Amoríos (cinta plena).
A pleno sol (Truman, muerte).
Rocco y sus hermanos (fuerte).
El gatopardo (¡qué buena!).
Tulipán negro (¡qué escenas!).
La piscina (éxito en manos).
El eclipse (vaya planos).
Nuestra historia (no la borro).
El otro señor Klein, Zorro
o El clan de los sicilianos.
Participó en más de ochenta
películas. Muchas. Doce
obras maestras. Qué goce.
Los 60 y los 70
fueron su época “irredenta”.
Alain Delon all the time.
Alain Delon: is a crime
su silencio irreversible.
Era el rostro imprescindible
del cine francés. Alain.
Trabajó con directores
de fuste: Jean-Pierre Melville,
Clément (un genio gentil)
y Deray (de los mejores)
Visconti (aplausos mayores)
Louis Malle (internacional)
Antonioni (universal)
Jean-Luc Godard (gran figura).
Y con todos fue de altura
su desempeño actoral.
Alain Delon: la belleza
masculina en la pantalla.
Un rostro que no se ensaya:
cine + naturaleza.
Alain Delon: la grandeza
de un actor hecho a sí mismo.
¿Secreto de su histrionismo?
“Para mí actuar es no actuar”.
Técnica espectacular.
Empirismo y virtuosismo.
Encarnó, como muy pocos,
la esencia misma del arte
que le convirtió en su parte
fantasmagórica. En Rocco
y sus hermanos. Con focos
A pleno sol, sin resguardo.
Delon en El gatopardo,
y en El silencio de un hombre
o Nouvelle Vague. Su nombre
a todo color lo guardo.
Falleció en paz, en su casa
de Douchy, con sus tres hijos
y su familia. Entresijos
del dolor. Muerte que pasa
en silencio, sin la masa,
sin el ruedo populoso.
Alain: eterno reposo.
88 la edad.
“Respeten su intimidad.
Este duelo es doloroso”.
Falleció “a primera hora
de la noche”, dice el texto
familiar, en un contexto
en el que hasta el perro llora.
Ya su rostro no enamora.
Ya no despierta pasiones.
Todas las definiciones
de Alain Delon se me antojan
excesivas y se mojan
en ciertas imprecisiones.
Él mismo dijo de sí
que era un accidente absurdo.
¿Era derecho? ¿Era zurdo?
¿Qué más da? Ya no está aquí.
En vida nunca lo vi.
Ni en vida ni en lo académico.
Controvertido y polémico.
Sex symbol y reaccionario.
Sin más técnica que el diario
hacer y un rostro totémico.
Losey dijo sobre él
que era “una enorme tragedia”.
Un rostro de enciclopedia.
Una luz pidiendo piel.
La Bardot, dijo: “Era miel
y acíbar. Sombra y color.
Lo mejor y lo peor.
A la vez inaccesible,
cercano, frío, imposible
ardiente y frío. Un error.”
Vincent Lindon dijo: “Creo
que definirlo no ayuda.
Alain Delon es, sin duda,
un objeto de deseo”.
Este actor, pero trofeo,
Este actor tan especial,
carismático y triunfal
“No es sexy, ni masculino,
no es bello ni femenino:
su belleza es infernal”.
Y Pascal Jardin, su amigo,
también lo calificó.
Pascal Jardin retrató
a un cómplice y a un testigo.
“Sobre Alain Delon yo digo
que era, pese a su elegancia,
una mirada sin ansia,
férrea, distante, sin par
en la que vimos brillar
las lágrimas de su infancia”.
Yo me recuerdo, pequeño,
es decir, adolescente,
teniéndolo siempre en frente
en un cine caribeño.
Era un Zorro de diseño.
Era un icono francés.
Con fílmica exquisitez
y actuación tras actuación
Jean Paul Belmondo y Delon
alumbraron mi niñez.
¿Trayectoria mujeriega?
¿Y Romy Schneider? Después.
¿Una difícil niñez?
¿Y Romy Schneider?, ¿no juega?
Delon corre. Alain se entrega
y Romy Schneider lo mira.
Un actor que al mundo inspira
y Romy Schneider que llora.
Un adiós que nos devora.
Y la Schneider que suspira.
“Voy a dejar este mundo
sin sentirme nada triste.
Ya no me atrae lo que existe.
He visto todo y me hundo.
Odio la era actual. Me fundo.
Estoy harto. Y no hay culpables.
Se acabaron los amables,
las entrañables figuras.
Solo veo criaturas
realmente detestables”.
“Todo es falso. Hay egoísmos.
Hay más codazos que codos.
Todos se ríen de todos.
sin reparar en sí mismos.
No hay respeto. Solo abismos.
No hay palabras. Ni un por ciento.
Sólo el dinero es portento.
Y hay crímenes por segundo.
Sé que dejaré este mundo
sin ningún remordimiento”.
Y así ha sido. Se marchó.
Dejó tres hijos y un perro.
Llovió silencio en su entierro.
Le dijo a la prensa: ¡No!
Alain Delon falleció
un agosto silencioso.
Feliz, por irse al reposo
eterno. Misión cumplida.
Entre la muerte y la vida
el divorcio es espantoso.
Ha muerto Delon. Se ha ido.
Alain Delon. El actor.
El símbolo. El boxeador
pobre. El tan controvertido.
Ha muerto. Se ha despedido.
Deja huérfanos deseos,
remakes, precuelas, cameos.
Blanco y negros policromos.
A partir de ahora somos
todos un poco más feos.