En el contexto de la pandemia, el intento de cobrar aranceles a los residentes en el exterior por cada mes de prórroga de la estancia que se les aprobara a partir del 12 de octubre de 2020 causó una gran polémica. La medida fue suspendida, pero nuevamente atrajo la atención hacia los derechos de la población migrante en el ordenamiento jurídico cubano y el debate en un contexto más amplio: las relaciones del Gobierno y la emigración cubana.
Estas relaciones conforman un proceso con altibajos, que en los últimos años parecía tomar un nuevo rumbo, trazado por diferentes iniciativas que se han interpretado como parte de una voluntad de mejorar las relaciones del Gobierno de la Isla con sus emigrados.
Nuestro invitado de hoy analiza qué significó esta medida para los derechos ciudadanos y por qué es importante entender las diferencias que existen entre ciudadanía y residencia.
Además, comenta sobre las implicaciones de la reforma migratoria aprobada en el 2013, el carácter transnacional de la migración y los derechos de los migrantes determinados en diferentes normas jurídicas, como la ley electoral y la Constitución que entró en vigor en el 2019.
El problema de este análisis es que no discute los aspectos más complejos del problema, se queda en lo superficial. (1) La legislación cubana con respecto a la migración tiene aspectos injustos pero también tiene aspectos justos y sobre todo tiene razones históricas (hay una fracción grande y económicamente poderosa de la emigración que es hostil al gobierno). (2) El gobierno cubano cobra tasas altas pero también ha colaborado para retornos humanitarios de emigrados en situación de crisis. (3) Cuba no es el único país del mundo que limita la participación en elecciones cuando no se está residiendo de manera efectiva en el país. (4) La residencia en Cuba estay asociada a una serie de protecciones sociales, más o menos garantizadas: derecho a salud, derecho a educación, derecho a un techo. No voy a discutir aquí la calidad de esas protecciones. El punto es que eso cuesta y ese dinero tiene que venir de alguna parte. (5) Pretender que los que residen en el exterior de facto puedan conservar sus inmuebles en Cuba por tiempo indefinido sin “tocar” suelo cubano llevará a la indeseable situación social de casas sin gente y gente sin casas. Por qué no hablamos de esto?
Tú debes ser socio de Iroel Sánchez. Coño cuadro afloja que esto no es el Granma, acuérdate que como dijera nuestro glorio presidente: esto es una plataforma digital agresiva contra la revolución. Ay oncuba qué malos, no dijeron las justificaciones que “discutimos” cuando “analizamos” todo esto en la reunión del núcleo del partido en la UPEC.
PD: Hablando bien claro que es lo que le faltó a ese análisis: EL GOBIERNO DE CUBA ES UNA DICTADURA y tú otro ridículo que les quiere reír la gracia de como siguen jugando a la guerra fría.
Como bien planteas, ha habido un larguisimo camino desde el decreto 989 hasta nuestros dias y aun quedan inconsecuencias en la Cuba del S XXI que faltan por resolver para que Cuba se alinee a las practicas del resto del mundo con relacion a la relacion con los residentes en el exterior. Subsisten prejuicios, mistificaciones y suspicacias por parte de ambas, las autoridades y la comunidad cubana en el exterior que definitivamente necesitan un marco juridico transparente, pues hay los funcionarios retienen cuotaa importantes de discrecionalidad que da pie a abusos y excesos en algunos casos.
Karel,
La manera de cubrir los servicios sociales no debe ser a costa de gravar excesivamente al residente en el exterior a cambio de nada. Incentivos y espacios para que ese emigrado canalice una parte de las remesas hacia inversiones que produzcan riqueza y puedan sustentar esos beneficios puede ser la via. En cuanto a lo que planteas de las casas sin gente y demas, pues la confiscacion del Estado del patrimonio familiar y personal deberia estar fuera de esta discusion. Si no se han creado incentivos y condiciones para que se construya lo suficiente y se pueda resolver el deficit de viviendas, las vias tienen que ser otras.
En cuanto al derecho de participar en las elecciones residiendo en el exterior, pues deberiamos mirar hacia las legislaciones de los paises que lo permiten y no de los que lo limitan. Por otra parte, si bien es cierto que hay una fraccion de la emigracion que tiene cierto poder economico y politico, no necesariamente es la mayoria. Pero tampoco, una legislacion no debe hacerse pensando en las preferencias politicas de cada cual y penalizando a los que piensen diferente.
Hay defensores de la “democracia” que no soportan ideas contrarias a las de ellos. Para ellos todo se resume a que el gobierno cubano es un demonio. Lo curioso es que no proponen nada, y lo que proponen ya ha sido demostrado que no funciona porque en las caravanas de centroamericanos rumbo a El Dorado no solo van cubanos…pero es absurdo pedirle peras al Olmo.
Javier, muchas gracias por establecer un diálogo educado desde las diferencias. Concuerdo contigo en que los que residimos en el exterior no debemos ser explotados con tasas excesivas. Para ser claro: me gustaría que rebajaran los costos del pasaporte, anularan las prórrogas (que son un sobreprecio mal disimulado), que no fueran necesarias las visas familiares, etc. Creo que hay que crear mecanismos para que los aportes de los que vivimos en el exterior (que son diversos) sean reconocidos y considerados. Sobre la cuestión patrimonial y la conservación de ciertos derechos (desde el voto hasta la atención médica), creo que no deben ser eternos ni automáticos. La ciudadanía y la residencia no son cosas etéreas. Un país necesita dinero para funcionar y son hechos el bloqueo y las dificultades que tiene Cuba para hacer negocios, para que los cubanos que estamos afuera mandemos dinero, etc. No le puedes amarrar las manos a un tipo y decir que no sabe pelear. Nuestra situación es completamente distinta a la de otros países. Inclusive, países comunistas como Vietnam o China son tratados de otra manera. En Vietnam murieron 60000 soldados norteamericanos, en Cuba no se ha muerto ni uno solo desde 1898. Por qué ese encarne? Piensa profundamente esa pregunta y trata de encontrar una respuesta desprejuiciada. Saludos