Quería escribir de Chanel en La Habana, pero no recibí invitación oficial al evento. Qué se le va a hacer, uno no puede estar en todo. Pero les confieso que me hubiera gustado estar, aunque uno de mis amigos —intelectual de cierto vuelo— se escandalizó cuando se lo dije.
—Me decepcionas tremendamente, creí que eras una persona inteligente y culta, nunca imaginé que comulgaras con la frivolidad de la moda.
Me le tuve que reír en la cara:
—Pues sí, yo me doy el lujo de permitirme unas cuantas frivolidades. Y la moda es una futilidad tan bonita…
Pero ahora tengo que aclarar: la moda es un asunto muy serio, aunque motive no pocas actitudes frívolas, y hasta superficialidades insufribles.
Yo particularmente no soporto a esas personas que viven exclusivamente para lo que visten… peor: a los que juzgan a los demás solo por lo que se ponen o pueden ponerse.
Pero vestir bien, con noción de la elegancia y la oportunidad, no es un defecto. Todo lo contrario: es una virtud.
Lástima que para tanta gente sea un mundo ajeno, inaccesible… ¡Hay que democratizar el acceso a las tendencias de la moda! Incluso a las más estrafalarias tendencias. Para gustos se han hecho los colores.
Nadie tema: la democratización no implicará la pérdida de ciertas exclusividades. Pero vestir bien tendría que ser un derecho universal. Y díganme frívolo otra vez si les parece.
Establecido ese credo, digo algo que podrá parecerle absurdo a no pocos: la moda puede ser un arte, con sobradas credenciales estéticas y metafóricas.
Puede ser no, lo es. Algunas de esos desfiles en las grandes mecas de la moda son indiscutibles actos creativos, como una exposición de pintura… Mejor que muchas exposiciones de pintura.
Tengo montones de desfiles en mi computadora, videos de arte, colecciones de fotografías de moda. Hay diseñadores que son titanes del arte contemporáneo.
Y hay fotógrafos que han hecho (que están haciendo) historia. Solo una sugerencia: pongan en Google “Ruven Afanador”.
El amigo que me reprochaba que yo quisiera ir a lo de Chanel esgrimía un argumento tremendista:
—Mientras esos modistos gastan miles de dólares en desfiles de moda, millones de personas pasan hambre en África.
—¿Te gusta la ópera?
—Claro, ¿qué tiene que ver la ópera con Chanel?
—Mientras que los artistas de la ópera gastan millones en producciones, muchos millones pasan necesidades…
—Pero gracias a esas producciones, muchos millones de hombres que no tienen acceso a los grandes teatros, sueñan, pueden disfrutar…
—Yo podría decir lo mismo de Chanel.
Y la verdad es que no nos ponemos de acuerdo.
(Por cierto, a mí también me gusta la ópera).
una exposion de moda seria una fribolidad si la emprersa fuera una empresa sin fines de lucro al igual que la opera ,pero que yo consoca estos desfiles tiene como objetivo vender , y cuando vas a la opera pagas un ticket como consumidor ,,chanel para la moda es como los ferraris en el automovil ,moda de lujo y la consumen el que pueda pagarla ,yo me conformo con ir a target o alguna otra tienda que tambien hacen desfiles de modas para personas que lo pueden pagar
Interesante opinión y me uno a tan inteligente interpretación de la moda.
Generalmente las colecciones de pasarela son más obras de arte que piezas funcionales y las que lo son están al alcance de gente rica, pero eso no es una limitante para vestirse bien y a la moda. El buen gusto se educa y se transmite. Los desfiles de moda son más bien reuniones sociales de la high class y el jet set, muy lejos del pueblo de a pie, sino, preguntenle a los vietnamitas, malayos, Bangladeshis que les dan esas casas de moda por su trabajo.
A mi también me gusta la ópera y los desfiles de Channel, que son – tienes toda la razón- verdaderos actos creativos. El hambre de millones en el mundo tiene causas más diversas y profundas. Aquí en África hay gente que también tiene millones, con milllones de personas al lado muriéndo de hambre y creánme no son modistos de Channel.
