El número de cubanos con obesidad alcanzó el 24 % y para 2030 el sobrepeso va a afectar a 5,53 millones, más de la mitad de la población, según el Atlas de la Obesidad Mundial 2025 publicado este lunes.
El informe, elaborado por la Federación Mundial de Obesidad y basado en datos del Instituto de Métricas de Salud, la OMS y otros organismos internacionales, señala que las cifras de Cuba son algo superiores a las de la media mundial, pero por debajo de las de las Américas.
El análisis considera además que los cubanos tienen entre un 60 y un 80 % de probabilidades de sufrir sobrepeso a lo largo de su vida adulta, pero mucho menos de ser clasificados como obesos: menos de un 10 % en el caso de los hombres y entre un 10 y un 20 % si son mujeres.
El atlas recoge que en 2021 se registraron en Cuba 3 594 muertes vinculadas al sobrepeso y la obesidad, principalmente por enfermedades cardiovasculares y distintos tipos de cáncer.
Además, el estudio registra un total de 114 248 personas en la isla que sufrieron en 2021 diferentes problemas de salud relacionados con un índice de masa corporal (IMC) elevado, entre las que destaca con diferencia la diabetes de tipo 2 (que afecta a casi la mitad).
Según el Atlas de la Obesidad Mundial, el sobrepeso y la obesidad van a seguir creciendo de forma gradual en el país hasta 2030, manteniendo a grandes rasgos la línea ascendente trazada en lo que va de siglo XXI.
Para ese año, 2,95 millones de mujeres y 2,58 millones de hombres en Cuba tendrán sobrepeso u obesidad, frente a los 2,39 y 2,06 millones que entraban en esa categoría en 2015.
Según este estudio, el cubano medio consume entre 1 y 2,5 litros de bebidas azucaradas a la semana, mientras que menos de la mitad de la población adulta realiza suficiente actividad física.
El documento de la Federación Mundial de Obesidad recoge que Cuba cuenta con una guía nacional para la gestión del sobrepeso y la obesidad, así como para la gestión de la inactividad física y la atención primera de enfermedades no comunicables.
Apunta asimismo que la isla no ha realizado en los últimos cinco años encuestas sobre obesidad y sobrepeso, dietas insanas o actividad física. También recoge que el país no ha implementado un impuesto para gravar las bebidas azucaradas.