En solo unos días, los próximos 18 y 19 de noviembre, La Habana acogerá la IV Conferencia La Nación y la Emigración, la principal cita para el diálogo entre las autoridades de la isla y miembros de la comunidad cubana residente en el exterior.
El encuentro, inicialmente convocado para 2020 y pospuesto por la COVID-19, se celebrará al cabo de casi veinte años de su anterior edición (2004); en un escenario muy distinto al de entonces, en medio de una severa crisis y cambios en el entramado económico; además, en momentos de una oleada migratoria de cubanos hacia otros países —en especial, Estados Unidos— y tras la paulatina implementación por el Gobierno de nuevas medidas migratorias.
El evento, aun en un contexto tan difícil —reforzado por el impacto de la pandemia y las sanciones estadounidenses— es defendido por las autoridades como parte del necesario “fortalecimiento de los vínculos” entre Cuba y sus emigrados y como un espacio para “seguir avanzando” a través del debate y el intercambio con los cubanos residentes en el exterior.
Lo enfatizó en entrevista con OnCuba Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y de Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) de la Cancillería cubana. El diplomático se refirió al evento no como un fin en sí mismo, sino como “un paso más en este camino de acercamiento” y una oportunidad para identificar y debatir sobre temas pendientes en esta relación.
Hasta el viernes 10 de noviembre, una semana antes del inicio, estaban acreditados de manera digital unos 290 cubanos residentes en más de 40 países. No obstante, se prevé que la cifra de asistentes se acerque a los 400, a partir de las invitaciones cursadas y las intenciones de participar recibidas.
Sobre el desarrollo de la Conferencia, sus participantes y temas principales, sus posibles resultados y las perspectivas que se abren tras su realización, conversamos con Soberón.
¿Cuántos y qué cubanos residentes en el exterior participarán en el encuentro?
Calculamos una participación de entre 300 y 380 participantes presenciales en la Conferencia, aunque hay una cifra mayor de personas que han confirmado su deseo de estar en La Habana y hay invitados sin confirmar, cuya presencia no descartamos. A medida que se acerque el evento podremos tener una idea más clara; pero más allá de los números finales será una presencia significativa.
Los participantes cubrirán toda la gama del espectro de los cubanos que residen en el exterior. Hay de todo. Es una de las grandes diferencias respecto a encuentros anteriores, al igual que el alto porcentaje de participantes que tienen residencia en el exterior y también en Cuba. Si tenemos en cuenta a quienes se habían acreditado hasta el viernes, ese porcentaje está cerca del 50 %. Es resultado de la política migratoria implementada por el Gobierno cubano y la circularidad que propicia.
Como es tradicional, habrá una importante presencia de artistas, intelectuales y representantes del sector de la cultura, que ha sido siempre fundamental en los vínculos entre Cuba y sus nacionales en el exterior. Esta vez también habrá una presencia relevante de hombres de negocios, debido a las medidas que han venido promoviéndose para su incorporación en la economía cubana y del interés de ese sector de participar más en proyectos de negocios en Cuba.
Hay que destacar la cercanía en el tiempo de la Conferencia con la Feria Internacional de La Habana y el Festival Cuba va conmigo, que tienen entre sus protagonistas a empresarios y artistas cubanos que viven fuera. Esto propicia que en la Conferencia haya participantes en estas citas.
La realización de estos eventos de manera casi simultánea no había sucedido antes y da la medida de los avances y el estado actual de las relaciones con los cubanos residentes en el exterior.
¿Esa diversidad se refleja en los criterios, incluso políticos, de los participantes? ¿Cuánto pueden representar ellos al resto de los cubanos emigrados que no estarán en el encuentro de La Habana?
El diálogo que tendrá lugar en la Conferencia no será con representantes de los cubanos en exterior, porque ellos no vienen en representación de otros, sino con un grupo que consideramos representativo de la comunidad cubana en el exterior. Estamos hablando de personas con diferentes realidades, intereses, puntos de vista…, con diferentes posturas, incluso políticas.
