El cubano de 26 años Yunier García Duarte, que llegó a Miami en agosto pasado escondido en un avión comercial, pidió asilo político este miércoles ante un juez de inmigración con el argumento de que si es deportado a Cuba sufrirá persecución, informó a la agencia Efe su abogado, Wilfredo Allen.
El polizón, que fue descubierto el pasado 15 de agosto entre la carga de un avión de la compañía Swift llegado al Aeropuerto Internacional de Miami desde La Habana y quedó detenido, compareció ante el juez en una audiencia que duró más de tres horas.
Allen indicó que el juez decidió revisar por completo el caso y prometió responder por escrito en un plazo de cinco a siete días hábiles a la solicitud de asilo, que la Fiscalía cree que no corresponde, pues “Cuba tiene derecho a juzgarlo” por un acto delictivo.
García Duarte seguirá detenido en un centro para inmigrantes en situación irregular situado al sur de Miami hasta que el juez decida.
El asilo político es la única opción que tiene para quedarse en Estados Unidos, donde tiene varios familiares.
El polizón cubano enfrenta una avenida difícil para quedarse en Estados Unidos
En unas declaraciones a la cadena Telemundo en agosto, el polizón explicó que trabajaba en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana cargando el equipaje y que eso le sirvió para acceder al avión, donde “apenas” pudo “respirar” durante el vuelo.
“El que no se arriesga no gana”, agregó este joven que dijo haberse subido al avión porque Estados Unidos “es un país de derechos humanos” y respetuoso de la ley.
Según García Duarte, si es deportado a la Isla podría ser presionado e incluso torturado por las autoridades cubanas para saber si tuvo cómplices. “Lo hice solo”, agregó García Duarte durante una breve llamada telefónica a Telemundo desde el Centro de Detención Krome.
En enero de 2017, el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama (2009-2017), canceló la política “pies mojados/pies secos” decretada en 1995, mediante la cual los cubanos que tocaban territorio estadounidense podían quedarse en el país e incluso obtener residencia permanente, mientras los que capturados en el mar eran deportados a la isla.
Poco antes, en el Estrecho de Florida se registró una inusual llegada de migrantes provenientes de Cuba, en vista de que muchos anticiparon el fin de “pies mojados/pies secos”, ola migratoria que ha decaído en los últimos años.
Tras la cancelación de la política, el cruce de los llamados “balseros” se redujo notablemente y se volvieron más inusuales, pero este año han aumentado las interceptaciones de cubanos en el Estrecho de Florida y también el número de los que intentan entrar por tierra, por la frontera mexicana.