El gobierno de Estados Unidos reiteró que trabaja para el reinicio de algunos trámites consulares en La Habana, y confirmó el interés en hacerlo “lo antes posible”, de acuerdo con reportes de prensa.
“No tenemos un cronograma establecido, hay mucho por hacer, pero estamos interesados en comenzar a procesar los casos lo antes posible”, señaló al respecto Emily Mendrala, subsecretaria de Estado Adjunta en el Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, citada por la agencia Prensa Latina (PL).
De acuerdo con el despacho noticioso, pocos días después de que Washington anunciara la reanudación “limitada” del procesamiento de visas en Cuba, el Departamento de Estado precisó que estos servicios “se limitarán exclusivamente a las peticiones de visa de inmigrante patrocinadas por familiares”.
En declaraciones telefónicas a medios de prensa estadounidenses, Mendrala apuntó que “la total reapertura de la sede consular ocurrirá en un tiempo indefinido” y explicó que por el momento el procesamiento de los visados en La Habana “se mantendrá suspendido casi en su totalidad debido a la significativa reducción de personal del gobierno en la sede diplomática”.
Además, confirmó que “los cubanos que soliciten permiso de visitante aún tendrán que viajar a un tercer país, como Guyana, para ser entrevistados por un funcionario consular estadounidense”.
Estas declaraciones tienen lugar pocos días después de que Timothy Zúñiga-Brown, Encargado de Negocios de Estados Unidos en la Isla, anunciara que la Embajada de su país en Cuba iniciaría próximamente “la reanudación limitada de algunos servicios de visados de inmigrante, como parte de la expansión más amplia“ de sus funciones, aunque aseguró que aún no existe una fecha tentativa para el comienzo de estas operaciones.
De acuerdo con el comunicado oficial, la medida busca “facilitar el compromiso diplomático y de la sociedad civil“, y mientras se trabaja para lograr ese objetivo “la Embajada de Georgetown, en Guyana, seguirá siendo el principal lugar de procesamiento para los solicitantes de visados de inmigrantes cubanos“.
Poco después, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que este hecho, “cuando suceda”, será “un paso en la dirección correcta” y recordó que “esos servicios se cerraron en 2017 como primer acto de la política de hostilidad del gobierno de (Donald) Trump”.
“Las consecuencias han sido muy dañinas para las familias cubanas y las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en múltiples esferas“, añadió.
El anuncio de la pasada semana tuvo lugar luego de declaraciones previas en esta dirección y está encaminado a encarrilar nuevamente desde La Habana los procesos de solicitud de visa de cubanos con el propósito de emigrar hacia los Estados Unidos, en suspense luego del cierre casi total de la Embajada en la Isla, en septiembre de 2017, debido a misteriosas afecciones de salud reportadas por funcionarios estadounidenses, aún sin dilucidar.
La interrupción de los servicios consulares obligó a los cubanos a viajar a un tercer país, como Colombia y Guyana, para solicitar un visado de turismo o de inmigrante –que sería el que se retomaría ahora en Cuba de forma limitada–, con el consecuente impacto económico para los interesados en emigrar. Además, ha derivado en un significativo incremento de la migración irregular, tanto por el mar, en embarcaciones muchas veces precarias, como por tierra, a través de largas y peligrosas rutas hacia la frontera entre México y Estados Unidos.
Al respecto, un funcionario del Departamento de Estado señaló a la prensa tras darse a conocer el comunicado oficial que “hay tantas personas que están saliendo de Cuba ahora mismo (de manera irregular), y queríamos que entienderan que ya está llegando el momento en que se van a reanudar los trámites consulares a los niveles en que sea posible“.