, como es habitual, las delegaciones cada país podrán celebrar sus días nacionales en sus pabellones y recibir el cariño y hospitalidad del pueblo cubano”.
Además, Malmierca anunció que durante la feria va a celebrarse el quinto foro de inversiones, que, afirmó, “a juzgar por sus ediciones anteriores será una excelente ocasión para sostener encuentros bilaterales entre empresarios cubanos y extranjeros, potenciales inversionistas, así como continuar compartiendo ideas e intercambiando sobre los retos que tenemos por delante en materia de atracción de inversiones”. Al respecto, confirmó que también volverá a realizarse un foro empresarial virtual, alternativa empleada por las autoridades cubanas durante la pandemia para propiciar el intercambio con empresarios foráneos y en cuyas dos ediciones precedentes fue presentada la Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera. Ello, comentó, “va a permitir que los empresarios que no puedan estar presentes en Cuba tengan la opción de participar de la feria e intercambiar con sus homólogos cubanos”. Con todo lo anterior, el ministro garantizó “fructíferas sesiones” en la edición 38 de FIHAV.
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Estados Unidos, los cubanos en el exterior y el sector privado
En momentos en que los vínculos entre Cuba y Estados Unidos se mantienen estancados, tras el marcado retroceso experimentado durante el gobierno de Donald Trump, la posible presencia estadounidense en la próxima Feria Internacional de La Habana resulta una incógnita. Aunque, en realidad, no es difícil prever que esta volverá a ser baja. Luego del auge experimentado durante la Administración Obama, la participación de empresarios y entidades del país norteño en FIHAV sufrió una visible disminución en los años de mandato de Trump hasta la celebrada en 2019, la última hasta la fecha, un período en el que, por demás, se incrementaron las sanciones a Cuba y los riesgos para quienes mantienen vínculos comerciales con la Isla.
No obstante, Malmierca dejó claro que por parte de su gobierno no existen limitaciones o impedimentos a la participación estadounidense en el evento. “La feria está abierta a empresarios de todos los países, incluidos los de los Estados Unidos”, señaló en respuesta a una pregunta de OnCuba. “El bloqueo es algo que se ejerce desde Estados Unidos, por el gobierno de aquel país, en contra de Cuba. Nosotros acá no bloqueamos a nadie, todo lo contrario. Por eso las puertas están abiertas a todos los que deseen participar y vincularse a las oportunidades comerciales y de inversión que Cuba propone”, agregó, una invitación que hizo extensiva a los cubanos residentes en territorio estadounidense y en otras naciones del mundo.
“Es bien conocido el interés que tenemos de propiciar este tipo de contacto con los empresarios cubanos que no viven en Cuba, y a eso le vamos a dar una atención especial. Por eso, esperamos que haya una buena participación de este sector”, apuntó, aunque sin ofrecer más detalles al respecto. Se trata de un punto que se mantiene en la mira de la comunidad cubana en el exterior y que, si bien ha sido objeto de algunas acciones y declaraciones de intención por parte de las autoridades cubanas, no ha logrado cristalizar al nivel de las expectativas e intereses de no pocos emigrados de la Isla.
En cuanto al sector privado, cuya presencia en la economía cubana ha venido creciendo en los últimos años, y que en 2021 tuvo un paso decisivo con la autorización de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) ―que ya superan las 2 mil en el país caribeño―, el titular del Mincex respaldó su participación en la feria.
“Nosotros esperamos que las formas de gestión no estatal también puedan exponer sus productos y servicios en FIHAV. Estamos promoviendo que estos actores de la economía cubana, muchos de los cuales han adquirido últimamente personalidad jurídica al transformarse en Mipymes, también participen en el esfuerzo que hace nuestro país en las exportaciones, por brindar mejores productos y servicios, y por ello es importante que cuenten con su espacio en la feria, al igual que las empresas estatales cubanas y las compañías extranjeras”, aseguró. Sobre el tema, Malmierca precisó que en caso de duda sobre cómo insertarse en la feria por parte de los diferentes actores del sector privado, desde el Mincex se “van a encargar” de aclararlas y “darle todas las facilidades para que puedan participar en el evento”.
Aunque faltan aún ocho meses para el comienzo de FIHAV, el reloj ya está corriendo en medio de un complejo contexto nacional y global. A la edición 37, en 2019, asistieron más de 4.000 participantes de unos 55 países, según datos oficiales. Pero de allá a acá ha llovido mucho y ya ni el mundo, ni Cuba, son los mismos de entonces, y no solo por la pandemia. Se abre entonces el compás de espera hasta noviembre, donde podrá verse en la práctica la respuesta a la convocatoria de la feria y el alcance real de lo proyectado ahora por sus organizadores. Y luego, ya más a largo plazo, su impacto, ―ojalá lo más positivo posible―, para la economía cubana en general y para quienes la hacen y también la experimentan en sus bolsillos y en su mesa día a día.