El cercano colaborador del expresidente Donald J. Trump y gurú de su lanzamiento a la política, Steve Bannon, fue encontrado culpable de desacato al Congreso, en las investigaciones sobre el ataque al Capitolio el 6 de enero del año pasado, por rehusarse a comparecer ante la comisión congresional que investigaba el fracasado golpe de Estado.
Stephen K. Bannon, exasesor principal de Trump, y el primer jefe de su campaña presidencial de 2016, fue declarado culpable de dos cargos de desacato al Congreso, por un jurado que necesitó apenas de menos de tres horas para llegar a esa conclusión.
El veredicto de culpabilidad se produjo después de semanas de acalorados discursos de Bannon frente a la corte federal en Washington, un largo proceso de selección del jurado y un juicio rápido que un juez había prometido evitar que se convirtiera en “un circo político”.
También llegó un día después de que apareciera brevemente un video de Bannon en una audiencia pública del comité de la Cámara que él había desairado, mientras los investigadores reproducían un clip de él diciendo que Trump había planeado declarar la victoria en las elecciones de 2020 fuera cual fuera el verdadero resultado.
Aunque Bannon fue declarado culpable de lo que equivale a un delito procesal de bajo nivel, su condena representa un golpe firme contra Trump y pudiera definir si el Departamento de Justicia decide llevar al exmandatario a los tribunales tras las audiencias de la Cámara de Representantes.
Otro exasesor de Trump, Peter Navarro, también ha sido acusado de desacato después de desafiar una citación del comité y está programado para ir a juicio en noviembre.
Bannon, quien dejó la Casa Blanca en 2017, fue acusado en noviembre pasado. El desacato al Congreso es un delito menor, y cada cargo se castiga con una multa de hasta 1.000 dólares y un máximo de 12 meses de prisión.
En ese momento, la presentación de cargos en su contra fue ampliamente vista como una prueba de fuego para determinar si el Departamento de Justicia adoptaría una postura agresiva contra cualquiera de los principales aliados de Trump, ya que la Cámara busca desarrollar una imagen más completa de las acciones del expresidente y su círculo íntimo antes y durante el ataque al Capitolio.
A pesar de las disputas legales que precedieron al juicio, la culpabilidad o inocencia de Bannon finalmente se convirtió en una pregunta sencilla: si había desafiado al comité de la Cámara al burlarse de su citación. “Este caso no es complicado, pero es importante”, dijo Molly Gaston, fiscal federal, en una declaración final el viernes.
Gaston dijo al jurado que el comité de la Cámara había querido preguntarle a Bannon sobre su presencia en el Hotel Willard antes del ataque al Capitolio y sobre su declaración el día antes del ataque de que se desataría “el infierno”.
“El acusado eligió su lealtad a Donald Trump sobre el cumplimiento de la ley”, puntualizó la fiscal.