Es un debate muy interesante pero me quedo con la secuencia de la película El diablo viste de Prada en la que el personaje que interpreta Meryl Streep alecciona al que encarna Anne Hathaway y le hace entender que incluso las producciones textiles low cost pasan por el tamiz depurador de las casas de diseño y los emporios de la moda. Nadie escapa al Mercado Mundial, con mayúsculas, que al igual que Dios,detenta el poder de la ubicuidad perenne. Está en todas partes todo el tiempo. Que arrastran un componente frívolo los desfiles de alta costura es innegable. Que su mercadería exclusiva está vedada al bolsillo de un consumidor promedio también es obvio. Lo que en todo caso me parecería vergonzoso es que manos infantiles produjeran las piezas de ropa. Sin embargo los chinos producen millones y millones de prendas de ropa de imitación, de muy baja calidad, a un costo ambiental terrible, la misma que compramos a los vendedores ambulantes en Cuba o en las grandes superficies de almacenes europeos y norteamericanos y muy pocos se pronuncian al respecto. Quizás deberíamos preguntarnos si lo mejor será andar desnudos como Adán y Eva o concienciar que vivir es consumir, con mesura. La elegancia no está reñida con la cordura.
BUENO, ES COMPLEJO EL TEMA, BIEN COMPLEJO… ES CIERTO QUE EN MUCHOS DE ESOS DESFILES HAY EXPRESIONES INDUDABLES DE BUEN ARTE, PERO TAMBIÉN ES CIERTO QUE ESTÁN PUESTOS EN FUNCIÓN DE UN MERCADO MILLONARIO… PERO TAMBIÉN PUDIÉRAMOS DECIR QUE SOLO LOS QUE TIENEN MUCHO DINERO PUEDEN IR A LOS GRANDES TEATROS DE LA ÓPERA EN EUROPA… LOS DEMAS (COMO YO) TENEMOS QUE CONFORMARNOS CON VER LOS DVDS… DE TODOS MODOS, HAY QUE ESTABLECER UNA DIFERENCIA: LA ALTA COSTURA NO ES PRECISAMENTE ROPA PARA SER USADA, SINO EXPRESIÓN DE LAS LÍNEAS GENERALES, DE LAS TENDENCIAS… EN ESE SENTIDO DEJA DE SER FUNCIONAL… ES COMPLEJO EL TEMA, INSISTO…
Totalmente de acuerdo Yuris! Además, me encanta el humor con el que escribes sobre este tema! Y sabes qué? Me parece una pena que no te hayan dado una credencial porque me hubiera encantado leer tus opiniones sobre el desfile – o mejor dicho, acontecimiento. Además, porque somos muchos los que seguimos los artículos de OnCuba fuera de la isla.. es nuestra ventana a lo que allí acontece. Creo que en el futuro voy a citarte con esto de que “vestir bien tendría que ser un derecho universal”. A lo que yo agregaría: “y hasta un deber”. Porque el mal gusto y la vulgaridad no tienen nada que ver con las posibilidades económicas.
ESE DESFILE DE CHANEL EN CUBA ES UNA FALTA DE RESPETO , UN PAIS EN QUE MUCHAS GENTE NO PUEDEN ADQUIRRLAS COSAS FEAS QUE VENDEN EN NUESTRAS TIENDAS,MENOS AUN PODRAN ADQUIRIR LO DE CHANEL.A MUCHO TIRAR COMPRAR EN LA TRAPISHOPPING,ESO QUEDA PARA LOS JEFONES Y LOS MAYIMBES , EL PUEBLO SEGUIRA IGUAL , ABUSADORES
PARA VIVIR BIEN CON UNO MISMO A VECES HACE FALTA UN POCO DE FRIVOLIDAD, LA VIDA ES DEMASIADO PROFUNDA Y TRISTE A VECES POR LO QUE NOS PODEMOS DAR EL LUJO DE SONAR ALGUNA VEZ, NO LES PARECE
Yuri, ni amigo, el respeto a la frivolidad ajena…es al paz, cada cuál goza con lo que le gusta, a mi me hubiera gustado ir, no porque luego vaya a comprarme algo de la colección, sino para disfrutar del arte como tu dices y quién sabe si tomar algunas “ideillas” para reformar mi guardarropa…no entiendo porqué al final la gente, a todo lo relacionado con Cuba, termina “politizándolo” todo, porque son los mismos cubanos, que si los cubanos no se pueden comprar eso, que para que Chanel desfila en Cuba? Se olvidan de la magia y el disfrute de una presentación de esa índole. Como siempre me encantó tu artículo, ya a mi me recriminaron porque critiqué que ayer en los noticieros no dijeron nada del desfile….necesitamos pronto ese cambio de mentalidad que todos piden pero que nadie se decide a empezar a pensar diferente jejej que le vamos a hacer.
yuri asere, no te prosituyas con la pacotilla y la frivolidad. Sigue con tu onda de lo cotidiano esa a la que le haces una radiografia, pero no me decepciones con cosas como estas.
…”Pero vestir bien, con noción de la elegancia y la oportunidad, no es un defecto. Todo lo contrario: es una virtud.”…. Me gusta esa frase que dices, de acuerdo 100 porciento.