El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha decidido seguir con el regreso a la normalidad de la vida colectiva pese a un incremento brutal de la pandemia del Covid-19: más de 3,000 muertos y 80,700 contaminados. En el sur de Florida la decisión la ha secundado el alcalde del condado Miami-Dade, pero ha sido acogida con mucha cautela por los alcaldes de Miami y Miami Beach.
“Ahora no hay marcha atrás. Si seguimos paralizados la actividad comercial se viene abajo y los comerciantes ya han perdido demasiado. Si la gente mantiene las reglas colectivas de distanciamiento y de protección como las máscaras, vamos a poder seguir adelante”, dijo el gobernador en una rueda de prensa el martes.
Sin embargo, el alcalde de Miami-Beach, Dan Gelber, agregó que si bien no piensa clausurar las playas de nuevo, será implacable con la aplicación de las medidas de seguridad y contención. “La policía estará particularmente atenta y tomará muy en serio el cumplimiento de la distancia social y el uso de las máscaras en los recintos cerrados. No podemos de ningún modo seguir incumpliendo las normas de convivencia”, afirmó.
Lo mismo piensa su colega de Miami, Francis Suárez, quien se niega a pasar a la fase 3. “Ustedes saben que ya quería abrir la ciudad. Pero las cifras son muy peligrosas y todavía hay razones para mantener algunas medidas de protección”, enfatizó en la misma rueda de prensa.
Florida es uno de los 22 estados que mantiene un crecimiento de la pandemia. El condado Miami-Dade es el de mayor impacto del coronavirus. La semana pasada tuvo durante cuatro días seguidos un aumento constante de las contaminaciones, superando día a día la cifra de la jornada anterior.
El servicio estatal de salud informó que este miércoles Florida registra 2,610 nuevos casos de Covid-19, un ligero descenso en relación con el día anterior –fue de 2,783–, con lo cual suman ya 82,719 casos en todo el estado. En cuanto a fallecidos, solo el martes murieron más 25 personas, elevando la cifra a 3,018.
Desde que el gobernador comenzó a implementar la reapertura, a inicios de mayo, el promedio de fallecimientos diarios oscila entre 20 y 30. Desde el 3 de junio se ha sostenido una cifra nunca inferior a 1,000 nuevas contaminaciones.
En Miami-Dade se encuentra el foco más agudo de la pandemia con un incremento de 532 nuevos enfermos de coronavirus respecto al martes, para un total de 23,273 casos de contagio y 850 muertos. Dos más que el día previo.
Pese a ello, en una declaración televisada el alcalde del condado, Carlos Álvarez, anunció que no tiene intenciones de volver a cerrar el condado ni de ordenar a sus habitantes a permanecer en casa.
“No hay marcha atrás, no vamos a cerrar la economía solo porque las cifras suben un poco cada par de días. Lo que vamos hacer es aplicar estrictamente las reglas en vigencia”, afirmó.
Por otro lado, hoy miércoles un grupo de manifestantes, la mayoría cubano-americanos, desfilaron delante de la alcaldía de la ciudad de Miami con pancartas en apoyo al presidente Trump y demandando la renuncia de Suárez, a quien acusan de no haber manejado adecuadamente las protestas –algunas de matiz violento– de la últimas dos semanas. “El alcalde es cómplice de esa violencia. La policía de la ciudad debió arrestarlos a todos, es una vergüenza que esa gente hayan vandalizado negocios y quedado impunes”, explicó uno de los manifestantes a la cadena local de la televisora ABC.