En los más de 100 kilómetros cuadrados de la Ciénaga de Lanier habitan como reyes los cocodrilos más grandes. De hasta cuatro metros de largo se los han topado los hombres del tercer pantano más grande del archipiélago que divide virtualmente la Isla de la Juventud en dos mitades.
En ese Sur inhóspito y movedizo una docena de pineros alterna turnos de hasta una semana para velar por el criadero de la Empresa de Flora y Fauna. Es una faena peligrosa: las fugas de grandes saurios es habitual, y a esos ejemplares hay que ir a buscarlos entre el mangle y el lodo.
tremendo miedo! hay q ser valiente para trabajar en ese lugar!
Encomiable la tarea de cuidar estos animales y preservar su existencia.
Hay que resaltar el cartel en una de las fotos que dice “ENCUVADORA”, que deberían cambiar la v por b.
¿qué es esa cosa blanca con huequitos que sale en una de las fotos?
unowen: esa es la escama del cocodrilooooo!!!
… maravillosa experiencia diría yo. Un subidón de adrenalina en su absoluta dimensión. Yoe, Creo sería bueno incursionarnos como (Camping Cuba-Tour al Fly) en actividades como estas o menos peligrosas como la “Granja de las tortugas” subordinada a la Marina de Cayo Largo, empresa estatal. Desde luego serían experiencias como para nunca olvidar.