La Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) respondió este martes a la conformación de un grupo de trabajo para la “atención integral” del cine por parte del Gobierno de la isla.
En una declaración publicada en sus redes sociales, la Asamblea, que un mes atrás condenó lo ocurrido en torno al documental La Habana de Fito, consideró que “el cine cubano no es el Icaic” y aseguró que no se podrán solucionar sus preocupaciones “si se hacen a espaldas de los cineastas”.
Al hacer un recuento de sus acciones en el último mes y su interacción con las autoridades cubanas a raíz de lo sucedido, la ACC afirmó que comprende que “lo que se tenga que llevar a cabo para esa restructuración de nuestra cinematografía tiene que hacerse en discusión y debate ante el gobierno”.
Pero, al mismo tiempo, señaló que “no podrá haber ninguna solución a nuestras legítimas preocupaciones si se hacen a espaldas de los cineastas, de todos”.
La organización que representa a los cineastas de la isla confirmó que sobre su primera declaración, “referida a temas puntuales y sistemáticos de censura y exclusión, no hemos recibido respuestas”, pero dijo esperar que “la creación del Grupo Temporal para la atención integral al Cine Cubano la haya tomado en cuenta”.
“Hasta el día de hoy, no se ha producido una respuesta alrededor de las violaciones cometidas con el documental en cuestión, como tampoco observamos en la información emitida anoche, nada relacionado con los actos reiterados de censura en nuestra cinematografía y cultura nacional, y que están en el centro de nuestro debate desde hace mucho tiempo”, precisó la Asamblea.
Sobre su proceder, la Asamblea dijo no haber “ocultado nada”, ni estar “conspirando”.
“No estamos conspirando, incluso, hemos utilizado los espacios que conocemos y nos pertenecen moralmente, como son las salas de cine y el ICAIC”, apuntó la organización.
Además, confirmó que sus representantes electos en votación están redactando una carta dirigida a autoridades del Gobierno y el Partido Comunista. En ella solicitan “un encuentro para exponerles una relatoría de los hechos ocurridos alrededor del documental, y los principales problemas que está atentando contra la producción y realización de las películas cubanas y sus exhibiciones públicas”.
Cuba, más que el cine
En su declaración, los cineastas defienden su actuación y también la necesidad de una visión inclusiva y amplia de Cuba, más allá del propio cine, que contemple “la participación activa y libre” de todos los cubanos, sin importar su lugar de residencia.
“El cine cubano es libre, porque existe, vibra y mueve por todos los rincones del mundo. No podrá reconstruirse nada, si no se entiende quiénes somos hoy. No podrá levantarse ningún proyecto real de país sin la participación activa y libre de sus ciudadanos y ciudadanas, estén donde estén”, consideran.
“La Asamblea de Cineastas ha mostrado cuál pudiera ser ese camino. No es cuestión del cine, es cuestión de Cuba”, reafirman.
Además, sostienen que “el cine cubano no es el Icaic”, una opinión que parece responder a lo dicho la víspera por el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, durante la conformación del grupo de trabajo gubernamental.
Entonces, según refiere el diario Granma, el titular aseveró que “el cine cubano es el gran cine hecho por el Icaic”, una frase que ha sido criticada de manera individual por cineastas y otras personas, por considerar que desconoce tanto la historia previa del séptimo arte en la isla como el trabajo de los realizadores independientes.
Este lunes, la ACC había emitido otra declaración en apoyo a la comunidad de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV) y su reclamo sobre el cambio en la nueva dirección de la institución decidida por el Gobierno cubano de forma “abrupta e inconsulta”.
“Entendemos que, al igual de lo ocurrido con la dirección del ICAIC, hay una serie de erráticas acciones institucionales que desconocen el criterio de los artistas y creadores para los cuales esas instituciones existen y deben servir”, argumentó la Asamblea en su comunicación.
Días atrás, la propia ACC y la comunidad de la EICTV habían reaccionado a la salida de Ramón Samada de la presidencia del Icaic “por solicitud propia” y su sustitución como vicepresidenta de la entidad —y presidenta en funciones— de Susana Molina, quien dirigía la escuela, según refirió la nota oficial.
La comunidad del centro docente mostró entonces su desacuerdo con el nombramiento de Waldo Ramírez al frente de la EICTV, por considerar que “dicha decisión incumple los estatutos establecidos para el nombramiento del cargo”.
Existe un viejo proverbio …”quien paga elige el plato fuerte” y muchos independientes fueron dependientes del ICAIC y el Sistema de entrenamiento Estatal. El…no muerde la mano de quién le nutrió. Debe tenerse el Arte de ser agradecido
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Algunos cineastas pretenden hacer del 7mo arte una parcela privada de corte ideológico, más que de arte. El cine cubano quiere ser la glasnot de libelo al estilo derrumbe soviético.
Acusaciones así condujeron a la Glasnot y derrumbe de la US. El análisis y debate plural de los problemas es una necesidad ahora limitada, que retarda sus soluciones. Hace ya rato que nuestras proclamas de bienestar debieron ser realidades.
Muy interesante la posición que asumen los Cineastas, defender y representar al Pueblo, ojalá no se truncada la idea y el propósito.
Exacto. Y algunos olvidan que sin la labor y el respaldo del estado cubano, no habría cine cubano en la magnitud que ha desarrollado desde 1959. Y muchos de ellos ni siquieran hubieran podido llamarse “cineastas”.
Yo conozco unos cuantos cineastas, realizadores y productores que rechazan estar incluidos en esa Asamblea.. Se han arrogado el derecho de representarlos a todos, y eso es irreal.
Son quinta columna, cineastas si, pero se creen “creadores”, “intelectuales”, solo hacen daño a la cultura cubana, se aprovechan de la difícil situación del país para formar un foco político.
Saludos, ? Y que expresó Fito Paez ?
La denominada ACC busca un enfrentamiento ideológico que nada tiene que ver con el arte. Los cubanos ya nos expresamos democraticamente sobre la Cuba con la aprobación por referendo de la Constitución de 2019.