Estados Unidos descartó que la llegada al puerto de La Habana de tres barcos y un submarino nuclear rusos, entre el 12 y el 17 de junio, suponga una amenaza directa para su seguridad al considerar que forman parte de las maniobras militares regulares de Rusia.
“Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan ya que no representan una amenaza directa para Estados Unidos”, afirmaron fuentes oficiales.
El Departamento de Defensa ha previsto que Rusia lleve a cabo en verano “una intensa actividad naval cerca de Estados Unidos” que podría culminar con un ejercicio a escala global en otoño.
Esta actividad naval incluiría escalas de buques rusos en puertos de Cuba y posiblemente también de Venezuela, así como algunos ejercicios aéreos en el Caribe.
Sin embargo, las fuentes del Pentágono recalcaron que esta “no es ni mucho menos la primera vez que Rusia navega por el Caribe o hace escala en Cuba”, unos ejercicios que han ocurrido con regularidad desde la Administración de George W. Bush (2001-2009) hasta hoy.
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Además, apuntaron a que Estados Unidos espera de cara al futuro que se produzcan más ejercicios militares rusos en esta zona “debido al apoyo estadounidense a Ucrania”.
El Ministerio de Exteriores de Cuba informó en un comunicado que la visita “se corresponde con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia” y que se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales suscritas por La Habana.
“Ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no representa amenaza para la región”, aclaró la Cancillería cubana, que indicó asimismo que “las visitas de unidades navales de otros países es una práctica histórica”
Los barcos que componen el destacamento naval ruso son, según el comunicado del Gobierno cubano, la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el buque petrolero de la flota Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker.
EFE.