No tenemos problema con esa diversidad de criterios. La postura del Gobierno cubano es la misma desde el diálogo de 1978 y siempre ha existido diversidad de pensamiento entre los participantes en estas conferencias. Ahora, el mínimo común denominador siempre va a ser la defensa de la soberanía y la independencia de Cuba. Lo es en esta Conferencia, lo fue en las anteriores y lo será en las próximas.
Sobre esa base hay una diversidad de pensamientos y opiniones, y esa diversidad estará representada en la Conferencia, como seguramente podrá comprobarse en sus sesiones.
No hay temas tabú en este diálogo, como hemos dicho en muchas ocasiones, siempre que se parta de esa base. Podrá haber temas que se resuelven antes, temas que se resuelven después, temas que sigan pendientes; pero estamos en capacidad de dialogar sobre cualquier tema y de reconocer la validez de un punto de vista u otro, aunque haya diferencias entre ellos, o entre ellos y el nuestro.
¿Será solo de manera presencial o habrá acceso online?
Será principalmente presencial. Tenemos una modalidad online, pero más que de la participación será de seguimiento del evento. Como es conocido, tenemos como obstáculo la imposibilidad de acceso a Zoom desde Cuba, por causa de las restricciones que impone el bloqueo de Estados Unidos.
No obstante, la Conferencia va a tener cobertura de prensa y los participantes seguramente harán transmisiones y publicaciones con sus celulares; aunque es importante considerar en estos casos el respeto a la privacidad de los demás. Por experiencias anteriores sabemos de personas que han sufrido represalias por haber participado en eventos como este. Es necesario tener eso en cuenta a la hora de hacer videos y publicaciones. Dependerá de la voluntad y el deseo de los participantes.
Posteriormente, como no será posible una participación simultánea a distancia de manera online, abriremos canales de comunicación a través de nuestras plataformas y oficinas, para tener retroalimentación de quienes no estén presencialmente.
¿Cuáles serán las líneas y temas principales de la Conferencia?
El evento está concebido en cuatro momentos de intercambio, centrados en cuatro grandes temas, que coincidirán con las sesiones matutina y vespertina de los dos días en los que se celebrará la Conferencia.
En esas sesiones vamos a tener intercambios en materia de política migratoria y de atención a los cubanos residentes en el exterior; en materia de identidad y política cultural vinculada a las relaciones de Cuba con sus connacionales en el exterior; un tercer momento estará de dedicado a las oportunidades de negocios, la economía y los temas comerciales; y un cuarto momento será el vinculado al desarrollo de las tecnologías y cómo eso influye en las relaciones con los cubanos en el exterior.
Ese último tema es una de las grandes novedades respecto a las conferencias anteriores y el escenario en el que estas se celebraron, a partir del desarrollo tecnológico y de conectividad y los avances en Cuba en esta dirección en los últimos años. También pretendemos hablar de cómo esas herramientas tecnológicas pueden contribuir a brindar una imagen objetiva de la realidad cubana, con sus luces y sus sombras.
El Gobierno ha reiterado que la Conferencia será un espacio para dialogar con los cubanos residentes en el exterior. ¿Cómo será la dinámica del evento y qué puede esperarse de su desarrollo?
Primero, en estos temas haremos un balance de lo que se ha hecho hasta ahora. Es importante para poder apreciar lo que se ha avanzado. Pero un segundo momento, muy importante, es a dónde queremos ir.
La Conferencia será una continuidad del diálogo que ha venido realizándoses no solo en los últimos tiempos, sino desde 1978, en las conferencias anteriores y otros encuentros de emigrados, y viene a completar una etapa en la que ha habido anuncios importantes en materia de política migratoria.
