Fotos: Ricardo López Hevia
El ajedrez cubano actual se da el lujo de contar con un selecto grupo de jóvenes jugadores con resultados sobresalientes. Entre ellos destaca Leinier Domínguez, quien en la actualidad posee un coeficiente Elo de 2730 puntos, que lo coloca como el número 20 del ranking de la Federación Internacional de la disciplina, y como el latinoamericano mejor posicionado.
Con apenas 28 años, este ajedrecista nacido en el municipio de Güines, perteneciente a la actual provincia de Mayabeque, es la gran esperanza de ese deporte en la Isla, que no había visto a nadie con tales cualidades desde la época del mítico José Raúl Capablanca.
El joven jugador, nacido el 23 de septiembre de 1983, cree sin lugar a dudas que Capablanca es uno de los grandes de la historia del deporte de los trebejos.
Caplabanca fue un jugador que dominó el ajedrez de su época, el mejor del mundo, incluso creo que el mejor un poco antes de proclamarse como Campeón Mundial, y en lo personal siempre he sido admirador del estilo de Capablanca, de sus partidas.
Creo que aportan mucho a todos los ajedrecistas y a mí en lo personal me han servido de mucho y sin dudas lo admiro.
Leinier se prepara para competir en grupo Elite del Memorial Capablanca 2012, que se disputará en Cuba en el mes de mayo.
En los últimos años se ha convertido en un torneo muy disputado y lo espero con mucha ilusión, pues vienen jugadores muy fuertes; este año estará el ucraniano Vassily Ivanchuk (2764), los rusos Ian Nepomniachtchi (2718) y Vladimir Potkin (2669), entre otros. Yo creo que hay que prepararse bien y espero lograr un buen resultado en esta edición.
Este jovial muchacho, de sonrisa a flor de labios, confiesa que trata de llevar una vida normal pese al tiempo que le consagra al estudio del juego ciencia.
A pesar de que le dedico mucho de tiempo al ajedrez, sobre todo porque lo disfruto —no solamente jugar, sino también prepararme y estudiarlo—, trato también de hacer una vida lo más equilibrada posible y en ese sentido practico mucho otros deportes, como el fútbol, el tenis y el béisbol —pues como todo buen cubano sigo la pelota y me gusta jugarla también—. En general trato de usar los deportes como relajación y como preparación física para el ajedrez.
Por lo demás, trato de hacer una vida lo más normal posible, estar tiempo con la familia, los amigos, disfrutar, escuchar música, pasear, lo normal que hacen los jóvenes, para tratar de llevar una vida equilibrada.
Leinier, un cubano sencillo, que confiesa disfrutar mucho de su país “por su clima y la calidad humana de su pueblo”, que se revela fan de la música de Buena Fe y de Silvio Rodríguez, y reconoce a su familia como su principal fuente de inspiración.
Mi familia, ¡fantástica!, ha sido uno de mis principales apoyos y baluartes en mi carrera, siempre me han motivado desde niño, para que yo le dedique tiempo al ajedrez y pueda desarrollar mi potencial al máximo y eso es algo que les agradezco; sin ese apoyo posiblemente no hubiera logrado nada de lo conseguido hasta ahora.
Caracterizado por un juego ofensivo y por no amilanarse ante sus rivales, Leinier tiene entre sus ídolos al estadounidense Robert James Bobby Fischer y a Ivanchuk, al que califica como un ajedrecista espectacular y con muchos recursos.
El talentoso jugador no duda en nombrar a los que considera los rivales más fuertes en la actualidad.
Yo creo que hay unos cuatro jugadores que son como una “superelite” y están por encima de los demás. El noruego Magnus Carlsen, el armenio Levon Aronian, el ruso Vladimir Kramnik y el indio Viswanathan Anand. Cualquiera de los cuatro es un rival bien difícil, porque tienen una preparación tan poderosa que se hace peliagudo jugar contra ellos.
Domínguez guarda muy gratos recuerdos de su, todavía en ascenso, carrera deportiva.
Espero que el momento más alto esté por llegar, pero en el año 2008 gané el Campeonato Mundial de Partidas Rápidas, que es el resultado más importante de mi carrera, a lo que podría sumar el quinto lugar conseguido en el Mundial de Trípoli en 2004, o el último, donde llegué a estar entre los 16 mejores.
¿Crees poder llegar a los 2800?
No pienso en eso por ahora, más bien estoy enfocado en tratar de mejorar mi juego y sobre todo disfrutar del ajedrez que es lo que siempre he hecho.
Capablanca prodigio del ajedrez cubano
Cuenta la leyenda que un niño de apenas cuatro años, al presenciar una partida de ajedrez entre su padre y un amigo, acusó a su progenitor de cometer un movimiento falso con el caballo: “Tú no puedes hacer eso”, le dijo y pasó a demostrarles lo que había sucedido.
Ese niño se llamaba José Raúl Capablanca y Graupera, quien nació en La Habana el 19 de noviembre de 1888, es considerado el mejor ajedrecista cubano, por poseer unas dotes extraordinarias para este deporte, además de ostentar el título de Campeón Mundial de Ajedrez entre 1921 y 1927.
En 1901, con solo 13 años, derrotó al campeón nacional cubano Juan Corzo, y ocho años después, se consagró como Maestro de categoría internacional, al vencer sorprendentemente al Gran Maestro y campeón estadounidense Frank J. Marshall, a quien superó ocho veces, con 15 tablas y solo una derrota.
El momento cumbre de su carrera se produjo en 1921, al derrotar en el match por el título mundial al alemán Enmanuel Lasker, en la capital cubana. A partir de ese instante reinó en el mundo ajedrecístico hasta 1927, cuando cedió el trono ante el ruso-francés Alexander Alekhine.
Antes de este encuentro con Lasker, el alemán le había manifestado a Capablanca: “Usted ha ganado el título no por la formalidad de un desafío, sino por su brillante maestría”.
El genio antillano falleció en Nueva York, 8 de marzo de 1942, a causa de una hemorragia cerebral.
Los más importantes Grandes Maestros de la época expresaron su pésame y lo calificaron como el jugador de ajedrez más grande de todos los tiempos.
En toda su carrera, Capablanca solo perdió 35 partidas oficiales y permaneció invicto por más de ocho años, desde el 10 de febrero de 1916 hasta el 21 de marzo de 1924, con récord de 63 éxitos.
El destacado jugador no fundó ninguna escuela por sí mismo, pero su estilo fue muy influyente en las partidas de campeones mundiales como el estadounidense Bobby Fischer y el ruso Anatoly Karpov.
El Torneo Internacional Capablanca in Memoriam, que se celebra todos los años, generalmente en el mes de mayo, tuvo su primer encuentro en 1962. La 47 edición se efectuará en el hotel Habana Riviera, de la capital del país, del 3 al 14 de mayo del 2012.