Tras el pontificado de Francisco, que falleció este lunes a los 88 años, se configura una Iglesia católica con una marcada diferencia entre progresistas y conservadores, etiquetas bajos las que dividen los nombres que circulan desde hace tiempo entre los ‘papables’, o sea: los posibles sucesores del pontífice argentino.
Todo indica que la balanza se inclinará a favor de un moderado. Y después de tres papas extranjeros, el ala italiana presiona para que el próximo pontífice vuelva a ser del país o, al menos, de Europa.
Medios como CNN y EFE se aventuran a proponer algunos nombres:
Pietro Parolin

El más nombrado en las ‘quinielas’ vaticanas parece ser el actual secretario de Estado, Pietro Parolin, de 70 años, un hombre de consenso y difícilmente encasillable entre progresistas y conservadores, lo que podría ser una baza importante. Conocido por todos los cardenales, gran diplomático que ha acercado estos años la Santa Sede a China y un buen conocedor de todo Oriente y de Latinoamérica. Es originario del norte de Italia y ha trabajado en Latinoamérica como representante papal en Venezuela y asistió a la firma del acuerdo de paz con Colombia en 2016. Ha sido el artífice de los intentos del Vaticano por fortalecer las relaciones con Vietnam. Su elección podría provocar enfrentamientos con la administración Trump, ya que ha criticado el plan del presidente estadounidense para Gaza.
Matteo Maria Zuppi

La gran opción para los progresistas italianos es Matteo Maria Zuppi, de 69 años, actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana, el perfil más cercano a Jorge Bergoglio por su atención a los más desfavorecidos y a los migrantes y muy cercano a la poderosa comunidad laica de San Egidio. Posee sólidas habilidades diplomáticas, reconocidas por el papa Francisco cuando le pidió al cardenal que liderara una misión de paz para Ucrania en 2023. Ya había formado parte de un equipo que ayudó a mediar para poner fin a la guerra civil de Mozambique en 1992. El cardenal, nacido en Roma, es conocido por desplazarse por Bolonia en bicicleta y por su labor de apoyo a la comunidad católica LGBTQ+.
Luis Antonio Tagle

Con 67 años, el cardenal filipino es prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y engloba algunas de las características que a los cardenales podrían convencer en la Sixtina. Hombre de la Curia pero que representa el continente asiático, que es la esperanza para la Iglesia católica. Aunque considerado progresista, ha criticado duramente un proyecto de ley filipino sobre salud reproductiva y se ha pronunciado enérgicamente contra el aborto y la eutanasia y argumenta que existen situaciones en las que los principios morales universales no se aplican, como la comunión para las parejas que conviven en matrimonio pero sin matrimonio sacramental, y las cuestiones relacionadas con la homosexualidad. Es un líder humilde pero carismático, a menudo apodado el “Francisco asiático” debido a su estrecha relación con las prioridades pastorales del pontificado de Francisco.
Jean-Marc Aveline

El nombre del arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, de 66 años, ha cobrado fuerza en los últimos años, sobre todo tras haber convencido al papa Francisco a visitar la ciudad francesa para hablar de migración. Su perfil recuerda al primer Bergoglio, afable y culto, dedicado a las cuestiones de las ‘periferias’, al diálogo interreligioso y las migraciones, una sensibilidad adquirida también a través de su infancia en una familia perteneciente a los franceses repatriados a partir de 1962, al final de la guerra de Argelia. Su edad, relativamente joven, podría ser un punto en contra.
Pierbattista Pizzaballa

Aunque italiano, el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, 59 años, algunos lo ven como una oportunidad para un papa con una visión internacional y que se ha expresado en estos días en defensa de los palestinos de Gaza, pero con buena relación con las autoridades israelíes. Demasiado joven para ser papa y una incógnita en algunas posiciones doctrinales, pesará lo que pueda comunicar en las congregaciones, las reuniones precónclave que se realizarán estos días.
Péter Erdö

El arzobispo de Budapest, Péter Erdö, de 72 años, es una de las más importantes opciones del ala conservadora y europea. Creció bajo el comunismo y, cuando tenía cuatro años, en 1956, su familia se vio obligada a huir del país. Considerado un gran intelectual, es firmemente provida, se opone al celibato opcional para los sacerdotes y está en contra de la aceptación de las uniones homosexuales y defiende los valores de la Europa cristiana. Su buena relación con el Gobierno antinmigración de Viktor Orban podría ser un punto negativo.
Fridolin Ambongo Besungu

Aunque es muy difícil que el próximo papa sea africano, el arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años, es la opción más probable. Nacido en la República Democrática del Congo, de 65 años y arzobispo de Kinshasa, es el único cardenal africano en el consejo de Cardenales, el comité de asesores, que creó Francisco. Como presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, en enero de 2024 firmó una carta expresando su oposición a la declaración del Vaticano que autoriza a los sacerdotes a impartir bendiciones a las uniones homosexuales. Miembro de la orden religiosa franciscana capuchina —una orden de frailes que sigue las enseñanzas de San Francisco de Asís y cuyos hábitos morenos inspiraron el nombre del café espumoso “cappuccino”—, ha sido un firme defensor de la democracia y los derechos humanos, sin temor a enfrentarse a los caudillos y la corrupción.
Robert Francis Prevost

El actual prefecto del dicasterio para los obispos, el estadounidense originario de Chicago, Robert Francis Prevost, de 69 años, encargado de asesorar al papa en los nombramientos y también presidente de la Comisión Pontificia para América Latina puede ser una baza tanto para aquellos que quieren un hombre de Curia pero también del continente americano. Si bien se suele decir que los cardenales electores siempre se muestran reticentes a elegir a un papa estadounidense debido a la influencia política global de este país, la larga experiencia de Prevost en Perú podría contribuir a mitigar esta situación.
Otros Nombres
Otros nombres que suenan en las listas son Claudio Gugerotti (69 años), prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales o Joseph Cupich (75 años), arzobispo de Chicago. También Ángel Fernández Artime (64 años), que fue el responsable de los salesianos y ahora proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Sede vacante: Novedades en el camino hacia el sucesor de Francisco
Además, se ha comentado del trabajo de Cristóbal López Romero (72 años), aunque cuenta como “africano” al ser arzobispo de Rabat, y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, muy cercano a Francisco y que formó parte de la comisión de cardenales que le ayudaron en su pontificado.
Francisco dejó el legado de una Iglesia más universal, con el nombramiento del 80 % de los 135 cardenales de 71 países que formarán parte del cónclave que entrará en la capilla Sixtina para elegir a su sucesor. Será el cónclave más numeroso de los últimos tiempos.