La idea es que la mayor parte del tiempo se ocupe en los debates y que, a partir de la presentación que se haga de estos temas, se genere un intercambio que permita reflexionar y opinar, conocer los criterios y propuestas de los participantes y facilitar la construcción colectiva de lo que queremos hacer para que estos debates resulten útiles y provechosos para todos.
¿Qué sucederá en la Conferencia en torno al tema de la economía, uno de los principales según han anunciado?
En materia de negocios e inversiones, aun cuando existen normas vigentes y publicaciones que las explican, es importante abordar el tema con los cubanos residentes en el exterior, porque no es lo mismo leerlo en la prensa o Internet que cuando esas explicaciones las brinda en directo una fuente autorizada. Por eso, se explicarán las principales modificaciones en materia económica y qué oportunidades abren para la participación de quienes residen fuera de Cuba.
No hay limitaciones desde el punto de vista legal para la inserción en la economía cubana de cualquier connacional que radique en el exterior. Si tiene una empresa y personalidad jurídica en otro país puede hacer negocios e inversiones en Cuba sin limitaciones de ningún tipo. Si es residente en Cuba además, puede también tener una mipyme y hacer negocios y encadenarse a través de ella con otros actores económicos, tanto estatales como no estatales.
Ahora, eso quita que no existan obstáculos en Cuba y en los países donde ellos radican, en particular en Estados Unidos, que dificultan estos vínculos y obstaculizan una mayor presencia de ellos en nuestra economía. Los números demuestran que su presencia es creciente si se compara con años atrás, pero podría ser mayor. Por eso queremos abordar el tema y debatir sobre los obstáculos existentes, los de aquí y los de fuera, como el tema de la transferencia de los fondos, lo mismo hacia Cuba que desde Cuba, y ver qué podemos hacer para sortearlos, superarlos y que su contribución sea mayor.
Encuentro con emigrados impulsará su participación en la economía cubana
Luego de casi veinte años de la edición anterior, la Conferencia se realizará en un momento de crisis y transformaciones en el país, y de una fuerte oleada migratoria. ¿Qué perspectivas pueden abrirse con su celebración?
La Conferencia en sí misma no es el fin. Es un paso más en este camino de acercamiento, un medio más para lograr el fin que perseguimos, que es continuar fortaleciendo los vínculos con los cubanos en el exterior.
No obstante, su celebración es importante e indica que, aun con lo que se ha avanzado, todavía hay temas pendientes que tenemos que resolver y sobre los que debemos insistir. Y queremos señalar esos temas e identificar los que no tengamos identificados en esta realidad que vivimos hoy, que es completamente diferente a la de las tres conferencias anteriores. Y a partir de ahí lograr más avances.
Dentro de lo que se va a tratar y conversar hay varios temas en estudio, como la moratoria vigente desde la pandemia para la permanencia fuera del país más de 24 meses sin perder la residencia cubana, y hay normas en proceso de elaboración, como la ley de ciudadanía, y la de migración. Sobre eso también vamos a intercambiar y escuchar criterios.
No tengo ninguna duda de que la Conferencia va a suponer avances. Sobre todo, servirá para proyectar cómo queremos avanzar en un ámbito o en otro de las relaciones con los cubanos en el exterior, porque en los dos días del evento no podrán resolverse todos los pendientes ni todas las inquietudes.
Habrá seguramente propuestas que requerirán más tiempo y análisis para materializarse; otras quizá puedan implementarse más rápido. Pero, reitero, la idea es aprovechar al máximo el evento para intercambiar con los cubanos en el exterior, escuchar sus opiniones y propuestas, para delinear entre todos hacia dónde podemos seguir avanzando; y además brindarles información que luego podrán llevarse a sus países de residencia y compartir con otros cubanos allá, y fomentar el intercambio a partir de lo que se hable y se debata en La Habana.
Un “diálogo” por invitación el las condiciones actuales de un solo partido plenipotenciario es un monólogo, diálogo es más de uno, no mas de lo mismo.