El Banco Metropolitano, que opera en La Habana, anunció la apertura los domingos de un grupo de sucursales para “facilitar“ la disponibilidad de efectivo a los clientes y población en general, un servicio exclusivo de caja que abarca a todos los municipios.
El anuncio tiene lugar en momentos en que se han multiplicado las críticas de la población por la baja disponibilidad de dinero en los cajeros automáticos, así como por el incremento del número de estos equipos fuera de servicio en el país.
Asimismo, se produce en medio de las recientes medidas del Banco Central (BCC) para frenar el “retroceso de los niveles de bancarización e inclusión financiera” que ha hecho sumamente difícil para el ciudadano común conseguir efectivo en las entidades bancarias en Cuba en los últimos meses.
En ese contexto, el Banco Metropolitano aconseja utilizar como alternativa los pagos en línea de bienes y servicios mediante códigos QR para la extracción de efectivo, el servicio de Caja Extra en mercados y bodegas seleccionadas en la provincia, así como en las oficinas comerciales de Cadeca.
La medida
Mediante la Resolución 111/2023, el BCC pretende forzar el retorno del dinero a las arcas bancarias para, según las autoridades, intentar corregir el exceso de liquidez monetaria que está circulando fuera del sistema bancario.
El BCC reconoció que en los últimos años “las operaciones con efectivo han crecido en mayor proporción” que el acceso a los canales y medios electrónicos de pago, “como consecuencia de factores inflacionarios y otros”.
Este sábado el Banco Metropolitano aconseja, de igual modo, utilizar como alternativa los pagos en línea de bienes y servicios mediante códigos QR, para la extracción de efectivo, el servicio de Caja EXTRA en mercados y bodegas seleccionadas en la capital, así como en las oficinas comerciales de las Casas de Cambio (Cadeca).
Economistas como Oscar Fernández, emprendedor, fundador y dueño de Deshidratados Habana, considera que la carencia de efectivo en las instituciones bancarias guarda también relación con otras medidas tomadas anteriormente, como la restricción a las transferencias electrónicas entre las personas naturales (12 mil CUP al mes). Este límite buscaba, presuntamente, restringir las operaciones relacionadas con el mercado informal de divisas.
Sobre las medidas, otro experto, el Dr. C Juan Triana Cordoví, cree que “se repite el mismo error que se cometió con el Ordenamiento; se ha hecho en el momento equivocado y sin las condiciones mínimas necesarias para reducir los impactos negativos“.
Triana Cordoví considera que las más reciente disposición del BCC reducirá la oferta de bienes, alimentará la inflación, “tanto porque depreciará más el peso cubano como por la reducción de la oferta, de la concurrencia y de la competencia“.
Asimismo, advierte, promoverá una mayor informalidad en el sector monetario de la economía y generará nuevos canales informales de financiación. Además, empujará hacia arriba la dolarización; reforzará la incertidumbre y también contribuirá a una mayor concentración de la riqueza.